Espiritualidad y Productividad, Religion y Trabajo
En este articulo les traigo una visión de como podemos unir Religión, Espiritualidad, Productividad y Trabajo. Analizando las ideas de 5 religiones, pretendo mostrarles algunos puntos en común que los lleven a motivarse y a desarrollar devoción por su labor. Espero lo disfruten y les sea útil para su camino!
Uno de los conceptos que suele generar conflicto para muchas personas es que la producción de alguna manera va en contra de diversas religiones, y sobre todo de la espiritualidad.
Muchos de nosotros tenemos en nuestra mente las imágenes de la entrega desinteresada de profetas y santos, también la de Jesús o Buda, a Dios en el caso del primero, y a la existencia sin apegos en el caso del segundo.
Krishna, dentro de la tradición Hindú, también nos hablará del deber y de actuar sin apego a los resultados, y el Antiguo Testamento está lleno de pasajes que nos ponen a Dios por encima de toda ambición material.
En este punto, pareciera que el camino hacia la paz espiritual está necesariamente reservado a la entrega hacia una vida completamente desposeída, austera e improductiva. Algo que llevaría a la sociedad humana probablemente al colapso, situándonos en la posición en la que solo algunos monjes podrían realizarse espiritualmente en esta vida, y el resto deberíamos dedicarnos a trabajar, probablemente también para ellos.
Pero esta interpretación, es solo una forma de ver las cosas. Por ejemplo, dentro de las religiones abrahámicas, dos vertientes de la iglesia católica, el Luteranismo y el Calvinismo, dieron origen a una interpretación de la Biblia basada precisamente en la maximización de la productividad. Y previo a ello, en la Edad Media, el rol del Siervo que entrega su trabajo a Dios nace precisamente de la influencia de la iglesia católica en el pensamiento, la cual será la base del Feudalismo.
Según Weber, el espíritu protestante basado en el Calvinismo va a ser la base del capitalismo, por la relación entre el éxito en el trabajo como forma de probar la salvación ante Dios, mediante los frutos del mismo, y el ahorro consecuente de llevar una vida austera al recolectar sus frutos pero minimizando los gastos.
Mas allá de estas interpretaciones, desde mi punto de vista, la espiritualidad, la religión y la productividad no solo son compatibles, sino que son altamente complementarias. Y en este artículo voy a dar un breve recorrido por algunas de las corrientes religiosas principales y lo que tienen que enseñarnos acerca de la productividad.
1. El Hinduismo
Este apartado lo voy a basar principalmente en el Bhagavad Gita porque creo que de él provienen las enseñanzas más sabias en relación al trabajo, la disciplina y la productividad. El Bhagavad Gita está basado en la conversación entre Arjuna y Krishna, en medio de una guerra. El deber, la disciplina y la acción sin apego son los temas centrales y dejan enseñanzas fundamentales para guiar nuestro accionar en el trabajo.
Verso 49 del Capítulo 2: "¡Oh Dhananjaya (Arjuna), mantente alejado de las acciones insignificantes motivadas por el deseo! Refúgiate en la inteligencia del discernimiento. Aquellos que buscan los frutos de sus acciones son miserables!"
¿Cuántas veces nos distraemos en nuestros trabajos por deseos personales y dejamos de escuchar la voz del cliente? ¿Dejamos de entender lo que precisa el prójimo, presionamos ventas que no benefician a nadie o estamos tan centrados en maximizar nuestro beneficio que olvidamos la perspectiva del comprador? Uno debe enfocarse en realizar sus deberes con dedicación y habilidad, dejando los resultados de esas acciones a la voluntad divina. Este desapego de los resultados (egoístas) no solo libera a una persona del ciclo de causa y efecto (karma) sino que también conduce a la paz y la satisfacción interna.
Capítulo 2, Verso 47: "Tu derecho es solo a realizar tu deber, pero nunca a sus frutos. No consideres a ti mismo la causa de los resultados de tus actividades, ni estés apegado a no hacer tu deber."
¿Cuántos de tus resultados son solamente propios? ¿Y tu equipo? ¿Tus proveedores? ¿Tus procesos? Decir "Soy el mejor en esto" puede darte unos momentos de satisfacción personal, pero también puede poner frente a ti sesgos enormes que te transformen en inútil e improductivo. Más aún, podrías dañar las ideas de tu equipo de trabajo por una actitud soberbia. Debes entregar el máximo a tu equipo y a tu cliente sin querer atribuirte el éxito constantemente.
Capítulo 18, Verso 48: "Todo esfuerzo está cubierto por algún defecto, como el fuego está cubierto por humo. Por lo tanto, uno no debe abandonar el trabajo prescrito, oh descendiente de Kuru, incluso si este está lleno de defectos."
La perfección es imposible, abandonar es tentador. ¿Cuántas veces quisiste abandonar porque tus resultados no eran los mejores? Nadie tiene un producto o servicio perfecto; hay que trabajar constantemente en mejorarlos, pero nunca dejar de trabajar.
Capítulo 6, Verso 5: "Eleva al yo por el yo; no degrades al yo. Pues el yo es el amigo del yo, y el yo es el enemigo del yo."
El autocontrol y la disciplina, por sobre todas las cosas; tú puedes ser tu propio enemigo. Tu ego y terquedad pueden llevarte por los caminos más torpes e inútiles que puedas encontrar.
2. El Taoísmo
Proveniente de China, el Taoísmo es más una filosofía que una religión, pero tiene ideas poderosas que se han transmitido por siglos desde la sabiduría de Lao Tzu.
"Por el estudio se acumula día a día. Por el Tao se disminuye día a día. Disminuyendo cada vez más se llega a la no-acción. Por la no-acción nada se deja sin hacer" (XLVIII, Tao Te King)
La enseñanza del Wu Wei, a mi parecer, es el corazón de la paciencia y productividad china. Fluir con el Tao, dejar de querer controlar lo incontrolable, nos hace hacer más al hacer menos. Este principio es el mismísimo principio de eficiencia. ¿Podemos cambiar la forma en que piensan nuestros clientes? ¿Podemos cambiar cómo compran o cómo se comportan? El gasto energético que queremos usar para influir en sus comportamientos es enorme y conlleva grandes frustraciones. Es mejor aprender, entender y fluir con ellos. Actuar en sintonía con ese flujo es multiplicar los resultados.
"Quien actúa, fracasa. Quien tiene, pierde, Por esto, el sabio nada hace y no fracasa; nada posee, y nada pierde. El hombre suele malograr la obra cuando va a concluirla. Cuidado del final como del principio, ninguna obra se perdería" (LXIV, Tao Te King)
La trascendencia tiene que ver con la acción, y el éxito de la acción tiene que ver con el desapego y la fluidez. Acumular, aferrarse y prometer es dejar de fluir y entregar, por eso tuvieron tanto éxito los sistemas Lean. Trascender es dejar marcas, es ir más allá de la palabra, el apego y el control. Cuando tu trabajo fluye, supera tus promesas, tus apegos, y las expectativas de tus clientes.
"El mejor líder es aquel del que la gente apenas sabe que existe. El siguiente mejor es aquel que es amado y alabado. Luego viene el que es temido. El peor es aquel que es despreciado... Confía en las personas; déjalas solas". (XVII, Tao te King)
Las enseñanzas de liderazgo nacieron mucho antes que las empresas modernas. El mejor líder es el líder silencioso, el que hace, el que entrega, el que ayuda, el que no busca ser reconocido. El que empuja y no está pensando constantemente en el ascenso, en el dinero o en el reconocimiento. Ese líder es líder en todos lados y es, por lejos, el más productivo
3. Judaísmo
Basado principalmente en las escrituras de la Torá, lo que conocemos como el Antiguo Testamento en Occidente, y las discusiones del Talmud.
Génesis 2:15 dice: "Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase".
En Pirkei Avot 2:10 se afirma: "Ama el trabajo y detesta la actitud autoritaria...". Y en 2:2 se dice: "... Toda Torá que no esté acompañada de trabajo terminará por desaparecer y ocasionará pecado...".
El Judaísmo valora el trabajo y la productividad. El trabajo no solo es valioso por sí mismo, sino también como un medio para mantener a la persona centrada y alejada de la tentación. Nuevamente, la tentación y el deseo nos desvían del trabajo y el resultado de nuestras acciones.
Levítico 19:13 prohíbe: "No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana". Éxodo 20:15 establece: "No robarás". Y en Levítico 19:11 se advierte: "No engañarás uno al otro".
También se valora la ética empresarial y la justicia económica. El trabajo es productivo siempre y cuando se base en la ética, la justicia y las remuneraciones adecuadas. ¿Qué empresa puede considerarse productiva si paga salarios bajos? Algunas podrían parecerlo por un tiempo, pero eventualmente caerán por su propio peso.
En el Talmud, en el Tratado de Kidushin 29a, se dice: "Todo el que no enseña a su hijo un oficio, es como si le enseñara a ser ladrón".
En Avot 2:16, se encuentra la famosa cita de Rabí Tarfón que dice: "No es tu deber terminar el trabajo, pero tampoco eres libre de desistir de él".
Se valora la creación del oficio y el trabajo. El sentido de que nuestra responsabilidad es esforzarnos y ser productivos, aunque el resultado final pueda estar fuera de nuestro control. Pero también ayudar a que nuestros seres queridos se desarrollen y puedan ofrecer su trabajo al prójimo.
Pirkei Avot (Ética de los Padres) 4:1 enseña: "¿Quién es rico? Aquel que se alegra con su porción".
Seguir el camino del trabajo siendo felices en el camino. El camino debe estar lleno de felicidad en sí mismo y no comparar lo que tenemos con lo que tienen otros, uno de los grandes obstáculos a la productividad es querer copiar lo que hace el otro para tener su dinero, en vez de concentrarnos en mejorar lo que sabemos hacer sin envidiar al otro.
El Talmud también, en Baba Metzia 58b, discute el concepto de "ona'ah", o engaño, advirtiendo contra el sobreprecio excesivo y la explotación de la ignorancia de los demás en las transacciones comerciales.
Los comerciantes más justos, conducentes y éticos siempre van a ser de preferencia de los consumidores. La ética no es solo la fuente del bienestar espiritual, sino también la fuente de clientes fieles.
Son muy importantes también las enseñanzas del judaísmo respecto de la educación y el desarrollo:
Gran enseñanza de Maimónides en su "Mishné Torá" describe ocho niveles de Tzedakah, donde el anonimato de dos puntas se transforma en la mejor forma de dar, dejando nuestro ego y el dolor de la parte receptora. Pero el máximo nivel de Tzedakah es ayudar a alguien a desarrollarse o insertarse en el campo empresarial, aportándole el mayor nivel de dignidad y felicidad cuando él o ella también pueda dar.
Tal vez sea la lección más grande de productividad: mientras más personas nos desarrollemos y trabajemos, la productividad irá en crecimiento, y también la felicidad porque nadie va a tener que vivir de la caridad de otro.
Por último, sobre la riqueza y la trascendencia, algo que impacta mucho en el valor del trabajo y la productividad:
Proverbios (Mishlei) 22:2 señala: "El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo el Señor".
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Y el Talmud, en el Tratado de Taanit 23a, relata la historia de Honi HaMe'agel, quien pregunta por qué ve a un hombre plantando un árbol de algarrobo que no dará frutos en muchos años. La respuesta enfatiza el concepto de hacer obras para el beneficio de las generaciones futuras, sugiriendo que la riqueza y los recursos deben usarse para fines que trasciendan el beneficio personal inmediato.
Ambos pasajes enseñan que los hombres somos pasajeros, que el trabajo consciente nos trasciende y beneficia a generaciones futuras. ¿De quién es Apple? Steve Jobs fundó Apple, pero luego de su muerte, Apple sigue funcionando, no se fue con él. Su idea, su empresa, se expandió a sus accionistas y trabajadores, y hoy en día, sus ideas dejaron una organización que trasciende a su fundador.
4. Budismo
El budismo está basado en las enseñanzas de Sidarta Gautama, un joven príncipe que renunció a sus riquezas y se entregó al camino de la iluminación. Muchas de sus enseñanzas se usan actualmente para la mejora de procesos, ya que prestar atención al presente y fluir con nuestro trabajo nos permite eliminar aquellas actividades y procesos altamente ineficientes que podríamos haber repetido dañinamente durante años.
"Hay, joven cabeza de familia, seis malas consecuencias del ser adicto a la pereza: uno no trabaja diciendo: Que está muy frio. Que hace mucho calor. Que es demasiado tarde, por las tardes. Que es demasiado temprano, por las mañanas. Que está extremadamente hambriento.Que está extremadamente lleno. Viviendo de esta forma, deja muchas deudas impagadas, los nuevos recursos económicos no llegan, y las riquezas que poseía van desapareciendo”. (Adaptación de Sigalovada Sutta)
El trabajo, al igual que en el Judaísmo y el Gita, se realiza de forma dedicada y decidida. Dejar un camino a medio hacer solo genera interrupciones y procrastinación. La queja y la negatividad solo nos quitan nuestra producción, la producción que usaremos para poder comprar la producción de otro y vivir bien.
"Un discípulo del Noble, alejándose de un modo de vida incorrecto, se gana la vida con un modo de vida correcto." (Samyutta Nikaya 45.8, Magga-vibhanga Sutta)
La ética lo es todo; los caminos incorrectos están siempre ahí, tentándonos para ahorrarnos el esfuerzo. Seguirlos es un primer paso hacia nuestra perdición; quien los evita, se obliga a sí mismo a obrar siempre en rectitud. Y tarde o temprano, esa conducta será agradecida con mejores y más consistentes resultados.
"Un estúpido haragán, empapado en glotonería, absorto en el sueño, revolcándose siempre como un cerdo relleno que engorda con bazofia, aquel, renacerá una y otra vez." (Dhammapada, Verso 23)
Quien se queda atascado, quien pospone, quien hace todo con pereza, se está limitando a sí mismo y a su futuro. En un ciclo sin fin de Samsara la pereza solo puede repetirse una y otra vez, atrapándonos en nuestras propias cadenas. Las distracciones serán muchas; pero el enfoque y la diligencia serán recompensados con mayor y mejor productividad.
"Aquí, un monje permanece contemplando el cuerpo como un cuerpo, diligente, con conocimiento y atención plena, superando la codicia y la tristeza en el mundo." (Satipatthana Sutta, Majjhima Nikaya 10)
La codicia y la tristeza son dos caras de la misma moneda. Hoy somos los mejores, mañana somos unos desgraciados. Un pequeño derrumbe de las acciones de Tesla puede derrumbar a Elon Musk. La diligencia, el trabajo y la atención van más allá de los movimientos del ego y la codicia. La recompensa viene sola; viene si estamos enfocados en el trabajo diligente que ofrecemos al prójimo.
"Piensa no ligero del mal, diciendo, 'No me afectará'. Por la caída de gotas de agua se llena un jarro; el tonto se llena de mal, aunque lo recoja poco a poco." (Dhammapada, Verso 121)
La acumulación de puntos de fuga, de errores repetidos, de caminos acortados salteándose pasos importantes, fallos en tus procesos; y tarde o temprano, los puntos de fuga se transforman en puntos de quiebre. Y todo aquello que crees que te ahorraste te termina saliendo más caro que si sumaras todos esos pequeños ahorros juntos.
Por último, el noble óctuple sendero budista puede ser una excelente guía para triunfar en nuestros emprendimientos y ver el fruto de nuestro trabajo crecer:
Entendimiento Correcto: Comprender las Cuatro Nobles Verdades (Verdad, Origen, Cese y Camino frente al sufrimiento). Aceptar el sufrimiento (o nuestros fallos en el trabajo), entender su origen desde el deseo egoísta desde la ignorancia, saber que cortando las causas se corta el sufrimiento, y seguir el óctuple camino para cortar el ciclo.
Octuple camino:
Pensamiento Correcto: Cultivar pensamientos de renuncia, no malevolencia y no crueldad. Nuestros clientes, nuestros compañeros de trabajo son nuestro prójimo y para ellos trabajamos, para ayudarlos, nunca para dañarlos o aprovecharnos.
Palabra Correcta: Evitar la mentira, la calumnia, la rudeza y el chisme. La negatividad, el odio, el resentimiento, solo dañan nuestros espacios de trabajo, nos impiden proyectar y lograr cosas.
Acción Correcta: Practicar la no violencia, no robar y no cometer actos sexuales indebidos. En el caso del trabajo, no robarle a tus compañeros o empleados, ni a tus clientes; no ser violentos con ellos, no acosarlos ni abusar de ellos.
Modo de Vida Correcto: Evitar medios de vida que causen daño a otros. Tus clientes mantienen viva tu organización, tus trabajadores son tus socios, trátalos con amor.
Esfuerzo Correcto: Cultivar lo bueno y prevenir o eliminar lo malo. Esfuérzate para crecer y atraer lo bueno, alejando los caminos fáciles y malos.
Atención Plena Correcta: Ser consciente de cuerpo, sentimientos, mente y fenómenos. Es una gran lección para tus procesos, mantiene conciencia plena sobre tus procesos, sobre lo que haces con tus clientes, con tu producción, y evita repetir viejos errores o maltratar por automatismos.
Concentración Correcta: Desarrollar la meditación para alcanzar estados profundos de tranquilidad y visión. Practicando la meditación podemos usar la energía justa en las actividades más productivas sin distraernos con banalidades.
5. El cristianismo
Por ultimo, no pueden faltar los aportes del gran Jesús, quien con sus enseñanzas marcó la historia de occidente. Hay también una forma Jesuita, mas allá de Calvinistas y Luteranos, que puede asociar nuestro trabajo con nuestra espiritualidad.
Las parabolas de Jesus suelen ser relativamente largas, al igual que sucede con las historias del Talmud Judío, pero vamos a intentar resumir las ideas de algunas de las parábolas mas famosas.
"Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron2 aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.
Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes1, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción." (Mateo 7:24-29 LBLA)
Es decir, quien trabaja bien sus cimientos, se compromete con su calidad y con sus estándares, y actúa en rectitud con ello, estará preparado para afrontar cualquier adversidad. Quien solo se concentra en cerrar tratos, no da un servicio de calidad, y no ofrece un trato justo siempre, su trabajo está en riesgo a la mínima amenaza.
"El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas." (S. Lucas 16:10-11)
Esta es la parábola del mayordomo que malgastaba los recursos ajenos. Si estamos dispuestos a servir a la avaricia de unos malgastando los recursos de otros, nos volvemos poco confiables. Quien es usurero en su propio beneficio, solo para su propia riqueza perderá tarde o temprano la confianza de sus clientes, de sus socios, y quedará solo.
"Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna" (Juan 6:27).
El verdadero valor del trabajo es trascender con él, es crear nuevas soluciones, es ayudar a la sociedad a avanzar. La gran mayoría de lo que entregues va a ser consumido y va a perecer. Pero aquellas cosas que aprendas, que des y enseñes van a trascender tu existencia, y serán recordadas en el corazón de quienes trabajaron contigo. Si trabajas para lo trascendente irás siempre más allá de las expectativas diarias.
"Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo" (Juan 5:17).
La existencia es trabajo, la energía es trabajo, la vida es trabajo. Quien no trabaja está muerto en vida, porque cada ser en la naturaleza, cada célula está trabajando, cada molécula está trabajando.
"La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros—les dijo a sus discípulos. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo" (Mateo 9 37:38).
Hay mucho por dar en esta vida, mucho por hacer, muchos recursos por utilizar, pero pocos están dispuestos a entregar su sudor por un futuro mejor. El reino de los cielos, la felicidad, la paz, y un mundo mejor, le pertenecen a quienes trabajan.
Conclusiones
El alcance de este articulo se extendió mucho mas de lo que pensaba, pero disfruté muchísimo construyéndolo. Hay muchos puntos en común entre diversas tradiciones religiosas. El mundo del trabajo y la productividad no solo es compatible con la espiritualidad, sino que hasta podría decirse que la espiritualidad es importante para nuestro futuro productivo.
Trabajar conscientes, entregados, desapegados, de forma recta, justa, ética, dejando de lado el ego y la soberbia, centrándonos en los procesos, caminos y la entrega al otro es siempre una fórmula de éxito.
Les deseo lo mejor en esta vida, en su camino laboral, con sus socios y sus clientes.
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10 mesesHola Nicolas, muy buen post!, En mi caso, me identifico más con el Taoísmo...