Empresas aliadas con el colectivo LGTBIQ+

Llega el mes de junio, llega el orgullo LGTBIQ+.

Para nuestra comunidad estas fechas son especialmente importantes, tanto para nuestras luchas como para nuestra visibilidad.

El 28 de junio de 1969, en la ciudad de Nueva York, miles de personas del colectivo, hartas de la violencia y la injusticia a la que se veían sometidas, se levantaron contra la policía.

Esa noche, y durante varios días, dijeron basta, enfrentándose a un sistema que los oprimía y despreciaba. La llamada “Revuelta de Stonewall”, en referencia al bar Stonewall Inn, lugar de encuentro LGTBIQ+.

Conmemorando este momento histórico, ese mismo día se celebra el Día Internacional del Orgullo en todo el planeta.

Bueno, en casi todo. En 69 países y estados nuestra comunidad todavía sigue siendo perseguida, carece de cualquier tipo de derecho, e incluso en alguno de ellos está penado con la muerte.

En nuestro país, miles de personas colocan banderas arcoíris en sus balcones, salen a las calles a gritar por más derechos e igualdad para nuestra comunidad, bailan y se divierten.

Y ha costado mucho llegar hasta aquí. Muchas personas han puesto su cuerpo, su integridad, y hasta su vida para disfrutar de los derechos con los que hoy contamos. No lo olvidemos.

También, cientos de empresas iluminan sus edificios, venden productos PRIDE, desarrollan charlas y conferencias sobre diversidad e inclusión, y pasean sus carrozas en la gran manifestación de Madrid.

Como generadoras de empleo y con capacidad de gran impacto social, las corporaciones son parte fundamental de nuestro engranaje social.

Pueden jugar un papel muy importante en la visibilidad e inclusión de nuestra comunidad. Y sé de primera mano que muchas de ellas hacen grandes esfuerzos en esta dirección.

Diferentes estudios e investigaciones en distintas corporaciones, como el desarrollado por la consultora estadounidense Mckinsey en el año 2021, vienen a reflejar que apostar por la diversidad y visibilizarla aporta valor y hasta un 25% más de rédito económico.

Y es que desde una perspectiva del “business case”, contar con una cultura y valores corporativos que apuesten por la diversidad es rentable y genera beneficios.

El Orgullo y la diversidad, vende.

Y esto dentro de la lógica empresarial, es completamente entendible. Y, de hecho, soy de las personas que defienden que es completamente lícito.

Eso sí, es esencial que vaya aparejado a acciones que mejoren la vida de nuestra comunidad.

El desarrollo de planes, políticas y acciones concretas que fomenten la inclusión del colectivo y nos protejan del odio y la discriminación, que sigue reinando en muchos entornos laborales, urgen.

Y no solo en el Orgullo, sino como un proceso continuo y estable en el tiempo.

Muchas de ellas ya impulsan planes integrales de diversidad LGTBIQ+, elaboran políticas de igualdad, planes para personas con identidades trans, o acciones de sensibilización y formación sobre estas temáticas.

Y es que además del rédito económico, está demostrado que contar con equipos diversos aumenta la creatividad y la eficacia, como demuestra un estudio de Manpower Group de este mismo año en más de 20 países europeos, donde más del 80% de lxs trabajadorxs lo corroboran.

Pero, sobre todo, trabajar en espacios inclusivos y diversos es esencial para las propias personas LGTBIQ+.

La existencia de políticas específicas para nuestra comunidad nos da la seguridad y confianza necesaria para poder visibilizarnos y tener un desempeño laboral normalizado.

Que se utilice un lenguaje inclusivo con las personas no binarias, que existan políticas de no discriminación, o que se equiparen nuestros derechos al de las parejas heterosexuales, lógicamente tiene un impacto muy positivo y necesario para nosotrxs.

Y también en términos de productividad. Algunos estudios cifran en un aumento del 40% de ésta en personas diversas que son visibles en los entornos laborales.

Unido a todo esto, el mundo empresarial puede desarrollar un gran impacto en el colectivo a través de su responsabilidad social corporativa.

Los que trabajamos día a día con el colectivo, sobre todo con las personas más vulnerables, conocemos de primera mano las grandes carencias en recursos y las dificultades que tenemos para poder impulsar nuestras acciones.

Trabajamos mucho por transformar y mejorar la realidad social; y en ello las empresas pueden jugar un gran papel, apostando y dando apoyo específico a programas y proyectos concretos.

Os necesitamos.

No olvidemos que acompañarnos en nuestra causa es defender derechos, que son derechos humanos. Y además de ser lo correcto, es lo necesario.

No perdamos el sentido y la forma por la que ha nacido el Orgullo. No nos olvidemos de la reivindicación y la lucha.

Y ésta no debe quedar en una fecha o día concreto; debe trasladarse a todos los días del año, a todos los espacios, y a todas las esferas.

Recordemos el pasado, reflexionemos sobre el presente y construyamos el futuro.

Con Orgullo, siempre.