¡Esos momentos inolvidables!
¿Eres de las personas que abrazan mucho, y a todo el mundo, o eres como yo, de las que abrazan poco, pero cuando lo hace, lo hace con el corazón?
Esta mañana, antes de comenzar el día y mientras meditaba, vino a mi mente un recuerdo precioso, un abrazo muy, muy especial.
Piensa en esta pregunta, ¿cuándo fue para ti, la última vez que diste y recibiste un abrazo tan especial, que aun hoy recuerdas?
Piensa. Recuerda. Disfrútalo.
Los abrazos que dimos y recibimos, y recibimos exactamente lo mismo que damos, (es física y ley universal, toda causa tiene un efecto y viceversa), fueron formas de expresar muchas cosas, que a veces con palabras, no podemos verbalizar.
Pero ¿por qué decidimos abrazar a alguien (o algún ser vivo), en algún momento de nuestra vida?. Tal vez estamos buscando aprobación en la otra persona de que somos merecedores de ser amados, o tal vez sentimos internamente (el ego nos hace creer que estamos solos), y por esa razón, queremos encontrar a alguien que justifique lo contrario, que con un abrazo nos recuerde que no estamos solos. ¿O es simplemente porque abrazar es una de las experiencias más maravillosas que existen?
Piensa en aquel abrazo tan significativo para ti, en aquel momento de tu vida, ¿en qué situación te encontrabas, qué estaba ocurriendo? (tal vez ese abrazo ocurrió para ti esta misma mañana y en ese caso, qué emociones sentías antes de darlo y recibirlo?
Pero ¿por qué hay abrazos que recordamos mas que otros? Esa pregunta es importante.
Qué significado le damos a algo, en este caso un abrazo, y qué importante puede ser el ser consciente de este momento presente de nuestra vida. Éso es lo que cuenta ahora, ya que sólo el presente es el único momento en que podemos crear, dar y recibir.
Pensemos en nuestros padres.
Sabemos que la vida es la constante del cambio, y que ni ellos, ni nosotros estaremos aquí algún día para abrazarnos. ¿Si hoy fuese nuestro último día en este precioso mundo, que no será así, les darías un abrazo a ellos?, y ¿qué les dirías (con una palabra o una frase)?.
Pensemos en nuestros hermanos y hermanas.
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¿Si hoy fuese nuestro último día, que no será así, les darías un abrazo?, y ¿qué le dirías?
Pensemos en los hijos, familiares, amigos,...
Pensemos en esas personas que aun significan algo para nosotros aunque sea por un instante.
Respira. Confía. Recuérdales. Disfrútalo:
En ese precioso instante, con gran aprecio y gratitud, enviémosles un abrazo, si no pueden estar cerca, porque en algún momento de nuestra vida lo estuvieron, y hoy, lo podemos recordar... mañana, ¡no sabemos qué va a pasar!
Por eso, abracemos hoy, amemos hoy, demos gracias hoy, compartamos hoy, riamos hoy, bailemos hoy,... porque es ahora, cuando podemos hacer, amar, decir, compartir, reír, bailar... y si un día no podemos hacerlo, sabremos, que cuando se nos dio la oportunidad, la tomamos, como en algún momento, elegimos a esas personas para dar ese abrazo tan especial.
¿Lo más bonito de todo esto, sabes qué es? saber que cada instante que nos regala la vida, podemos hacer una gran diferencia, no sólo en nuestras vidas, sino también en la vida de todos los demás...
Y un recordatorio muy importante, que el abrazo más grande, y más bonito que des, sea el que compartes contigo misma/o cada día, ¡como hice yo esta mañana! Esos son los abrazos que se dan desde el corazón, ¡y los que siempre, siempre recordaremos!
Hagamos que hoy cuente, y si podemos abrazar, abracemos, porque en cada abrazo se comparte vida, paz, amor, esperanza, gratitud,... lo que sea que ¡tú eliges compartir!
Yo hoy elijo despedirme ¡con un gran abrazo!
Helena