Esa maratón llamada tesis

Hoy puedo decir con orgullo que mi primera doctoranda ha defendido con éxito su tesis doctoral y ya es, oficialmente, la Doctora Pilar Terrón López.

Me gustaría tener más mérito en el asunto, la verdad, pero siendo un motor de entropía como soy, ha sido Pilar la que ha encauzado a su director más que al contrario. Trabajar en la tesis con Pilar ha sido un ejercicio en disciplina para mi, pero he quedado maravillado ante el hecho de que los 24 meses que se planteó como meta se han cumplido al dedillo.

La Psicología del Color en la interfaz gráfica del videojuego era un tema intimidante, sobre todo para alguien que no tiene formación en psicología y que encima es daltónico. Pero aceptamos el reto para continuar construyendo sobre los robustos cimientos que Pilar había establecido con su Trabajo Fin de Máster.

Lo que continuó fueron meses de aprender, equivocarnos, re-aprender, trabajar juntos, trabajar a distancia, revisar de noche cuando los niños se habían ido a la cama. Contestar a revisores desde la playa, desde Granada, e incluso, desde Helsinki. Pero lo logramos. Lo logró.

Fue una carrera de fondo donde tuve la suerte de ir conociendo a más fantásticas personas que quisieron apuntarse a llevar su tesis bajo mi tutela, Lidia, Marina, Sandra. Pero rompiendo el hielo de las difíciles y oscuras aguas de la investigación doctoral estaba Pilar. A través de su viaje he aprendido como ayudar a las que vendrán detrás.

Ha sido un experiencia fantástica, con sus claros y sombras, pero muy enriquecedora y por la que solo puedo estar agradecido.

Lo has hecho fenomenal, Pilar, ha sido un honor.