¿Es viable adoptar la Agilidad como cultura Organizacional?
A continuación el texto del video:
Parece que hoy en día, los grandes directivos en las organizaciones, junto al área de recursos humanos, sienten que enviar a sus colaboradores a un entrenamiento de Scrum o simplemente contratar a alguien por tener un certificado, sería suficiente para mejorar la calidad y la rapidez en la entrega de un producto o servicio a sus clientes. Piensan que la “Agilidad” es cuestión de moda, y que el sólo hecho de tener a su personal capacitado, hará que su empresa eleve sus estándares… pero no hay nada más alejado a la realidad que esto. Soy Rodrigo Alexander Ramírez, y muy brevemente, te daré un punto de vista para que puedas considerar si la Agilidad es viable para tu organización.
La palabra Agilidad procede del vocablo latino “agilĭtas” que alude a la condición de ser ágil, y también del sufijo abstracto “idad” que indica “cualidad de...”, en consecuencia, la Agilidad, es la aptitud que tiene alguien de ejecutar rápida, pronta, ligera y eficazmente tareas de índole física o intelectual, y para lograr esta destreza o aptitud, el ser humano requiere de entrenamiento, repetición y constancia.
La mayoría de Organizaciones desean llevar su proceso de transformación cultural, porque necesitan resolver una necesidad fundamental de romper el mercado y poder sobrevivir en este entorno turbulento y competitivo donde lo único que marcará la diferencia es la satisfacción del cliente. Así que ven en la cultura Ágil una respuesta inmediata a sus problemas. Esta idea generalizada de que la cultura Ágil es una fuente de resolución de problemas rápido y fácil (solo por el hecho de que la palabra es sinónimo de rapidez), es producto de la gran cantidad de información mal elaborada y divulgada que hay en el medio. Ven empresas como Apple, Google, General Electric, entre otras, que por tener una cultura de Agilidad, piensan que lo mismo sucederá en sus organizaciones, pero lo que no saben, es que esto no se logra de la noche a la mañana. Si deseas resolver hoy, o mañana o el próximo mes, tus problemas en los proyectos respecto a la calidad, el presupuesto, el tiempo, el desempeño, la colaboración y el compromiso en tu organización, a través de la sola decisión de adoptar una cultura ágil, eso es exactamente lo mismo que creer, que resolverás tus problemas decidiendo enviar a todos los colaboradores a un entrenamiento de Scrum por ejemplo, de 5 días.
Solo por decidir adoptar una cultura ágil, no quiere decir, que el día de mañana gozarás de esta condición.
Imagínate por ejemplo, que tú decides hoy convertirte en un abogado exitoso, debes saber que no lo lograrás al día siguiente solo porque lo decidiste, de lo contrario todos seríamos abogados. Para ser abogado, uno que gane mucho dinero, tiene que conocer a fondo las leyes, debes tener experiencia, lidiando con otros expertos de leyes que argumentan en tu contra y haber desarrollado la capacidad para debatir esos argumentos.
Así que si decides adoptar una cultura ágil en tu organización, deberás prepararte psicológicamente para enfrentar y aceptar los cambios, apoyar la decisión dando ejemplo, someterse a un riguroso plan, entrenar y no desistir. Tal como lo hace el poderoso equipo de Rugby de Nueva Zelanda, su condición, de ser los mejores del mundo, no termina cuando logran el título de campeón del mundo, ellos mantienen su hegemonía porque inclusive, después de ser campeones, siguen entrenando.