En bus durante la pandemia

El fin de semana para visitar a mi hermana tuve que viajar en bus.  El bus de dos pisos, neumáticos ok, todo muy en regla, limpio; chofer, auxiliares y pasajeros con mascarilla; cosas que ya uno se va acostumbrando a “chequear”, además de no quitarme la mascarilla dentro del bus. Parece chiste que después de poco andar, los pasajeros de los primeros asientos pongan los pies sobre el letrero que dice no apoyar los pies, no uno, o dos, sino que tres pasajeros, todos quienes se sentaron ahí mientras hice el trayecto.

 Me recordé de los videos y audios que aparecieron de la fiesta en chachagua , con nombre y apellido y ese espíritu transgresor, de transversalidad socioeconómica ya confirmada.   Me pregunto si esta transgresión, que por estos días se hace más evidente; ¿se deberá realmente a la presión de la pandemia como planteó un periodista?, ¿a que nuestras leyes son muy blandas? o bien, ¿solo es un asunto de educación?  Esto que a muchos les hace transgredir el espacio de los demás sin medir el perjuicio, aunque parezca ser algo tan nimio como un sticker en un bus.