Excusa No. 3: "Tengo que pensar en mi familia"

Excusa No. 3: "Tengo que pensar en mi familia"

Ya conversamos sobre las excusas uno y dos, hoy finalizaré esta serie de post comentando una bien interesante, pues trata de cómo nos escondemos detrás de nuestras familias o nuestros actuales empleos, por el simple miedo a equivocarnos en nuestras decisiones.

Tener miedo no es el problema, sino lo que hacemos y decidimos cuando nos sentimos presas de él.

María Elena es un ejemplo de ello, toda su carrera profesional la desarrollo como emprendedora en el área de mercadeo y ventas, llegando a convertirse en un referente de su sector en su país, y algunos otros en latino américa.

Cuando llego a Talentous tuvimos una pequeña charla vía Skype, en un principio se escudó en su curiosidad por conocer lo que hacíamos, y, aunque nos cueste creerlo, al final nosotros mismos estamos convencidos de que nuestras "excusas" son reales.

En la entrevista, luego de dejarla hablar por un rato, le dije:

- Imagínate que estas cerrando el 2016, es diciembre y estas a punto de escribir tu lista de deseos para el próximo año, pero decides primero revisar tus logros durante el 2015 ¿Qué te gustaría dar por cumplido? ¿Cómo te ves cerrado este año?

Se quedó en silencio, por un momento pensé que se había congelado la señal.

-Wow ... sólo se me ocurre decirte que tacharía de forma definitiva lo que estoy haciendo ahora. Necesito un cambio en mi carrera, pero la verdad me siento perdida con tan solo pensarlo, pues es lo que mejor conozco.

-¿Por qué?- dije.

-Por que tengo un hijo- dijo sin pensarlo demasiado -no estoy para arriesgar en este momento de mi vida. -concluyó.

A veces nuestro deseo de avanzar es más fuerte que nuestros miedos, y es justo ese momento lo que nos impulsa a dar pasos a medias, como hizo María Elena, contactándonos pero luego intentó retroceder.

-Dime algo- proseguí - me comentaste hace un rato que hubo un momento donde decidiste emprender y desarrollar un nicho inexistente en tu mercado. En ese momento ¿estabas estable en tu carrera?, ó mas bien ¿tenías mucho que perder?

-Vaya- se sonrió mientras viajaba por los años 90 y regresó -La verdad yo decidí independizarme en un momento crítico de mi vida, porque estaba regresando de la luna de miel, y claro estábamos llenos de deudas por todos los gastos de la boda, mudarnos, etc. Para ese momento, mi esposo no tenía contratación alguna desde hacía ya unos meses atrás, y aún así yo tomé la decisión de invertir en capacitarme por casi 6 meses, en paralelo registré mi empresa y fue así como decidí apostarle a mi futuro. Fue un año muy duro, pero lo cerré con el primer gran contrato que me abrió las puertas a una carrera exitosa.

Preferí acompañar su silencio, había tocado fibras importantes en su ser.

Y esta es la belleza de la dinámica que acompaña los cambios. No importa cuántos análisis y parámetros pongas en el proceso de la evaluación, nunca sabrás con certeza si fracasarás o por el contrario tendrás éxito. Y he aquí algo que he aprendido a desarrollar en todos estos años como emprendedor, te guste o no, hay algo que llamo "intuición visceral", que necesita ser utilizado para cuando tomes tu decisión final.

Pero al igual que yo, debes aprender a reconocerlo para que no quede sepultado entre el miedo al cambio y la incertidumbre que genera dar "un paso al vacío".

¿Sabes cómo hacerlo?

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