Equilibrando familia y negocio: el Gobierno Corporativo en Empresas Familiares
En el entorno de las empresas familiares, uno de los desafíos más significativos es distinguir claramente entre ser un miembro de la familia y un empresario. Esta dualidad puede generar complicaciones tanto en la gestión del negocio como en las relaciones familiares, ésta últimas las más importantes para proteger. Aislar las cuestiones personales de las empresariales y asumir una responsabilidad ética y moral en el trato entre miembros de la familia como socios comerciales es esencial, es aquí donde el Gobierno Corporativo (GC) tiene un rol muy importante.
El primer paso en una empresa familiar es establecer límites claros entre los asuntos personales y los empresariales, lo que implica tomar decisiones basadas en criterios objetivos, y no en las emociones de los lazos familiares. Esta separación ayuda a prevenir conflictos, garantizando que las decisiones se tomen en el mejor interés del negocio.
Recordemos que el GC es un conjunto de prácticas diseñadas para asegurar una administración transparente y justa. En las empresas familiares, no solo ayuda a superar la problemática de confundir los roles personales y empresariales, conocido como el "síndrome del fantasma", sino que también potencia el desarrollo y la sostenibilidad de la empresa para todos los integrantes. Los elementos del GC que son de mayor importancia:
· Protocolo de Familia: Establece reglas claras sobre la participación de los miembros de la familia en la empresa, ayudando a separar los roles familiares como los empresariales.
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· Consejo Familiar: Un foro para discutir y resolver cuestiones que afectan tanto a la familia como al negocio, promoviendo la armonía con comprensión mutua.
· Asamblea de Accionistas: Asegura que los intereses de todos los accionistas sean familiares o no, se representen equitativamente, fomentando la transparencia y la equidad dentro de la toma de decisiones para el funcionamiento de la entidad empresarial.
· Consejo de Administración: Supervisa la gestión estratégica de la compañía, garantizando que las decisiones se alineen con los objetivos empresariales y no estén influenciadas por dinámicas familiares.
Así, el GC sirve como un mediador y un diagnóstico en situaciones difíciles, facilitando la toma de decisiones objetivas que benefician tanto a la empresa como a la familia. Para las empresas familiares, la implementación de un GC robusto es relevante para mantener un equilibrio saludable entre las responsabilidades familiares y empresariales. Al hacerlo, se asegura que el negocio prospere basándose en méritos profesionales sin que afecte las preferencias familiares. Este enfoque proporciona a las empresas familiares un marco sólido para navegar los desafíos únicos que enfrentan, asegurando un legado duradero y próspero que armoniza los intereses familiares y empresariales.