Entre otros temas, también me cansa tanta Transformación Digital ...

Desde que me incorporé en The Valley, han sido muchas las conversaciones y reflexiones que he tenido con la dirección, entre ellas, la mantenida con Juan Luís Moreno, el Director Académico y Estrategia  en la que comentábamos sobre el por qué todo el mundo hablaba de  transformación digital y si el término ya no está un poco desgastado y sin efecto sobre el que lo lee o lo escucha. Él mismo me compartía que hoy ya no cabe hablar de Transformación Digital, porque digital representa aquello que está ligado a tecnologías, y los cambios y transformaciones que se tienen que realizar no van exclusivamente ligados a ellas, la tecnología es un facilitador, no un fin, y compartí su mensaje en su totalidad cuando me comentó que “sería más exacto hablar de

transformación en un entorno digital”.

Todo indica que la llamada 4a revolución industrial, obliga a las empresas a pensar cómo los mundos online y offline han de trabajar juntos en la práctica; que hoy en día será imposible desarrollar algo importante sin desarrollar algo que no sea social y en cambio estos dos meses me han traído a una realidad la cual me ha sorprendido y mucho. Aún  son muchas las compañías que siguen considerando que digitalizarse es utilizar los nuevos canales digitales para relacionarse con los clientes, contratar a expertos en marketing online o desarrollar una aplicación móvil … en una de mis visitas del sector bancario me encontré con esta reflexión: “aquí decimos que somos digitales ... nos estamos digitalizando tanto que aún enviamos los extractos por correo postal….”; ésta es la realidad de muchas organizaciones, pero no son ellas, son sus directivos los que aún no han hecho el cambio y menos aún el resto de la organización.

Entonces cuando hablamos de Transformación en el entorno Digital, ¿a qué nos referimos? y transcribiendo la conversación con Juan Luís, lo dirigía hacia un proceso mucho más amplio y complejo que afecta a tanto a los productos, a los canales, a la información y a los procesos de trabajo; en definitiva a  un proceso integral de cambio que debe tener como objetivo la competitividad en el nuevo entorno de mercado y la eficiencia en la gestión;  en definitiva la tecnología es un medio para conseguir la digitalización pero no es el fin en sí misma.

Hay pruebas de que las tecnologías que sustentan la llamada 4a revolución industrial están teniendo impacto en cómo las empresas están siendo dirigidas, organizadas y financiadas;  entonces, las empresas y sus directivos, ¿tienen clara la qué estrategia han de tomar? (o aún hay mucho miedo?) ¿ están trabajando de una forma holística sobre las diferentes  líneas de cada uno de los  ejes de la empresa que el nuevo entorno digital está impactando? ¿es toda la empresa que está haciendo el cambio? o ¿lo digital aún lo tiene asignado un departamento para que lo lidere?

Personalmente creo que para responder a estas preguntas y sobretodo para llegar a una estrategia, hay un paso previo y crítico; una, que los responsables, (los líderes) tengan la capacidad de aprender (y desaprender) continuamente, de adaptarse y aprehender estas nuevas capacidades ya digitales; que sean capaces de desafiar sus propios modelos en un entorno cada vez más competitivo y aceptar que la velocidad de disrupción y las innovaciones son difíciles de comprender o preveer; así que hay, no hay otra más que aceptar y ponerse al acción.

En definitiva, lo correcto es hablar de una transformación para competir en el nuevo entorno, un nuevo mundo donde han cambiado las reglas del mercado, donde compiten grandes empresas con nuevos entrantes emprendedores que son más dinámicos e innovadores, donde el cliente consume de otra manera, y en muchas ocasiones marcan la propia hoja de ruta, donde la información en base a los datos y a su análisis son una pieza clave para poder gestionar tomar decisiones y optimizar nuestro negocio o donde ya la tecnología está transformando la forma en que las organizaciones gestionan sus activos.

Ante este contexto, las empresas deben reconsiderar sus modelos de funcionamiento y con quién van a llevarlo a cabo, hoy más que nunca las organizaciones necesitan de “su gente”, para que una vez diseñada entre todos la estrategia sean capaces de hacerla también suya y entender el por qué se debe abordar este proceso de cambio, este nuevo camino, que en muchas ocasiones es hoy, por pura supervivencia.

Así que levante la mano quien crea que aún tiene algún pecado digital, yo ya digo que estoy levantando la mía ….

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