¿Es posible la innovación en Venezuela?
En mi experiencia profesional en Venezuela tuve la oportunidad de participar en proyectos de innovación de productos y servicios tanto de empresas públicas como privadas. En la empresa pública si sentí que el avance en el conocimiento y la invención estaba limitado por la falta de libertades individuales y colectivas. La otra cara de la moneda es lo que sucedía en la empresa privada cuya preocupación principal era reinventarse a través de la innovación para permanecer en el mercado y tener su cartera de clientes felices, confiados y seguros apostando por el progreso del país a pesar de todos los obstáculos que aparecieran día a día.
Un ejemplo fácil de comprender sobre el impacto de la falta de libertad de decisión y ejecución es la situación de internet en Venezuela. Mi rol en aquel entonces era de líder por parte de la unidad de negocio de desarrollo de productos de internet. Mi proyecto principal era crear ciudades pilotos para la interconexión del país a través de la fibra óptica a altas velocidades. Había talento, presupuesto y ganas para que en Venezuela se actualizará toda la red cableada de cobre a fibra óptica.
El primer reto fue actualizar los planes de Aba que cuando pasó a mis manos la situación era de planes de 256 kbps a 1.024 kpbs. Cuando se planteó migrar como piso del 256 kbps a 1.024 kbps y crear nuevos planes hasta la velocidad máxima sin pérdida de calidad de 10 MB la respuesta fue un rotundo no, se consideraba la propuesta como una visión capitalista del progreso del país fue un freno temporal que limitó el avance del proyecto por 1 año. De igual manera los equipos de investigación de ingenieros no pararon, engavetar los proyectos para su comercialización era lo más común y siguieron las investigaciones sobre las tecnologías disponibles en los mercados internacionales.
Hubo un cambio político que fue aprovechado por el equipo para presentar nuevamente el proyecto y fue aprobado por el cual se produce la creación y migración de planes hasta ser completado. Fue un éxito alcanzar este logro pero la visión estaba puesta en un proyecto de mayor ambición crear planes de velocidades desde 20 MB hasta 100 MB para hacer posibles otros proyectos en el portafolio como la Televisión IP que exigía una velocidad mínima de 6 MB para funcionar con calidad pero el proyecto de sembrar la fibra óptica era muy ambicioso así que se trató de adaptar el proyecto sobre lo que ya existía la red de cobre cuya calidad empieza a disminuir a partir de los 6 MB.
Insistir en la innovación bajo estas limitaciones fueron retos de mucho lobby y justificación de los beneficios para la empresa y el país. Sin embargo, todo el equipo apostaba por seguir investigado, insistiendo y comercializando los proyectos bajo las condiciones aprobadas por los líderes de la empresa. Se lograron avances aunque se consideran irrisorios hoy en día pero que en aquel tiempo representaron un logro de romper con esquemas ideológicos y avanzar en la tecnología paso a pasito sin desistir.
Finalmente, se insistió en el proyecto de la siembra de la fibra óptica en el país y la creación de todos los productos sobre la misma, la creación de un producto triple play donde la voz, la data y el streaming viajaran sobre el mismo medio aprovechando las altas velocidades. Se hizo la investigación, el diseño, la factibilidad técnica-comercial, los planos, se aprobaron los presupuestos, se establecieron las alianzas necesarias y se empezó a ejecutar la primera fase del proyecto con el piloto de la ciudad inteligente Guarenas-Guatire.
Lamentablemente se encrudece la presión ideológica sobre el equipo compuesto por profesionales independientes comprometidos con el país pero que no eran participe de la nueva cultura gerencial. Así comenzó la desintegración del equipo con despidos y renuncias masivas que dejaron sin fuerza al proyecto, se perdieron todos esos años de investigación, la oportunidad de innovación y el avance logrado.
Estas limitaciones de libertades son un ejemplo de la situación de internet hoy en día en Venezuela, hubo el talento y el presupuesto para hacer posible la innovación pero pudo más los intereses particulares que el avance de todo un país en la era de los negocios digitales y del internet como plataforma para el desarrollo rápido de la innovación, de la educación, de las empresas y las industrias. ¡Ah por supuesto! todo esto representaba una mejor calidad de vida para todos los venezolanos sin discriminación política, económica y social.
El otro lado de la moneda, trabajar en una empresa privada donde la limitación era justificar ante un comité que los proyectos de innovación van a tener retorno de inversión económico y reputacional ya es otro cantar. Así fue mi experiencia en la empresa privada en el área fintech donde los medios de pagos estaban retados a ser innovadores sobre todo por la falta de efectivo en el país que impedía intercambiar bienes y servicios afectando la economía del país. Ser parte de un proyecto conocido como Pago Móvil fue la prueba contundente que si se puede innovar en el país y que no existe el miedo a atreverse a innovar.
Si están todos los obstáculos, pero no hay miedo. La empresa formó a profesionales con mentalidad de emprendedores y así se sortearon todos los obstáculos internos y externos para lograr lo que es hoy en día el medio de pago más popular que facilita las operaciones diarias de los venezolanos.
¿Tienes pago móvil? es la pregunta más frecuente para facilitar el intercambio de productos y servicios, bueno eso demuestra que los venezolanos si podemos innovar bajo las peores circunstancias pero sobre todo con una mentalidad ganadora, una cultura resiliente, garantizando la calidad y superándose así mismos. Esa es la cultura de esa empresa que hoy en día sigue innovando en todos los países donde opera y es 100% venezolana.
Les dejo mi acostumbrado meme para sacarles una sonrisita.
Autora: Angine Paredes