Entramos en un momento crucial para los mercados

Entramos en un momento crucial para los mercados

Artículo publicado en El Confidencial (20/10/2021)

En medio del ruido, el mercado nos está diciendo que hay que ir adaptando las carteras a un escenario muy diferente. No peor: diferente

Mi trabajo me recuerda cada día más al del conductor de autobús de un frenopático, que tiene que mantener la atención en la carretera mientras a su alrededor hay un escándalo mayúsculo. Y no me refiero a los clientes, pobrecillos, ellos también sufren el barullo igual que yo. Me refiero al que montan tertulianos, analistas, vendedores, tuiteros e 'influencers' varios con sus consignas, dirigidas a captar la atención de posibles clientes o seguidores. 

Para poder trabajar en un entorno así hay que abstraerse del ruido ambiental. Y el truco es centrarse en los datos, los indicadores adelantados, el análisis independiente —fundamental o técnico, da igual, pero que sea serio y objetivo—. Pero sobre todo hay que escuchar lo que dice el mercado

El mercado nos habla a través de los índices y para traducir sus mensajes usamos el análisis técnico. De hecho, el lema en Nextep es que el análisis fundamental dice qué y el técnico cuándo. Y ahora mismo estamos en uno de esos momentos cruciales en el que ambos dicen lo mismo, lo que facilita mucho la toma de decisiones.

Entre febrero de 2020 y julio de 2021 el tipo de interés de los bonos de largo plazo formó un suelo de libro

Siempre empezamos por el análisis fundamental. Dijimos que había que evitar la renta fija de largo plazo porque iban a subir los tipos de interés de los bonos y que eso haría caer el precio. Y que el motivo sería, por un lado, el aumento de la inflación y por otro que los bancos centrales se quedarían sin excusas para seguir comprando. La inflación aumentaría porque es lo que ha ocurrido después de las dos guerras mundiales y salir de un confinamiento global es lo más parecido a salir de una guerra. Con el “agravante” de que en esta ocasión se ha inyectado mucho más dinero en el sistema. 

Incluso recomendamos a nuestros clientes más agresivos ponerse “cortos” en bonos de largo plazo utilizando ETF (fondos cotizados), algo tan fácil hoy en día como comprar un fondo que invierta en el IBEX. 

Pero hicimos el movimiento respetando el análisis técnico. Entre febrero de 2020 y julio de 2021 el tipo de interés de los bonos de largo plazo, tanto europeos como norteamericanos, formó un suelo de libro. En agosto rompieron la tendencia bajista iniciada en febrero de 2013, confirmándose así el inicio de la tendencia alcista de los tipos de interés (bajista en el precio de los bonos). Primera coincidencia entre análisis fundamental y técnico, primer paso hacia delante.

Recientemente, y con tanto ruido ambiental que pasó desapercibido, ocurrió algo técnicamente llamativo: coincidiendo con la enésima declaración de Christine Lagarde de que seguirá comprando bonos como si la pandemia estuviera en su apogeo, el tipo de interés del bono alemán en lugar de caer con fuerza se limitaba a una caída testimonial y mantenía viva la posibilidad de romper al alza el canal de distribución. 

Lo explico para quién no conozca el análisis técnico: para que una tendencia bajista de largo plazo pase a una alcista, lo primero que suele ocurrir es que se crea un 'suelo'. Luego viene un periodo de consolidación —también llamado canal de distribución— y lo que confirma el cambio de tendencia es la ruptura de dicho canal. Ese es exactamente el punto en el que estamos ahora y, si se consolida la ruptura, marcará un antes y un después en la evolución de los tipos de interés de los bonos europeos. Y en consecuencia, de los precios. Y de los fondos de renta fija, solo que a la inversa (bajarán). 

Que el mercado no hinque la rodilla ante las declaraciones de Lagarde —y el consiguiente 'manguerazo' de compras por parte del BCE— es una novedad importante. En otros tiempos habrían rebotado fuertemente los precios (caído el tipo de interés). Según escribo están exactamente donde antes de sus declaraciones. Segundo paso.

Si se consolida la ruptura al alza en el tipo de interés de los bonos de largo plazo estaremos ante la confirmación del cambio de ciclo

Pero, mientras conducimos el autobús en medio del escándalo, tenemos que mirar también a otros coches, semáforos y cruces. Y lo que acabamos de contar de los bonos coincide con otro dato técnico importante: la confirmación del cambio de tendencia en las materias primas. En enero se rompió la tendencia bajista que se inició en 2008, y se rompió al alza con tanta potencia que no hizo falta canal de distribución previo. Fue la razón técnica de nuestra recomendación de compra. La de análisis fundamental la hemos contado en muchas ocasiones en estas mismas páginas, cuando hemos escrito sobre nuestra teoría de 'La Gran Rotación' con mayúsculas. 

Si se consolida la ruptura al alza en el tipo de interés de los bonos de largo plazo (a la baja en los precios), coincidiendo con que se ha consolidado la tendencia alcista en las materias primas, estaremos ante la confirmación del cambio de ciclo y su equivalente en los mercados (la 'Gran Rotación'). Paso tercero y definitivo. 

Como ya dijimos, esto no significa que la revolución digital no siga en vigor, significa que hay un nuevo vecino en el barrio. Y son tantas las consecuencias para las carteras de inversión que no cabrían ni siquiera en otro artículo. Cuando cambian elementos tan fundamentales como los tipos de interés, la inflación o el crecimiento, afectan a todos los activos, sectores y países. A unos para bien o muy bien, a otros para mal o muy mal. Pero el mensaje es claro: en medio del ruido, el mercado nos está diciendo que hay que ir adaptando las carteras a un escenario muy diferente. No peor: diferente.

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Artículo publicado en El Confidencial


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