Excusas, Drama y Vodka
A veces es miedo, otras es el temor al rechazo y otras veces es vagancia. Sin embargo, otras veces son puras excusas lo que nos mantiene lejos de lograr lo que queremos.
Pero, ¿Por qué, si a pesar de saber lo que queremos, preferimos las excusas que el hacer lo que sabemos que tenemos que hacer?
Me aúno a el autor Eric Hoffer cuando dice que hay muchas personas que encuentran las excusas más atractivas que los logros, porque para mantenerlos debes probarte de que eres tan bueno hoy como lo eras ayer. Por otro lado, cuando tenemos una buena excusa para no lograr lo que queremos, eso es todo, ya no tenemos que tratar nada, no tenemos que esforzamos porque la excusa lo justifica todo.
Extendiéndome en lo que dice Hoffer, cuando tienes una excusa para no escribir un libro o no pintar un cuadro, cuando tienes una excusa del por qué no estás llegando lejos en tu carrera o tu negocio, eso también quiere decir que tienes una excusa por no haber escrito el mejor libro, pintado la mejor obra maestra o por no ser un líder en tu carrera o en tu industria.
Por la plaga de las excusas continuas se pierden tantas oportunidades que muchas personas sucumben al drama, a los vicios (alcohol y drogas) o a la depresión.
Yo sé que es más fácil el no tener que hacer nada y dejar que la vida tome su curso. “Que sea lo que sea” y “Que pase lo que pase” como estamos acostumbrados a oír o decir.
Pero, ¿Qué de nuestra capacidad de aprender, de superarnos y crear? Estos son dotes que poseemos pero cuando permitimos que las excusas y el drama reine en nuestras vidas, terminamos siendo víctimas de lo que pase a nuestro alrededor en vez de ser co-creador con Dios de las cosas maravillosas que pueden ser posible en nuestras vida.
Piensa por un momento sobre aquellas personas que admiras, o los grandes líderes de la historia…
¿Que hubiese sido de ellos si hubieran valorado más las excusas que el potencial de sus logros?
Si los grandes inventores le hubieron hecho caso a sus excusas, hoy a lo mejor seguiríamos alumbrándonos con velas, viviríamos en cuevas y nos comunicaríamos por señales de humo.
Hay un inventor dentro de ti, o un gran pintor, o un gran cantante, o un gran escritor, o un gran líder.
No negocies el precio de manifestar tu grandeza. No permitas que las excusas nos impidan ver tu esplendor. Con vodka, otros brindarán por tus logros.
Te envío un abrazo de in-Poderamiento!
Edward A. Rodriguez
www.EdwardRodriguez.com