¿Es momento de renunciar?

8 señales inequívocas de que es hora de buscar nuevos rumbos

Permanecer demasiado tiempo en un “mal trabajo” puede sacarte fuera de carrera y, peor aún, llevarte al burnout. 

Si has intentado varias formas para mejorar las cosas en tu trabajo y nada parece funcionar, es probable que sea el momento adecuado de tomar otro rumbo. 

Decidir dejar un trabajo puede ser una decisión sumamente difícil de tomar. Necesitas hacer un buen análisis y asumir riesgos calculados para no terminar en peor situación de la que tienes ahora.

T. Bradberry, autor de Inteligencia Emocional 2.0, aconseja estar atentos a las señales que te están indicando que estás en el momento correcto para cambiar de rumbo.

Estas señales son:

1. La empresa está en crisis 

Si sospechas que el negocio está en problemas y tú no estás en una posición donde puedas hacer mucho al respecto, puede ser hora de irse. Si esperas hasta que la empresa cierre, estarás en el mercado laboral compitiendo con tus antiguos compañeros de trabajo.

2. No hay espacio para crecer

Es fácil quedarse atascado en un trabajo y, si amas lo que haces, quedarte atascado puede ser cómodo. Sin embargo, es importante que recuerdes que la única manera de progresar es que constantemente estés aprendiendo. Mejorar tus habilidades aumentará tu valor como empleado. 

Si no está aprendiendo nada nuevo y simplemente te dedicas a hacer lo mismo de siempre es hora de buscar otras opciones.

3. No te sientes parte del equipo

Si eres el último en enterarte de los nuevos proyectos, no te invitan a las reuniones importantes o pareciera que las cosas avanzan al margen de ti, podría significar que tus jefes no te están viendo como alguien que aporta valor. Estas son malas noticias para tu carrera y pueden significar que es hora de irse.

4. Tienes más preparación que tu jefe. 

Por un lado, es frustrante trabajar para alguien que crees que tiene menos habilidades o conocimientos que tú. Por otro lado, si no puedes confiar en el liderazgo de tu empresa para tomar buenas decisiones y dirigir el barco en la dirección correcta, vivirás en un estado constante de ansiedad y frustración. 

5. Crees que tienes un mal jefe 

Los jefes van y vienen, por lo tanto, suele ser un buen consejo esperar a que salga el mal jefe y que llegue el siguiente. Pero esto no siempre se da en el corto plazo. 

Si tienes un mal jefe que cuenta con el respaldo de la alta gerencia, con quien te frustres cada día y las relaciones sean tensas, podría arruinar tu carrera al atribuirse el mérito de tu trabajo, hablar mal de ti con los demás y culparte por las cosas que salen mal.

Así que considera seriamente buscar otra opción.

6. Has perdido la pasión por tu trabajo  

Incluso si amas a la empresa, a tu jefe y a tus compañeros de trabajo, no vale la pena el esfuerzo si el trabajo te frustra. La pasión es un ingrediente necesario para el éxito. Si no estás entusiasmado con tu trabajo, o incluso si te es indiferente, es hora de reevaluar tu carrera.

7. Tu salud se ve afectada

Ningún sueldo vale la pena si estás sacrificando tu salud. El estrés laboral puede provocar depresión, insomnio, dolores de cabeza, enfermedades frecuentes y cosas peores. No dejes que esto te pase a ti.

8. Tu vida personal se ve afectada 

Ya sea que trabajes demasiadas horas o estés estresado y desmoralizado cuando llegas a casa, definitivamente es hora de buscar otra cosa.

Si después de analizar la situación decides irte, ten en cuenta las siguientes sugerencias:

• Asegúrate de que tú no eres el problema
• Averigua cómo está el mercado laboral
• Mantén la reserva del caso
• Nunca hables mal de tu empleador

Hace muchos años una persona me dio un consejo que me ha ayudado muchísimo: “trabajando vales el doble”. Creo que buscar trabajo sin apuro te da una gran seguridad que se transmite fuertemente en cualquier proceso de selección.