¿En qué área de tu cuerpo eres más creativo?

Sí! Sé que suena raro pero esa precisamente era la reacción que esperaba, que te extrañara, que te dejara pensando y buscando ese ¿dónde? La verdad, es que no la hay, somos creativos con toooodo nuestro cuerpo. Cómo así? Cuando me refiero a mí como “creativa”, nunca lo hago desde la focalización en alguna parte del cuerpo, lo es todo, es decir, puedo utilizarlo todo si así lo deseo, como docente mis alumnos lo experimentaron en todo su cuerpo: pintando con los pies, bocetando acostados, maquillándose en base a un concepto, con música, aromas, provocándoles una sonrisa o una carcajada, incluso, siendo creativos desde el dolor (no propio pero sí para ayudar a alguien con dolor físico, al estilo Patch Adams); nunca la creatividad fue vista, sentida o pensada desde una parte del cuerpo, porque eso no sucede, lo eres y ya!

Reflexionando sobre el momento en el que realmente “somos libres”, antes de que nos dijeran: “no puedes hacer eso, no debes tocar, deja de escuchar eso, no mires, no lo que sea…”, ese momento de libertad plena es definitivamente cuando somos NIÑOS. Entonces, decidí irme a la fuente, y preguntar a la experta: “mi mamá que fue por más de 30 años Maestra de Kinder”, no de 10 niños como ahora, ella educó a 30 o 40 niños (siempre me pregunté cómo lograba mantener el orden, pero créanme que lo lograba, en serio que los niños siempre le han derretido el alma, le fascinan). Yo era su instructora jaja, a mí me ponía de niña a ayudarle a preparar material didáctico, lo que recuerdo que más me gustaba era calcar dibujos que los niños iban a colorear luego; por supuesto que me ayudó con el trazo jaja, después en la Universidad no fue tan difícil… Pero veamos qué me dijo la experta sobre cómo llegamos de peques, cómo era orientada nuestra creatividad, en verdad que me sorprendió y ella lo disfrutó, su voz tenía tanta emoción…

Pasos del estímulo creativo en el Kínder.

Profesora Elena de Alvarado.

1.      Motivación. Bienvenida, saludo e introducción al trabajo del día.

2.      Diversidad: cuento, anécdota o una lámina descriptiva, o algo que ellos lleven y lo describan.

3.      Aprender a comer. Sí, también aprender a comer era parte de su proceso creativo, de enseñanza y evaluación (esto me sorprendió pero cuándo había hablado con ella así? Siempre era mi mamá, ahora habla la Maestra).

4.      Dormir. Momento del día en que toman una pequeña siesta, unos realmente duermen otros no pero descansan.

5.      Mesas de trabajo. Se preparan 5 mesas: dibujo libre, diversos materiales (crayolas, trocitos de madera, etc), juegos didácticos (rompecabezas), colorear un dibujo predeterminado que corresponde al área en desarrollo.

6.      Conversación. Se trabaja el miedo escénico si es que lo tienen.

7.      Recreo. Puede ser libre, un juego en equipo: pelota u otro que motive la integración.

8.      Clase musical. Canto y sensorialidad a través de la música.

9.      Descanso. Una pequeña siesta para que descansen de las actividades realizadas.

10.  Después hay un momento de dibujo libre, para que dibujen lo que soñaron.

11.  Despedida del día de clase.

En el kínder todo es juego. Y en sus dibujos todo significa algo. Se empieza a notar la aptitud que tienen para algo: dibujo, música, expresión verbal.

Se trabaja de acuerdo a la edad de los niños.

Para los niños de 6 años se incluye lectura y escritura pero a través de símbolos, símbolos que se parecen a las letras.

Me encantaría decir que somos capaces de volver a ese momento, sentirnos libres para crear, para interpretar, para decir lo que sentimos como lo pensamos, soñar sin que nos frenen los prejuicios, el miedo, el qué dirán y que nuestros niños internos puedan resurgir… Ahora te pregunto: “lo dejarías?”, te atreverías a reconectar contigo de esa forma?, cómo eras a los 4 años?, qué travesuras hacías?, hay algo de entonces que se mantenga hoy?

Qué es lo que más pesa hoy? Una interminable lista de responsabilidades y “deberías de…”, sabes y puedes sólo desconectarte para disfrutar de algo?, juegas?, eres capaz de llorar en un concierto de piano o viendo el Cirque du Soleil, te confieso que yo sí, en ambos y que en más de alguna ocasión o siempre jaja, alguna amiga me ha visto como bicho raro jajaja, incluso, al no poder procesar mis intensas emociones han preguntado: “Estás llorando?, en serio estás llorando?”, hubo una insistencia tal una vez frente al Cirque du Soleil que mejor respondí: “Sí, estoy llorando, déjame llorar en paz por favor”, pero era porque cuando algo es tan hermoso como esos espectáculos, la belleza se me escapa por los ojos… Es incontenible…

Qué podemos hacer para reconectar con nuestra niña o niño interno?

Bastante simple la verdad, bajar un poco la guardia, el control, los deberías… Sonreír más, jugar más, fluir más y romper un poco o un mucho la rutina, no pensarlo mucho para que exista en tu agenda un “debo ser niña de nuevo”, sólo serlo y salirte del plan, empecemos por eso… Te parecerá raro pero a mis 40´s es cuando más lo disfruto, la creatividad no siempre la tienes que programar sólo déjala salir, que suceda, sin etiquetas, en todo el cuerpo, porque sí, se expresa y se siente en tooodo el cuerpo…