Evaluación psicopedagógica
No se sabe con seguridad el número de personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) que existen en España, ya que no contamos con estudios poblacionales ni censos oficiales a nivel nacional. Pero el autismo está lejos de considerarse una alteración rara del desarrollo. Los estudios epidemiológicos realizados en Europa apuntan a una prevalencia aproximada de un caso de autismo por cada 100 nacimientos (Autism-Europe, 2015). Hasta dos tercios de esta población podría estar sin diagnosticar y, por tanto, sin recibir una atención específica. Esto es especialmente grave teniendo en cuenta que hoy existe la certeza acerca de que la intervención temprana mejora significativamente el pronóstico de las personas con TEA.
Aun no contamos con marcadores biológicos que permitan detectar, mediante pruebas médicas, la existencia de un Trastorno del Espectro del Autismo u otras muchas alteraciones del desarrollo. Por tanto, el diagnóstico debe realizarse a través de la observación clínica.
En HoDARI realizamos una evaluación exhaustiva y sistemática utilizando herramientas estandarizadas y tareas específicas para la evaluación de los trastornos del desarrollo. Seguimos las indicaciones de las guías de buenas prácticas para la evaluación y el diagnóstico y nos regimos por los sistemas de clasificación de las alteraciones de la salud internacionalmente aceptados (CIE-11 y DSM-5).
El proceso de evaluación se desarrolla en tres fases:
1. Entrevista y recogida de información de la familia.
En esta fase nos entrevistamos con la familia de la persona con necesidades especiales para recoger información acerca de su historia evolutiva y su sintomatología en el momento actual. Las herramientas utilizadas en esta fase son preferentemente cuestionarios y entrevistas semiestructuradas.
2. Observación directa y aplicación de pruebas estandarizadas.
En este momento del proceso, mediante actividades de juego, observación estructurada y, en su caso, entrevista, recogemos información acerca del desempeño presente de la persona evaluada en distintas áreas del desarrollo.
3. Devolución de información, conclusiones y orientaciones.
Una vez recogida toda la información, esta queda organizada en un informe en torno a distintos aspectos del desarrollo: historia evolutiva, desarrollo social, comunicación y lenguaje, juego funcional y simbólico, perfil sensorial, flexibilidad, autonomía, conducta y desarrollo cognitivo. En cada una de estas áreas elaboramos una descripción comprensible para las familias y para otros profesionales que puedan estar involucrados en el trabajo con la persona evaluada y elaboramos pautas y orientaciones útiles en el momento presente para su mejor adaptación en el hogar o en cualesquiera entornos relevantes para ella. Además de entregar a la familia este informe, también hacemos una devolución oral de toda la información de forma detallada. Las familias tienen oportunidad de resolver en ese mismo momento o posteriormente cualquier duda acerca de las observaciones y orientaciones que se elaboren para su hijo.
Si piensas que el desarrollo social y comunicativo de tu hijo podría presentar anomalías o alteraciones, contesta a este breve cuestionario de screening. Si el resultado es positivo te animamos a pedir una evaluación más exhaustiva por parte de un profesional especializado en alteraciones del desarrollo. Si el resultado es negativo, sigue observándole de cerca y estimulando su desarrollo afectivo y sociocomunicativo, y no dudes en pedir consulta con el pediatra y con los maestros del niño para tener otras fuentes de información acerca de su desarrollo.
Julia Robles
Psicologa - Directora de HoDARI
Orientador en IES Príncipe Felipe
4 años¡Hola Julia muchísimas gracias por el artículo y la info! La comparto. ¡Espero que todo vaya bien!