Escribiendo desde el punto de vista del lector.
Seguro que, todos los ciudadanos españoles, nos hemos enfrentado alguna vez a algún documento de la administración pública que nos ha parecido que estaba escrito de una manera recargada, formalista y difícil de entender.
El problema principal que tiene usar el lenguaje administrativo para dirigirse a los ciudadanos es que está muy alejado de la forma en que ellos necesitan que le transmitan la información. Es el motivo por el que los documentos de las administraciones públicas son tan complejos de entender.
Y es que cuando escribimos un texto o documento lo hacemos basándonos en nuestro propio punto de vista. Para escribir, normalmente, nos basamos en nuestros conocimientos sobre el tema que escribimos, nuestras habilidades para leer o en nuestro bagaje cultural, entre otras cosas.
Pero seguramente nuestra audiencia no tiene los mismos conocimientos que nosotros, ni nuestras mismas habilidades para leer ni nuestro bagaje cultural.
En este artículo os vamos a explicar las principales diferencias entre el punto de vista de quien escribe y el punto de vista del lector. ¡Esperamos que os sea útil!
1. El conocimiento sobre el objetivo del material.
Cuandotú escribes ya sabes sobre qué es el material y cómo quieres que la gente lo use.
Tus lectores sólo se lo pueden imaginar. Tus potenciales lectores se tienen que imaginar sobre qué es el material y qué se supone que tienen que hacer con él. Es posible que sea la primera vez que ellos ven el material.
2. Familiaridad con el tema que se trata.
Tú ya tienes un conocimiento extenso del tema. Tú lo conoces bien y entiendes mucho más de lo que escribes en el documento. A lo mejor, incluso eres un especialista en el tema.
Tus lectores tienen un conocimiento limitado sobre el tema. Es posible que para la mayoría o muchos de ellos no sea un tema familiar.
3. Nivel de interés y tiempo invertido.
Tú has gastado tiempo y recursos en producir el materialy seguro que tienes grandes expectativas sobre su uso e impacto.
Tus lectores pueden tener un interés mínimo en el tema. El material podría captar o no captar su atención e interés. Para muchos lectores tu material es una de las muchas cosas que leen o hacen. Además, la gente puede tener o no tener la voluntad de pasar tiempo en ese material escrito, dependiendo del asunto que trate.
4. Habilidades para leer y entender.
Tú tienes muy buenas habilidades para leer. Eres capaz de leer y entender muchos textos con facilidad. Leer es tan fácil para ti que podrías pensar que toda la gente lee con la misma facilidad que tú.
Tus lectores podrían tener habilidades para leer pobres o medias. Es probable que muchos o gran parte de tus lectores tengan habilidades medias para leer en el mejor de los casos. Pueden tener problemas para leer y entender el material que a ti te parece simple.
5. Cómo se lee el material.
Tú esperas que tus lectores lean el material cuidadosamente y completamente. Tú esperarás que lo lean todo, desde el principio al final.
Tus lectores probablemente lo leerán por encima y saltarán algunas partes. La gente con frecuencia echa primero un vistazo al material para decidir si merece la pena leerlo. Ellos podrían leerlo selectivamente, enfocándose en partes que en su criterio son más importantes que las demás.
6. Habilidad para concentrase.
Tú te puedes concentrar fácilmente. Cuando estás creando, revisando o repasando el material, puedes darle tu atención completa, y leerlo en secuencias desde el principio hasta el final.
Puede ser que tus lectores tengan problemas para concentrarse. Las exigencias y problemas de la vida podrían estar ocupando toda su atención. La gente con problemas de salud puede tener dificultades para enfocarse en el material y asimilar su significado, incluso si son lectores habilidosos.
7. Tiempo pasado con el material.
Tú has pasado mucho tiempo con el material. Lleva tiempo planearlo, crearlo, revisar y editar cualquier material escrito. Probablemente también has leído algunas partes del material una y otra vez. Después de leer algo una y otra vez, es difícil recordar lo que parecía cuando lo leímos por primera vez.
Tus lectores podrían pasar muy poco tiempo con el material. El tiempo que la gente pasa con el material depende de muchos factores, incluso del material mismo, de sus intereses y motivaciones, de sus habilidades leyendo y de sus necesidades. Quizá poca gente lo lea más de una vez, o lo lea completamente de principio a final.
8. Interpretación de su significado.
Tú esperas que los lectores interpreten el material como tú pretendes.Has hecho un esfuerzo por ser claro, y probablemente estás esperando que el lector encuentre pocas dudas o interpretaciones alternativas de lo que está escrito.
La reacción de tus lectores puede variar. Tus lectores podrían encontrar un significado diferente al que tú pretendes dar. La gente interpreta activamente lo que lee, basándose en su bagaje cultural, conocimiento, experiencia o circunstancias.
9. Cómo se utiliza el material.
Tú esperas que los lectores utilicen el material de la manera que tu pretendes. Cuando creas un material escrito es por alguna razón: generalmente hay algo específico que quieres que los lectores hagan. Quieres que tu material provoque esta reacción en ellos.
Como tus lectores lo usen depende de muchos factores.Lo que la gente hace depende de factores que difieren dependiendo de la persona y de la situación. Estos factores dependen de cómo de fácilmente lo entienden, de si lo encuentran personalmente interesante, de cómo de motivados estén, y de cómo de viable y apropiado les parece tomar la acción que les pides.
Si tienes en cuenta estas diferencias a la hora de crear tus materiales, vas a conseguir documentos que tienen más en cuenta las circunstancias de las personas que van a leerlo. Como consecuencia ellos van a entender mejor lo que queremos decirles. Los ciudadanos se sentirán más preparados para participar en los trámites administrativos, y también, sentirán que quien ha escrito el material ha pensado en ellos para escribirlo.