EUROPA TIENE EL DESEO INTERIOR DE BUSCAR EL BIEN
«Europa tiene el deseo interior de buscar el bien, la libertad y lo mejor para sus ciudadanos. El hombre tiene el deseo de verdad, el mismo que cultivaba Platón, solo que se ha desviado con el tiempo hacia las verdades próximas en lugar de las últimas. El ser humano tiene deseo de la filosofía, entendida como amor al saber, amor a la dignidad racional del hombre. La quiere filosofía educar para formar hombres con libertad de pensar y de actuar, quiere ser baluarte de la dignidad del hombre para el mismo hombre, y es mérito en gran parte del legado de Sócrates inmortalizado en los Diálogos de Platón. Los filósofos, dirá Sócrates, son aquellos que «dan la bienvenida a cada una de las cosas que son en sí, y no amantes de la opinión».
El filósofo busca la verdad, quiere vivir su vida apegado a ella, no se lleva por la opinión, no alaba lo torcido, odia la corrupción, busca el progreso, apunta alo más alto. ¿Qué hombre en el fondo no desea esto? En el corazón europeo existe también este deseo, de ir siempre adelante, de «compartir un porvenir pacífico basado en valores comunes»
Un hombre formado por la filosofía adhiere su vida a la búsqueda de laverdad y logra en ella una profunda transformación. Los “amantes de la sabiduría” son hombres que han podido salir de la caverna, vieron la esencia de las cosas y ahora regresan a sus antiguos ambientes para iluminar a los demás. En este sentido se entiende por qué «Platón no cree que la persuasión ni mucho menos la coerción puedan guiar a los hombres en la vida política […] y piensa que solo la evidencia de la verdad puede conducir a una aceptación