¿Es posible obtener ahorros en el sector financiero?
La subida de los tipos de interés que estamos viendo de manera progresiva ha situado a los bancos ante una expectativa de normalización de su actividad financiera.
Esto ha podido llevar a pensar, de forma algo precipitada, que la elevación del precio del dinero podría suponer una ganancia de forma proporcional para la banca. Aún cuando diversos estudios han señalado que los tipos de interés negativos han tenido efectos perjudiciales para el negocio de intermediación financiera, no puede concluirse que para la banca todo vayan a ser brotes verdes en la nueva situación, especialmente en un contexto tan complicado como el actual.
Es fundamental reaccionar, ya que las start-ups de fintech están pisando los talones a la banca tradicional.
Recortar presupuestos de marketing, experiencia del cliente o transformación digital no es una opción, ya que son vitales para el futuro de las organizaciones financieras.
Seguros, banca minorista, especialistas en pensiones... la mayoría de empresas de servicios financieros están en la búsqueda de soluciones a la disminución de la rentabilidad. Pero todos sabemos que recortar presupuestos no suele ser una buena solución.
Según mi experiencia, las empresas que adoptan ideas nuevas y audaces suelen salir mejor paradas que las que toman el camino tradicional. Por ejemplo, las empresas que se mantuvieron enfocadas en la innovación durante la crisis financiera de 2009, fueron las que salieron más fuertes de esa etapa.
El sector financiero debe centrarse en prosperar a largo plazo, en vez de sobrevivir a corto plazo. Y para ello es fundamental contar con capital. Es necesario analizar la estructura de costes y buscar las oportunidades de ahorro que podamos utilizar para invertir en otras áreas.
En 2018 el banco británico TSB realizó una actualización informática planificada, en la que migraría 5,2 millones de cuentas de clientes de un sistema a otro. El proceso no salió como se había previsto, lo que provocó que miles de clientes tuvieran bloqueadas sus cuentas durante casi 4 días. Incluso algunos usuarios podían acceder a las cuentas de otros clientes. Esto costó a TSB 300 millones de libras y provocó la fuga de 80.000 clientes a bancos de la competencia.
Este es un ejemplo de lo vital que es el área de la tecnología de información para el sector financiero.
Siendo así, ¿no es posible ahorrar en esta categoría? Sí, lo es.
Muchos operadores financieros están consiguiendo ahorros al pasar muchos servicios de TI a la nube. De este modo sólo se paga por los servicios necesarios, y se puede ampliar o reducir su escala cuando sea necesario. Además, los costes de mantenimiento son mucho más bajos, se reducen los costes de energía y se racionaliza el número de empleados.
Pero hay más soluciones: negociar las licencias de software, o buscar soluciones más económicas en el área de hardware, por ejemplo.
Dada la dependencia que este sector tiene de las TI, es crucial hacer bien las compras en este área.
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Existe el error común de pensar que reducir el número de empleados requiere menos gestión y mantenimiento de las instalaciones. Lo que realmente ocurre es que se redistribuyen los esfuerzos.
Por ejemplo el sistema de calefacción puede proporcionar calor a todos los ocupantes de una oficina, pero si hay menos personas, el sistema tiene que llenar un espacio más grande. Tanto la sobreutilización como la infrautilización de los equipos de las instalaciones pueden conducir a una mayor necesidad de mantenimiento. Si tenemos menos empleados, los problemas de mantenimiento pueden pasar desapercibidos y convertirse en un problema mayor para los gestores de las instalaciones.
Si hablamos de seguridad, si tenemos entradas y salidas de empleados en horas irregulares del día, tendremos una mayor necesidad de sistemas de CCTV.
Y si queremos reducir la necesidad de seguridad 24/7, puede ser interesante utilizar sistemas que se supervisan a distancia.
Es probable que en los años anteriores a 2020 tu empresa pagara contratos de telefonía fija. Pero la llegada de la pandemia lo alteró casi todo. Desde ese momento, muchos empleados trabajan desde casa, siendo posible que sigas pagando esos contratos de telefonía fija aunque tu empresa ya no tenga esa necesidad. Y lo mismo ocurre con los teléfonos móviles.
Es necesario también analizar los contratos de Internet. Quizá estés pagando por más almacenamiento en la nube o datos de los que necesitas. O quizás, el uso varía según el mes, como pasa en las empresas de contabilidad, que tienen mayor actividad entre enero y abril. Para ello existen opciones flexibles.
Muchos CIO’s consideran que es mejor disponer de capacidad que contar con límites estrictos. Pero el área de las telecomunicaciones puede proporcionar ahorros significativos si nos paramos a analizar las necesidades y negociar mejores contratos.
Hace poco hemos conseguido un ahorro del 30% en costes de línea fija y móvil para un cliente de gestión de patrimonio.
Estos son solo tres ejemplos de categorías de gasto en las que el sector financiero puede liberar capital para invertir en otras áreas de interés.
¿Qué otras áreas crees que se podría optimizar?