En verano, como durante el resto del año, cuidemos de los mares y océanos

Los mares y océanos cubren el 70% de la superficie del planeta, y constituyen algunas de nuestras principales fuentes de vida. No debe extrañarnos, por tanto, que suponga para todos nosotros un desafío el preservarlos.  

El Objetivo 14 de los ODS de la Agenda 2030 es muy explícito al señalar que “el océano impulsa los sistemas mundiales que hacen de la tierra un lugar habitable para el ser humano”: la lluvia, el agua potable, el tiempo, el clima, los litorales y gran parte de nuestra comida e incluso el oxígeno del aire que respiramos los proporciona y regula el mar. 

Es por eso que en los meses estivales, en los que las playas se llenan de veraneantes, todos debemos extremar el cuidado y evitar dañar un ecosistema al mismo tiempo tan delicado y tan beneficioso para la especie humana. Sin embargo, la responsabilidad de preservar los mares, océanos y otros espacios acuáticos no debe recaer únicamente en los ciudadanos. Las instituciones y las empresas debemos también aportar nuestro granito de arena.  

Así, la importancia de los océanos y su preservación ha sido el elemento que llevó a Coca-Cola a unirse con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como con diversas organizaciones como Chelonia, Vertidos Cero y la Fundación Ecomar, para desarrollar el proyecto Mares Circulares. 

A lo largo de las tres ediciones desarrolladas hasta ahora se ha conseguido integrar a más de 600 entidades colaboradoras y más de 14.000 voluntarios, ha conseguido recoger 1.157 toneladas de residuos de los entornos acuáticos y fondos marinos en España y Portugal, formar y sensibilizar a 54.727 personas y apoyar 9 estudios científicos y 3 start-ups que aportan soluciones al problema de los residuos marinos. 

Este es un proyecto que todos los empleados de CCEP sienten como suyo. De hecho, junto con más de 70 compañeros tuve la oportunidad de participar, en el marco del #CleaningChallenge, una recogida de residuos que desarrollamos -no todas las masas de agua son saladas- en el embalse del Atazar, en Madrid. Conseguimos el reto, pero el desafío sigue ahí, a la espera de que, en poco tiempo, acciones como esta dejen de ser necesarias. En nuestra mano está cuidar de los mares y océanos este verano.