¿Es posible regular la IA?

Aproximadamente hace cuatro años leí un artículo en el diario El Tiempo, titulado: “El costo de la falta de una regulación tecnológica”, en el que el autor - humano - mencionaban que:

"La historia también está repleta de desastres causados por el poder de la ciencia y el afán de mejorar la condición humana"

Pues la historia trae nuevamente a colación el tema de la regulación tecnológica por estos días. A tal punto que en el mismo diario se indicó que 1.000 expertos han solicitado “a todos los laboratorios de Inteligencia Artificial (IA) hacer una pausa de al menos seis meses en el entrenamiento de los sistemas de IA”. La pregunta sería si en seis meses se podría lograr lo que no se ha podido en cuatro años.

Más allá de cualquier visión catastrófica que pueda surgir de los desastres venideros producto del poder de la ciencia, hay una realidad que resulta innegable y es que a este afán de mejora no le puede seguir el paso ninguna regulación. Por ejemplo, si a una persona promedio le toma escribir entre una y dos horas un artículo de 500 a 1000 palabras, a Chat GPT con una simple indicación le toma menos de 30 segundos. ¿Qué decir entonces de una ley?

Sería extenuante – y quizás humanamente imposible - revisar el número de documentos de toda índole que alcanzaría a escribir este "transformador generativo pre-entrenado", en ese mismo periodo de tiempo que tomaría la redacción de un proyecto de ley, su presentación, revisión, debate, votación y aprobación.

Sin duda, la Inteligencia Artificial le ha abierto la puerta a grandes transformaciones a las que aún no sabemos cómo les haremos frente. Lo que esperamos y anhelamos es que sea en verdad para mejorar la condición humana.

Mientras tanto, la imagen que comparto para este artículo que podrá parecer medianamente curiosa; a partir de ella podríamos escribir todo un tratado filosófico muy humano.