Entre el fracaso y el inmovilismo
Una de las cosas que más me ha llamado la atención tras la no investidura de Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno es la calificación que se ha dado a su intento como “fracaso”. Y se ha hecho utilizando ese término de manera negativa, peyorativa.
No quiero que se entienda este post como una defensa del acuerdo PSOE-Ciudadanos (tampoco como una crítica). El fin de este blog no es el de valorar ideas o acuerdos políticos. Solo quiero remarcar la valoración que se ha hecho, desde diversos ámbitos, sobre el resultado de las dos votaciones para elegir un nuevo presidente.
“Ha sido el primer candidato en la Historia que no ha obtenido el respaldo del Congreso”. Sí. Y también ha puesto en marcha el contador de tiempo (2 meses) para forzar la formación de gobierno o repetir las elecciones. Más de un 20% de paro y un panorama económico internacional con muchos nubarrones parece que no son motivos suficientes para que sus señorías tengan a bien elegir al nuevo ejecutivo.
Porque si algo necesita España como el comer es la aparición de proyectos empresariales que sean capaces de competir en el nuevo escenario económico globalizado y digitalizado. Todavía no se ha abandonado el modelo de crecimiento basado en la construcción y el turismo.
El incremento del P.I.B. del 2015 es consecuencia de un fuerte aumento del consumo interno, motivado por un mayor gasto público efectuado en un año en el que se han celebrado diferentes elecciones (autonómicas, municipales y generales). Desde Europa se anuncia la necesidad de aplicar nuevos ajustes. ¡Fin de la fiesta!
Se habla mucho de fomentar el emprendimiento, pero a la hora de la verdad todo queda en palabras huecas. Emprender en España sigue siendo muy difícil. Burocracia, cargas sociales, acceso a la financiación,… Y el Gobierno, que está en funciones, en estos momentos se dedica básicamente a lo que podríamos considerar como “servicios mínimos”.
Pero lo más importante de todo es que se sigue estigmatizando el fracaso. Al que se cae se le pone una cruz. Nada que ver con lo que ocurre en otros países con mayor cultura emprendedora, como Estados Unidos. Así que, por desgracia, no parece que vaya a haber novedades en el corto plazo desde el sector público.
A veces leo que fracasar es una maravilla porque ello permite aprender de nuestros errores y mejorar. Yo no diré tanto. Cada vez que intento algo y no me sale el resultado que esperaba, me duele. Mucho. El error supone un coste, que hay que asumir. Yo me he dado auténticos castañazos. En lo profesional, en lo personal, en el amor…
Pero sí es verdad que el fallo forma parte del proceso de aprendizaje, y si he llegado hasta lo que soy hoy es, desde luego, por la cantidad de errores que cometí en el pasado (y aciertos, por supuesto).
Porque la perseverancia, junto con la experimentación (porque solo con la perseverancia podemos estar cayendo continuamente en el mismo error y no avanzar) viene la solución y el éxito.
Por eso, la empresa privada tiene mucho que aportar en el ámbito del emprendizaje. Sin embargo, y por desgracia, en las organizaciones, con esa generalización de obtener resultados en el corto plazo, se penaliza el error.
Se han convertido en auténticas dictaduras, en donde las personas temen salirse del camino marcado y buscar alternativas a la hora de realizar su trabajo, que debe tener como fin último, nunca lo olvidemos, el de satisfacer las necesidades de los clientes.
No se fomenta el emprendimiento dentro de las compañías (por mucho que se diga lo contrario), y se pierde, de esta forma, un inmenso caudal de conocimiento a la hora de mejorar la competitividad de las organizaciones.
Los grandes avances de la humanidad han venido después de muchas pruebas y errores. Y así va a seguir siendo en el futuro. Las famosas mil bombillas de Edison, la penicilina de Fleming, volar en avión (aquí los pioneros pagaban los errores con su propia vida)… Ya lo decían los "Ilegales": "no hay que pensar en pilotos muertos".
Muchos, instalados en una posición relativamente confortable, prefieren elegir el camino fácil de permanecer en el inmovilismo. Pero ya sabemos que los caminos fáciles suelen tener mal futuro. Otros hemos optado por probar cosas nuevas, aunque a veces nos cuesten unos buenos golpes. ¡Viva el fracaso!
(Este documento va dirigido por igual a mujeres y hombres, hombres y mujeres. Utilizo el masculino como genérico para hacer más fluida su lectura).
Julen Basagoiti es empresario. Creador de la "Escuela de Inteligencia Directiva". Autor del libro "¡Así son las empresas que crean riqueza!".
Impulsando profesionales, difundiendo el conocimiento de LinkedIn, conectando con tu talento
8 añosMuy acertado Julen Basagoiti Azpitarte. Me gustaría hacerte una pregunta. ¿Lo que comentas no es debido al miedo que se le suele tener a lo desconocido o en su caso al futuro que no somos capaces de visualizar?
Director General en ASPACE Cantabria. Impulsando la atención integral y especializada de personas con parálisis cerebral y altas necesidades de apoyo, junto a sus familias y entornos sociales
8 añosMuy acertado Julen, acertadísimo y muy apropiado para este tiempo, añadiría. En este nuestro país aún mantenemos esa crítica al que fracasa, en lugar de valorarlo como persona con experiencia, con mérito, aunque dicha experiencia empresarial haya sido de corto recorrido o de peor resultado. Lo importante es valorar el liderazgo de llevarlo a cabo, la valentía para poner en marcha una idea y el esfuerzo invertido en lograr (al menos, intentar) hacerla viable. Es necesario cambiar nuestra concepción sobre lo que implica estar en la zona de confort, y actuar de forma proactiva para que el desarrollo competencial y empresarial de nuestro país se apoye en mayor medida en el intraemprendiemiento, el cual no suele subyacer en la medida que necesitan las empresas.
CEO.Leadership gurú.Español más recomendado.Reconocido TVE/Prensa.Autor LinkedIN 400 Mill Monetizar en economic graph
8 añosFantástico articulo Julen precisamente esta diciendo Ronald C. Stern la inconsistencia de haber tenido la mayor recaudacion en Hacienda en 2015 y no haber disminuido el gasto público. Hay que educar a la gente en lo que aprendimos de jóvenes, lo que es el crowding out effect. Por algo dice Kiyosaki que somos sujetos pasivos de la inflacion y el interes. Y por algo ha dicho Mitt Romney que la politica economica de Trump no es tal. Pero tranquilo todo tiene un final feliz y siendo republicano te veo en NYC en 2018 con Hillary Clinton de Presidente