El valor de las reuniones presenciales.

El poder reunirse en persona va más allá de establecer un simple contacto, ya que éstas generan emociones, se crean lazos de amistad y establecen relaciones profesionales duraderas.

La presencialidad sigue ocupando un espacio importante en nuestras vidas, las personas se reúnen por diferentes motivos; entre ellos, para adquirir conocimiento, para relacionarse tanto a nivel profesional como personal, para establecer negocios, para participar de grupos de apoyo o simplemente para mantener una conversación o compartir los alimentos.

Es claro que las reuniones virtuales han venido para quedarse, siendo estas un medio por el cual las organizaciones pueden mantener sus equipos en sincronía y generar interactividad entre los integrantes. Sin embargo, existe evidencia científica que las reuniones virtuales o digitales mantienen una serie de limitaciones que afecta la comunicación entre similares.

Es importante mencionar que la comunicación entre las personas tiene un componente fundamental como lo es, la “comunicación no verbal” o “lenguaje corporal” que emite una serie de señales, que la virtualidad deja por fuera durante las interacciones.

No es sencillo cambiar la interacción humana cara a cara y en persona, ya que esta se ha dado desde los inicios de la humanidad y es hasta en los últimos tiempos que hemos empezado a sustituir este relacionamiento por medios digitales; incluso la comunicación vía telefónica tradicional nunca pudo remplazar las reuniones cara a cara.

Si bien es cierto, para algunas organizaciones las reuniones en persona son un tema más de tipo económico y que deben ser reemplazadas por interacciones en línea para ahorrar costos, pero, también son conscientes que ciertas actividades requieren hacerse de forma presencial.

La presencialidad ofrece cientos de beneficios, entre ellos, compartir con otras personas refuerza la confianza del ser humano, fortalece el sistema inmunológico, afianza las relaciones interpersonales, crea equipos de alto rendimiento, permiten interactuar de forma real, conocer mejor a sus similares a través de la comunicación no verbal, y generalmente estrecha lazos de amistad, entre otros.

Si estás organizando una reunión en tu empresa, detente unos minutos y analiza que tan importante es la presencialidad, en algunas ocasiones el costo de estas reuniones no es tan significativo en contraposición de los resultados que se obtienen mediante actividades cara a cara.