Este año no les deseo nada...

Este año empecé con la idea de que cada año les deseo lo mismo de formas distintas. Se desea lo imposible y lo posible como si fueran lo mismo, para el año siguiente volver a desearles lo mismo con otras palabras. Este año es el año del cambio, de la bicicleta para algunos, el año de los que tienen buenos ojos (20/20), el año al que le falta un día. Es un año especial por lo que sea aunque, o porque, existan Trumps y Bolsonaros y otros similares en nuestras camadas locales. Vamos por los que hacen, como las Gretas Thumbergs, por los que piensan parados en la tierra y después de desear se ponen en la tarea de realizarlo para bien de los demás aparte de si mismos. Aunque en su esfuerzo solo logre avanzar un poquito.

Por ello no les deseo nada, los conmino (no sé cómo ponerlo en otra forma), los reto a que, de los deseos que tienen y los que les han deseado los realicen. Cojan los que ustedes puedan hacer. Los prioricen (a lo gerencial). Escojan 1 o dos a la vez y hagan lo humanamente posible para que no estén en la lista del año próximo. Si cae y no lo logra a la primera, o después de un tiempo vuelve a las costumbres anteriores, sepa que las líneas rectas para lograr los objetivos solo existen en los libros. Le va a tocar volver a empeñarse y saber que si no es hoy es mañana, o por lo menos un poco más mañana que hoy. Si la frustración lo llena por que los otros no lo ayudan o le ponen trabas (la envidia a los que hacen es del cotidiano), tramite su rabia y frustración (tal cual gerente) y no se regodee con lo malos que son los otros que no le dejan cumplir su sueño, o la falta de recursos, la falta de ayuda o lo que sea. Si descubre que su persistencia se convirtió en terquedad cambie de objetivo pero no pierda una ilusión, pues más de un deseo tendrá. Siéntese a gozar cada pasito que avance, que fijo le dará nuevas energías para seguir avanzando. Gócese la satisfacción de que está ensayando y no se quedó, como cada año, en el deseo y por lo menos llegó a la intensión.

Si pensaba ir a Roma y no pudo, trate de viajar a otro lugar que sea más barato y le sigue llenando la ilusión de conocer nuevas cosas. Roma será el próximo año. Si no pudo cambiar la bicicleta, cambiele los frenos que están viejos, por lo menos estarán mejor para las bajadas en que chirrea la bicicleta. Y si no pudo comprarle la joyita a su mujer o regalarle lo que pensaba, dedíquele un tiempo y mucho cariño, y de alguna manera le estará adelantando el regalo que está pendiente. Mi deseo en últimas es a la acción de cambiar, de ser mejor para que los otros lo quieran un poquito o mucho más. Lo peor que puede pasar es que esta vez, si ensayó.

El mejor de los años y por lo menos con un deseo menos de los que se repite cada año para el próximo.

Miguel

Laura Rugeles

Líder grupo Investigación en Redes Agroempresariales y Territorio -RAET

6 meses

Hola Miguel megusta lo que escribes. Siento (no pienso) que lo escribes para ti y para los demás. En mi caso lo haz logrado. Muchas gracias.

Mónica María Olarte Libreros

Phd Candidate. Project BioFinCas @ Fundación Capital| Financial Services in Agriculture

4 años

Así es Miguel, un deseo de verdad.

Eva Marquez, M. S.

Directora Ejecutiva - Marketing @ Indiana University Health

4 años

Bellísimo como siempre, gracias Migue

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