¿Estás listo para innovar en digital?

Sector público y privado se ven frente al enorme reto de reorganizarse y crear nuevos canales, equipos y estructuras para llevar a cabo un crecimiento óptimo y de alto impacto en la ciudadanía.

Las empresas latinoamericanas se encuentran en una fase embrionaria de transformación digital. Es una etapa en la que hemos detectado la importancia que tiene capacitar talento y formar equipos que conozcan las herramientas y las manejen. 

La capacitación es un tema neurálgico en mi organización y ha estado presente a lo largo de nuestros 14 años de formación digital en Interlat.

Para entender el panorama de la madurez digital en nuestras ciudades revisemos los resultados que arrojó la encuesta realizada por Glue Executive Searche; allí el nivel digital de las empresas latinoamericanas se distribuye de la siguiente manera:

• Principiantes 21%
• Medio 57%
• Avanzado 16%
• Experto 7%

En este sentido, estamos frente a un panorama que requiere la apertura a nuevas maneras de afrontar los requerimientos de la “era del conocimiento” como muy bien lo dijo Nadia Lazarowski, Country Manager de Interlat en Argentina. 

Su última ponencia en el #LatamDigital Buenos Aires me ha dejado pensando en algunos temas puntuales que me gustaría destacar y que son esenciales para el proceso que vivimos este año.

Innovar en pocas palabras

Innovar se resume en identificar problemas que son relevantes, parafraseando el testimonio de Nadia. Se trata de resolver de manera sistemática y de forma completa, circunstancias o requerimientos que la audiencia ha demostrado necesitar. En el caso del sector privado se trata de atender el consumo de productos o servicios. En el caso del sector público de atender a la ciudadanía por medio de los servicios prestados. 

Es importante entender que desde ambos sectores existe la responsabilidad de tomar las decisiones oportunas enfocados en mejorar el bienestar de las personas. En algunos casos toca decidir por adelantado, lo que necesita de mucha atención y dedicación al ejercicio de escucha social.

El objetivo es generar soluciones que puedan solventar las situaciones que enfrenta las personas en el día a día. Las marcas u organizaciones se deben centrar en identificar aquello que podemos transformar desde lo complejo a lo más simple. Buscar la tecnología pero yendo de la mano con ella, conociendo muy bien cómo aprovecharla. 

El peligro de sobrestimar

Subestimar la tecnología es una de las barreras ya superadas, en especial luego de estos meses de impulso tecnológico. Aquello que se pensaba con gran confianza hace 10 años, “no requerimos ese canal”, ya hace un tiempo que se dejó de creer. Incluso los que tienen dudas acerca de ir a internet, se cuestionan es cómo ir a ella, cómo crear nuevas formas, cómo asumir nuevos procesos de automatización.

El reto real hoy, que es quizás más peligroso que la barrera anterior, es sobreestimar la tecnología. Es un error creer que lograran sus metas sólo  adquiriendo sistemas sofisticados, software de última generación o soluciones digitales avanzadas. Aquí es importante mencionar que existe un factor humano que debe ser atendido. Las organizaciones tienen el reto de formar a su talento y tomarlos de la mano con miras a nuevos niveles de desarrollo.

Pulir los procesos internos es otro de los requerimientos principales para innovar y llevar con éxito las organizaciones, públicas o privadas, a un nuevo desempeño. Las posibilidades de solventar problemas de organización, de jerarquización, de gerencia de talento con una adquisición tecnológica es nula.

Una institución bien plantada, con objetivos claros, con capacidad organizativa, con procesos internos pulidos y en buen funcionamiento, podrá innovar por medio de soluciones tecnológicas de avanzada.

Los objetivos no se cumplirán solos, asegurar las piezas, posicionarnos bien en la marca de partida y mantener la mirada en el punto de llegada es fundamental. Las herramientas que usemos para agilizar o solventar el recorrido del camino es un factor extra, muy necesario y muy importante, pero de igual forma se requerirá de un talento capacitado que sepa manejar esas herramientas y sepa sacarle el mayor provecho.

¿Cómo abordamos el reto?

Conociendo qué y cómo. Se trata de identificar problemas reales y emparejarlos con soluciones prácticas, concretas, al alcance, sencillas en su manejo y realización. 

Buscar orden en el caos. Los tomadores de decisiones requieren encontrar un espacio de quietud para conocer lo relevante. Sumergidos en la era de la información los encargados de equipos o de organizaciones pueden confundirse  entre lo que realmente es importante y aquello que en realidad no es trascendente para los receptores de servicios.

Establecer prioridades. Una de las formas de evitar el ruido es mantener muy claro lo que es en realidad importante. En dónde pondrás el foco, cuáles son los objetivos de tu organización. Allí es donde debes mantenerte, la propia visión y misión de tu corporación serán una excelente brújula que te mantenga en el camino correcto.

Rechazar las respuestas incompletas. Es un tema de visión. Cada paso debe estar pensado. Tener sumamente claro a dónde se quiere llegar, de nuevo: cuál es el objetivo. Esto evitará la improvisación repentina. La urgencia de hacer lo que se pueda, en lugar de lo que se debe lograr.

Hacer simple lo complejo. Una máxima que hoy en día lleva cada vez a más respuestas con sentido y fundamento. No se exagera con grandes fanfarrias, exigencias o promesas. Se busca alcanzar metas bien planteadas por la ruta más inteligente. Que no es la que tenga menos trabajo, pero sí la que nos puede llevar por un sendero recto y sin tantos baches.

El tema es cultural

En ocasiones poco lo ven los líderes empresariales, pero es importante que la conversación dentro de sus equipos vaya dirigida hacia aquello que anhelan conseguir. Una de las formas es capacitando a ese profesional que los acompaña, pero también compartiendo con ellos sus intereses y dándoles apoyo para conversar de nuevas formas de presentar o realizar las actividades de la institución.

En Interlat es de gran relevancia, por ejemplo, expandir la cultura digital para ello buscamos siempre nuevas formas de acompañar a las organizaciones. Nuevas posibilidades de crear un espacio de debate donde los términos sean innovadores. En nuestra organización buscamos ofrecer soluciones de valor y el acompañamiento necesario para que esas soluciones sean lo más útiles posibles a las corporaciones.

Marcar pauta es relevante y no hay que tener miedo cuando se conoce lo que se quiere obtener y a quién se desea servir. Al final eso es lo que importa, lograr responder a esas exigencias de la sociedad en la que nos se hace vida.

Luis Carlos Chaquea B.  Fundador y Director General Interlat 

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