Emprendimiento: Reto y oportunidad para Japón

Emprendimiento: Reto y oportunidad para Japón

Emprendimiento empresarial, reto y oportunidad para Japón

 

“Japón recupera su espíritu emprendedor”, afirma Devin Stewart (“Tokyo’s Ambition Generation” -Foreign Affairs-). Tokio mira hacia el dinamismo empresarial como elemento clave de la reactivación económica. Shinzo Abe insta a integrar a las mujeres, jóvenes y mayores en la economía y sitúa a las start-ups en el centro de la estrategia de crecimiento.

El capital-riesgo invertido en start-ups se ha doblado entre 2014 y 2015 en Tokio y sus jóvenes ven emprender como una alternativa al sector corporativo. Sin embargo, a pesar de ocupar las primeras posiciones en rankings de innovación, las start-ups japonesas tienen un largo camino por delante (FA).

“Siendo la tercera economía mundial y una de las sociedades más formadas y tecnológicas, solo una empresa, Mercari, es un unicornio: start-ups valoradas en más de 1.000 millones de dólares”, remarca Tim Culpan (“Japan’s Lonely Child” -Bloomberg-).

PROBLEMA...

...No es la falta de financiación, sino la ausencia de iniciativas emprendedoras a pesar de las medidas gubernamentales para crear un entorno favorable (Bloomberg). Aun así, impulsadas por la transición hacia una economía de servicios, la cultura empresarial y sociedad japonesa aceptan cada vez más las start-ups. Las autoridades japonesas fomentan esta tendencia con viveros de empresas o programas de apoyo a nuevas empresas. Pero si bien el Gobierno puede crear el entorno adecuado, es fundamental desarrollar una cultura empresarial menos aversa al riesgo y más tolerante al fracaso.

Japón presenta la segunda tasa más baja de actividad emprendedora por delante solo de Surinam, poco entusiasmo emprendedor -en 2014, solo un 7% veía oportunidades para emprender frente al 33% en China y el 51% en EEUU- y miedo a fracasar (FA). “Abe debe eliminar el factor miedo si desea más unicornios japoneses y convertirse en la Tierra del Sol Naciente”, advierte Culpan (Bloomberg). La consolidación de esta tendencia emprendedora necesita dar lugar a las mujeres -que pueden beneficiarse de una división del trabajo por género no institucionalizada- y solucionar la tensión entre impulsar un cambio en la sociedad y la presión de ser un miembro respetado por la comunidad. El envejecimiento de la población, la mayor competencia exterior y la parálisis del sector corporativo son oportunidades para innovar, marcando el camino para el resto del mundo que vivirá problemas similares (FA). 

Tim Romero (“Japanese Startups, This Must Change Now!” -Disrupting Japan-) apunta tres factores que deberán tener presentes para cambiar la estructura socioeconómica y dinamizar el ecosistema emprendedor:

1) priorizar producto sobre relaciones,

2) buscar valor añadido y,

3) ser empresas globales. “Si los emprendedores japoneses logran conciliar su ambición de crear riqueza y su deseo de contribuir a la sociedad, harán de Japón un país más próspero y justo y serán un ejemplo para emprendedores del resto del mundo”, concluye Stewart (FA).

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