En búsqueda del talento...encontrado...
Muchos de los paradigmas y mitos del management relacionados con la gestión de personas han ido cayendo paulatinamente mientras organizaciones y profesionales eran zarandeados y vapuleados por las convulsiones de la economía y del mercado laboral.
Ahora y ante una situación que nunca dejará de ser de tensa marejada es momento de comprobar en qué medida los profesionales del área de RR.HH han desarrollado la habilidad de entender esta nueva realidad, estas nuevas reglas del juego, y la interpretación de un nuevo mapa que esconde nuevas habilidades y competencias, tesoros de incalculable valor para las organizaciones que estén dispuestas a encontrarlos….
Talento Perdido
Una de las primeras consecuencias de la tormenta perfecta fue una -en muchos casos- inevitable pérdida de talento. La reducción de volúmenes de negocio y la consecuente disminución de márgenes de beneficio hicieron que fuese difícil cuando no imposible mantener la estructura de costes existente.
Muchas empresas tuvieron que tirar por la borda profesionales cuyo conocimiento y habilidades habían sido imprescindibles años atrás.
En esa nueva realidad el valor que les hizo imprescindibles ya no era necesario, y su elevado coste era un lastre que de no ser aligerado podría llegar a hundir la nave…
Los profesionales de RR.HH, fueron los encargados de diseñar y ejecutar los planes para aligerar la estructura de la compañía y para, muchas veces en contra de toda lógica, perder el talento que con tanto esfuerzo les costó encontrar en aquella época ya casi nostálgica a la que bautizamos como “la guerra por el talento”…
Talento Transformado
El mercado se fue des-equilibrando y progresivamente fue poblándose de profesionales cuyo conocimiento, experiencia y habilidades se habían devaluado para las empresas que en otro tiempo pujaron por ellos…
Los más realistas… se enfrentaron a la nueva realidad del mercado haciendo un esfuerzo por comprender que su empleabilidad dependería de su capacidad de transformación y adaptación al entorno. Comprendieron que su carrera profesional se había convertido en una aventura líquida y entendieron que sus competencias y el conocimiento que poseían no eran suficientes para sobrevivir en un ecosistema en constante cambio…
Asi, muchos profesionales sufrieron una metamorfosis, una evolución de sus habilidades y competencias. Se vieron obligados a desarrollar y potenciar capacidades aletargadas y dormidas, que en esas nuevas circunstancias, resultaban imprescindibles para ponerse en valor, un proceso en el que sus habilidades y su talento se fueron transformando progresivamente…
Resiliencia. La hostilidad del contexto fue paulatinamente reforzando la capacidad de muchos profesionales para sobreponerse a él. La dificultad que suponía entender su devaluación, la dureza de asumir la pérdida de su estatus, las horas de trabajo empleadas para supuestamente no conseguir resultados… eran sin embargo, granos de arena que reforzaban silenciosamente su resiliencia, desarrollando sobremanera esa capacidad para sobreponerse a las situaciones adversas a las que ese enrevesado mercado les había expuesto.
Flexibilidad. Entendieron que la rigidez de sus esquemas mentales y los procesos más o menos establecidos que guiaban sus acciones tenían un valor relativo en las nuevas circunstancias que estaban viviendo. Su flexibilidad “in crescendo” se convirtió en uno de sus principales baluartes, un talento de infinito valor en un contexto laboral en ebullición…
Adaptabilidad. A medida que la resiliencia y la flexibilidad reforzaban su ADN profesional, inevitablemente se desarrollaba su capacidad de adaptabilidad a la nueva realidad. La habilidad para adaptarse sin tensiones a nuevas situaciones y nuevas realidades se convirtió en uno de los talentos principales de muchos profesionales que aprendieron a ofrecer su propuesta de valor comprendiendo el significado real de conceptos como cliente, venta o desarrollo de negocio…
Capacidad relacional. La soledad de la travesía emprendida les enseñó que su capacidad de supervivencia dependía en gran medida de su habilidad para construir relaciones. Convertidos en capitanes y grumetes de su propia nave, entendieron que era imprescindible establecer conexiones en cada puerto en el que hacían escala. Comprendieron el valor de la colaboración, de la necesidad de compartir y ofrecer para ganar y su actividad les permitió desarrollar su talento relacional…
Capacidad innovadora. Estos profesionales, tomaron consciencia de que la consecución de resultados pasaba inevitablemente por la búsqueda de soluciones y propuestas diferentes. La necesidad de ofrecer y construir una propuesta de valor atractiva les permitió entrenar su atrofiada capacidad de crear e innovar. Su talento para idear nuevas formas de hacer… (Creatividad) y su capacidad para ponerlas en práctica (innovación) fue ganando peso en su set competencial.
Aprendizaje en beta. Y, comprendieron, que la convulsa realidad laboral y profesional a la que se enfrentaban aceleraba el proceso de obsolescencia de los conocimientos que en otro tiempo les permitió crecer y alcanzar el éxito. Descubrieron que su capacidad de aprendizaje y reciclaje hasta entonces reactiva no sería un buen timón para gobernar su travesía. Activaron mecanismos que reforzaron la autonomía de su proceso de aprendizaje y en muchos casos perdieron su condición analógica para digitalizar su acceso al conocimiento y al aprendizaje. Tomaron constancia de la necesidad de aprender constantemente como único mecanismo de supervivencia…
En búsqueda del talento encontrado…
Ahora que la economía comienza a dar síntomas de recuperación, muchas organizaciones comienzan a plantearse la necesidad de reforzar sus filas con profesionales cuyo talento y habilidades les permitan retornar a la ruta del crecimiento.
Los profesionales de RR.HH y los especialistas en captación de talento se enfrentan al reto de ubicar a los profesionales con las prestaciones y el talento adecuado a un nuevo tiempo…
Después de todo lo que ha sucedido, resulta paradójico que el éxito de una organización y sus probabilidades de alcanzar resultados en un contexto económico caracterizado por la incertidumbre, la volatilidad y el cambio, dependa ahora más que nunca de profesionales cuya capacidad de sobreponerse a situaciones adversas sea sobresaliente; de profesionales con una capacidad camaleónica para adaptarse a nuevos y desconocidos mercados; de profesionales que sepan construir redes de contacto para generar nuevas oportunidades de negocio; de profesionales que no se tensionen ante los constantes cambios del entorno; de profesionales que posean la habilidad de crear, experimentar e innovar nuevas formas de alcanzar resultados; de profesionales que puedan abordar el mercado apalancándose en sus conocimientos permanentemente renovados… ; de profesionales, en definitiva, cuyo talento nos vimos obligados a perder y que ahora han transformado en habilidades y tesoros de incalculable valor…
No deja de ser una paradoja que, quizás, los profesionales con las mejores prestaciones para generar valor en el nuevo contexto del mercado no sean profesionales por cuenta ajena en la empresa de la competencia... sino que puede que sean profesionales que surquen los mares del mercado como profesionales independientes, emprendedores, know-mads y freelancers…
Los profesionales de RR.HH. y las empresas se enfrentan al reto de ampliar sus perspectivas a la hora de sondear “el mercado”, entendiendo que… “el mercado” no es solo la competencia y que el talento que ahora se precisa puede adoptar formas diferentes a las de un profesional con un contrato indefinido…
Uno de los mayores retos de los expertos en talento no será iniciar un nuevo conflicto bélico por el talento, sino más bien, adentrarse en una aventura en búsqueda de las habilidades que muchos profesionales han desarrollado y encontrado surcando situaciones y contextos nunca antes navegados…
Puedes leer la entrada original en Sobre Personas y Organzaciones
Creating the Future of Work igniting Culture and Digital Transformation to evolve HR ,Employee Experience, Talent Management and Learning and Development
8 añosAsi es Javier, la responsabilidad no es solo de HR, ni de los managers, sino de cada profesional en primera persona que debe de poner en valor las competencias que reclama el mercado y las organizaciones. Un cordial saludo
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8 añosMuchas gracias Susana, cuando quieras comentamos este y muchas otras reflexiones tomando un café ;-) Un cordial saludo
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8 añosGracias por incorporar una derivada más Nelson, sin duda este es otro tema que da para unas cuantas lineas. Otra paradoja interesante, el mercado tambien ha traído consigo un ajuste salarial significativo que sin duda están "pagando" muchos profesionales que se reenganchan al servicio profesional por cuenta ajena... probablemente el efecto será un incremento de la rotación de ese tipo de profesionales hacia otros proyectos que reconozcan el valor de sus habilidades. Un cordial saludo
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8 añosMuchas gracias Francisco José, me alegro que te haya resultado interesante! ;-)
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8 añosGracias por el comentario Rubén... no tengo la respuesta a tu pregunta, tan solo la intuición de que solo aquellos profesionales que hayan tenido que surcar durante un tiempo esta tormenta perfecta serán capaces de poner en valor esas habilidades o skills que ahora en mi opinión son un auténtico tesoro... sería bueno preguntar a nuestros colegas su opinión al respecto... ;-) Un fuerte abrazo