¿Estoy vendiendo o conversando? La eterna duda digital
Imagina al típico empresario moderno, rodeado de pantallas, gráficos y términos como "engagement" y "funnel". Conocemos al que, en una reunión, confunde un algoritmo con un batido de proteínas y cree que un influencer es alguien que influye en el clima.
Sí, ese mismo. Este personaje, a menudo, se encuentra en el dilema de diferenciar entre marketing digital y comunicación digital, y termina mezclando conceptos como si fueran ingredientes de una ensalada sin aliño.
El marketing digital es como el vendedor más persistente del mundo.
Su objetivo es claro: vender, vender y vender.
Utiliza tácticas como SEO, SEM, publicidad en redes sociales y email marketing para atraer clientes potenciales y convertirlos en compradores. Es el que grita más fuerte en el mercado, el que siempre está buscando la próxima gran promoción.
La comunicación digital, por otro lado, es como el amigo cercano que siempre te escucha y te entiende.
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Se enfoca en construir relaciones sólidas con los clientes, en generar confianza y en crear una comunidad en torno a la marca. Es el que te envía un mensaje personalizado en tu cumpleaños y te pregunta cómo estás.
Nuestro querido empresario, en su afán por conquistar el mundo digital, a menudo confunde estos dos conceptos. Cree que si publica un meme gracioso en Instagram ya está haciendo comunicación, o que si invierte en una campaña de Google Ads está construyendo una comunidad.
¡Error! El marketing sin comunicación es como un coche sin gasolina: llega a todas partes, pero nunca llega a destino. Y la comunicación sin marketing es como una conversación en un desierto: nadie te escucha.
¿Quieres entender por qué tu estrategia digital no está funcionando? Podría ser porque estás confundiendo el marketing con la comunicación. ¡Lee mi último post y aclara tus dudas!