¿ESTÁS SEGURO DE QUE TE CONOCES?
La frase “Conócete a ti mismo” aparecía grabada en la entrada al templo de Apolo, ubicado en la ciudad griega de Delfos, hace miles de años. Constituía una invitación a la reflexión filosófica del ser humano: quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, cuestiones que buscan el autoconocimiento y el propósito vital.
La cuestión no ha perdido un ápice de actualidad. Quien de verdad conoce sus fortalezas y debilidades, fobias y filias es capaz de gestionarse en el océano de la vida, con sus tempestades y sus fases de calma, sin naufragar. Y el mundo laboral es parte de la vida…8 horas x 5 días a la semana en una gran parte de los casos.
Conocerse no radica sólo en identificar con claridad nuestros anhelos y preferencias, sus raíces profundas, sino también nuestros rasgos de la personalidad y nuestros comportamientos habituales, fruto de nuestras creencias más genuinas, las experiencias vividas y los valores con los que nos identificamos.
Disponemos de múltiples herramientas que permiten clasificar nuestra personalidad, con mayor o menor profundidad, pero me gustaría recomendar el Test de estilos de aprendizaje de David Kolb, un psicólogo americano, doctorado por la Universidad de Harvard, quien desarrolló su teoría en los años 80 y clasificó a las personas en 4 tipologías, dependiendo de cómo aprenden mejor y que, por experiencia, resulta muy útil aplicar en el entorno laboral:
- Divergentes.
- Asimiladores.
- Convergentes.
- Adaptadores
Esta sencilla herramienta nos ayuda no sólo a profundizar en nuestra propia radiografía sino también a comprender el comportamiento de las personas con las que interactuamos.
Este tipo de actividad en las compañías resulta de alto impacto y es poco costosa por dedicación de recursos materiales y horarios por parte de los empleados.
Son múltiples los beneficios que aporta:
1. Mayor conocimiento de uno mismo para entender nuestra forma de comportarnos, que permite gestionar el autocontrol
2. Mejor comprensión respecto de las actitudes de los otros miembros del equipo, que facilita un acercamiento mayor y por tanto una relación laboral más fluida y eficiente
3. Compartir un tiempo de trabajo en equipo mientras se desarrolla esta actividad, que fomenta el espíritu de equipo y el sentimiento de pertenencia a la organización
4. Una señal que enviamos al colectivo de trabajadores de que la empresa no sólo se focaliza en los números, sino también en su desarrollo personal
5. Desarrolla un espacio de confianza porque se centra en aspectos personales que compartimos en un grupo reducido de compañeros
Copio un enlace para realizar el test de estilos de aprendizaje de David Kolb en castellano:
http://tie.inspvirtual.mx/temporales/cuestionarios/kolb_1.html
Esta iniciativa tan sencilla contribuye también al bienestar del empleado y su fidelización con la empresa. Pruébala, avanza en la gestión de tus profesionales!!