Enseñar por habilidad y no por puntuación.
Hoy en día para que los estudiantes puedan pasar de grado, acreditar una materia o avanzar en su enseñanza depende de una sola cosa; la calificación. Sin embargo, en la vida cotidiana no todo depende de una nota, la mayoría de las veces logramos avanzar una vez que hemos dominado el nivel donde nos encontramos. Por ejemplo, si practicamos tae kwon do, vamos a poder ascender una vez que dominemos por completo el nivel básico y así sucesivamente es decir, cada alumno va avanzando de acuerdo a sus capacidades.
Lamentablemente, no es así como funciona el modelo académico tradicional, en este, los estudiantes son agrupados por edad y a todos se les enseña al mismo paso. Se da la lección, se manda tarea a la casa y después de un tiempo se aplica un examen el cual es evaluado y cada quien obtiene una calificación de acuerdo a lo que contestó.
A pesar de que la nota resulte aprobatoria, es indiscutible que los estudiantes no entendieron el 100% de la materia, y no porque no sean capaces si no porque es más importante que se cumpla con un calendario de trabajo y fechas estipuladas que asegurarse que todos los alumnos logren entender todo lo expuesto. Esto, hace que los estudiantes tengan “huecos” en lo temas y aún así sigan avanzando a niveles más complejos. Como resultado, para cuando termina el año escolar, existen muchas dudas o los estudiantes son malos para “x” materia.
Los alumnos van avanzando y van pasando las materias gracias a las notas aprobatorias, la cual puede ser un nueve pero también un seis lo que significaría que el estudiante solo comprendió el 60% del tema. Hace falta prestar atención al proceso que hay detrás de la enseñanza e identificar los problemas para poder tener una educación más asertiva.
Puede ser que hacer un cambio en la educación hacia una más personalizada y paciente pueda ser complicado, sin embargo, hoy en día existen muchas herramientas que pueden hacer esto posible. Learning A-Z es una de ellas. Esta herramienta permiten a cada estudiante aprender a su propio paso, corregir cuando tienen un error, mejorar y trabajar de acuerdo a su potencia. Prestar atención a las necesidades y habilidades de cada estudiante puede ser el primer paso para lograr una sociedad más educada con personas más capaces y seguras de si mismas.