ETAPAS EN LA VIDA DE UNA EMPRESA

Existen varias clasificaciones para las etapas de vida de una empresa. A mí personalmente me gusta equipararlas a la vida de los seres vivos, las empresas se conciben, nacen, crecen, dan frutos, maduran y tarde o temprano mueren. Para tener éxito en el negocio, es necesario comprender bien estas etapas y los retos que supone cada una de ellas, de modo que podamos darles solución.

1.   Concepción: es la fase en la que surge la idea como algo loco y poco a poco se va gestando. Durante el período de concepción, es importante equilibrar el entusiasmo y la motivación con un análisis real de la viabilidad del negocio. En esta etapa es indispensable elaborar un plan de negocio. Si vas a necesitar financiación, el plan de negocio será tu aliado, aunque sería preferible no recurrir a financiación externa por ahora.

2.   Alta: Tras dar forma al proyecto ahora hay que registrarlo. Tienes que buscar la mejor forma jurídica para (autónomo, SL, SA, SCom, etc.). Para ello, estudia la inversión de capital, el número de socios, las obligaciones fiscales, etc. Prepara un buen plan comercial para empezar a dar visibilidad a tu proyecto.

3.   Supervivencia: Una vez constituida, el concepto se hace realidad y empieza el período de aprendizaje y supervivencia, el más duro y desalentador, y en el que fracasan muchas empresas. En este punto, te sentirás muy solo y seguramente haciendo tú todas las funciones. ¡Pero no desistas! Es importante mantenerse centrado, con los pies en el suelo y conservar la cordura. En esta etapa deberías hacer un análisis de tus productos o servicios, preparar un elevator pitch (un breve discurso para presentar tu negocio) y algún documento de presentación de la empresa como por ejemplo un modelo canvas. ¡Y toca salir a buscar tu primer cliente! El objetivo es evidente: facturar. Pero también conviene ser cautos con los costes incurridos.

4.   Estabilización: Poco a poco las cosas van mejorando y seguimos creciendo hasta llegar al punto en el que los gastos se equilibran con los ingresos y dejamos de estar en pérdidas. Ya has conseguido ponerte en el mapa. Continúa así. Lo más difícil ya casi ha pasado. Ve aprendiendo de los errores y sigue poniendo todos tus esfuerzos en conseguir clientes y ofrecerles la mejor experiencia de cliente posible para que hablen bien de ti. Consigue buenas reseñas, sigue implementando más medidas de marketing y no pierdas el entusiasmo. Pero ten cuidado, a muchas empresas les cuesta salir de esta fase.

5.   Éxito: La empresa se va estabilizando y empieza a dar beneficios. Es el momento de empezar a empezar a hacer equipo. Es importante preparar un plan de recursos humanos y aprender a compartir y delegar tareas. Tú deberías continuar centrado en la gestión general de la empresa y tomando las decisiones. Lo más habitual es empezar contratando alguien que te ayude con la parte administrativa, pero depende mucho del tipo de negocio. La empresa debería tener una situación financiera estable, así que puedes plantearte hacer alguna inversión para optimizar los procesos, por ejemplo digitalización.

6.   Madurez: En este punto la empresa está funcionando de forma óptima. Durante la madurez podría haber otro período de expansión. Felicidades por tu éxito. ¿Tu ambición sigue creciendo? En este punto podrías invertir en I+D+i para buscar nuevos productos, o una nueva estrategia de MARKETING para explorar nuevos mercados. Sería importante llevar a cabo una buena optimización de procesos y control de costes.

7.   Muerte: Llegado el momento, puede que la empresa no funcione o bien que el dueño del negocio decida que no quiere seguir adelante. La empresa puede morir por cierre, venta, traspaso o, en peores circunstancias, por embargo.