EXCUSAS – EXPLICACIONES – CULPA

EXCUSAS – EXPLICACIONES – CULPA

Introducción.

En el complejo entramado de la conducta humana, las excusas, explicaciones y la culpa juegan un papel fundamental en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Estos elementos, aparentemente simples, tienen profundas raíces en nuestra biología, psicología y filosofía de vida.

En este artículo, exploraremos cómo estos conceptos moldean nuestra realidad y comportamiento desde una perspectiva holística, integrando conocimientos de las neurociencias, la psiconeuroinmunoendocrinología, la psicología, las ciencias de la conducta, la filosofía estoica y la ontología del lenguaje.

Definición

Excusas.

Las excusas son justificaciones que utilizamos para eludir responsabilidades o disculpar omisiones y están profundamente vinculadas al fenómeno emocional, que actúa como escenario en todas las relaciones interpersonales.

Desde la perspectiva de la ontología del lenguaje, las excusas son construcciones lingüísticas que creamos para dar sentido a nuestras acciones o inacciones, generando una realidad que nos permite mantener una imagen coherente de nosotros mismos.

Las creamos con la expectativa cognitivo-emocional de que “el otro” nos crea, lo cual nos liberaría de la responsabilidad del incumplimiento. Obviamente esto es una falacia absoluta, dado que en el 98% de los casos, el que nos escucha juega el juego de hacernos creer que nos creyó en su conversación pública con nosotros.

En su conversación privada (su diálogo interno), es altamente probable que esté emitiendo juicios absolutamente negativos hacia nosotros de todo tipo y color, los cuales habitualmente por falta de entrenamiento en el diseño de “conversaciones complejas de reclamos”, se lo calla. Hay que saber que el volumen y negatividad de los juicios internos de la persona serán siempre directamente proporcionales a su percepción de impacto negativo en sus intereses producidos por nuestro incumplimiento.

No obstante lo que hará después es relacionarse con nosotros desde sus juicios internos en los que quedamos como incumplidores y no desde el supuesto “perdón” que nosotros quisimos interpretar de su “no reclamo” cuando expusimos nuestra excusa.

Esta situación también modifica sus matices en base a las relaciones de Poder y Autoridad en las organizaciones. A mayor Poder y Autoridad mayor probabilidad de que el impactado nos lo haga saber públicamente, quizás delante de muchas otras personas y también manifieste las potenciales o seguras consecuencias que tendrá para nosotros el no haber cumplido.

Explicaciones.

Las explicaciones, en su uso de evasión de la responsabilidad del cumplimiento de nuestra palabra (Compromiso) se constituyen como “relatos” que creamos desde nuestra corteza prefrontal, en un proceso que pretende justificar de alguna forma, que nuestro incumplimiento se debió a situaciones de “Fuerza Mayor” que hicieron virtualmente imposible que lo lográramos. El proceso es mucho más racional que en el caso de las excusas.

No se debe confundir este tipo de explicaciones con el mismo concepto utilizado para describir una causa y un efecto o una acción y una reacción, en el proceso de análisis de la trazabilidad de un hecho puntual, generalmente vinculados a procesos de cualquier tipo, que no están dando el resultado para el cual fueron definidos.

Culpa.

La culpa pertenece al campo de las “emociones complejas”, que surge cuando consideramos que nuestras acciones han violado una norma moral personal o colectivo y han causado daño a otros.

Desde una perspectiva neurobiológica, la culpa involucra activaciones específicas en regiones cerebrales como la corteza orbitofrontal derecha y la corteza prefrontal dorso medial y del sistema límbico donde procesamos las emociones.

Desarrollo combinado.

Perspectiva desde: El cerebro y las excusas.

Las neurociencias cognitivas nos revelan que el cerebro humano está diseñado para mantener una coherencia interna.

Cuando nos enfrentamos a situaciones que desafían nuestras creencias o acciones, experimentamos lo que León Festinger denominó "disonancia cognitiva". Este estado de tensión psicológica nos impulsa a buscar justificaciones o excusas para reducir el malestar.

La corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones y el control ejecutivo, juega un papel crucial en la generación de excusas. Esta región cerebral nos permite crear narrativas complejas que justifiquen nuestras acciones, incluso cuando estas van en contra de nuestros valores declarados.

Perspectiva desde: La PNIE y el impacto de las excusas y la culpa.

La psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) nos muestra que existe una intrincada relación entre nuestros pensamientos, emociones y sistemas corporales.

Cuando recurrimos constantemente a excusas o experimentamos culpa crónica, esto puede tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental.

El estrés generado por la culpa o la necesidad constante de justificarnos puede activar el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, llevando a la liberación de cortisol y otras hormonas del estrés.

A largo plazo, esto puede debilitar nuestro sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades tanto físicas como mentales.

Perspectiva desde: La Psicología y ciencias de la conducta.

Desde la perspectiva conductual-cognitiva, las excusas y explicaciones pueden verse como comportamientos aprendidos que se refuerzan a lo largo del tiempo.

Estos patrones de pensamiento y acción se convierten en estrategias de afrontamiento que, aunque pueden proporcionar alivio a corto plazo, a menudo impiden el crecimiento personal y la resolución efectiva de problemas.

La culpa, por otro lado, puede tener un papel adaptativo cuando nos motiva a corregir nuestros errores y mejorar nuestras relaciones sociales. Sin embargo, cuando se vuelve excesiva o crónica, puede llevar a patrones de pensamiento rumiantes y comportamientos de evitación.

Perspectiva desde: La Filosofía estoica y la responsabilidad personal.

La filosofía estoica nos ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo abordar las excusas, explicaciones y la culpa. Los estoicos enfatizaban la importancia de centrarse en lo que está bajo nuestro control y aceptar lo que no lo está.

Esta visión nos invita a asumir la responsabilidad de nuestras acciones y pensamientos, en lugar de buscar justificaciones externas.

Epicteto, un filósofo estoico, enseñaba que "no son las cosas las que nos perturban, sino nuestras opiniones sobre ellas".

Aplicando este principio, podemos aprender a responder a las situaciones difíciles con ecuanimidad, en lugar de recurrir a excusas o caer en la culpa improductiva.

Perspectiva desde: La Ontología del lenguaje y la creación de realidad.

La ontología del lenguaje, desarrollada por Rafael Echeverría, postula que los seres humanos somos seres lingüísticos y que creamos nuestra realidad a través del lenguaje.

Desde esta perspectiva, las excusas y explicaciones que damos no son meras descripciones de la realidad, sino actos lingüísticos que generan y moldean nuestra experiencia del mundo.

Cuando decimos "no pude hacerlo porque...", no estamos simplemente describiendo una situación, sino creando una realidad en la que nos vemos como incapaces o limitados. Al tomar conciencia de este poder generativo del lenguaje, podemos comenzar a utilizar declaraciones y afirmaciones que nos empoderen y nos abran nuevas posibilidades de acción.

Conclusión.

Las excusas, explicaciones y la culpa son fenómenos complejos que involucran múltiples dimensiones de nuestra experiencia humana. Desde las intrincadas redes neuronales que procesan estas experiencias hasta los sistemas inmunológicos y endocrinos que responden a ellas, pasando por los patrones de pensamiento y comportamiento que desarrollamos, estos elementos juegan un papel crucial en cómo navegamos por la vida.

La integración de perspectivas desde las neurociencias, la PNIE, la psicología, la filosofía estoica y la ontología del lenguaje nos ofrece una visión holística de cómo podemos abordar estos aspectos de nuestra experiencia de manera más consciente y constructiva.

Al reconocer el poder que tenemos para moldear nuestra realidad a través del lenguaje y nuestras acciones, podemos comenzar a transformar las excusas en oportunidades de crecimiento, las explicaciones en herramientas de comprensión genuina, y la culpa en un catalizador para el cambio positivo.

Este enfoque integrado nos invita a asumir una mayor responsabilidad personal, a cultivar la resiliencia emocional y a crear una narrativa de vida más empoderada y auténtica.


Hector Fernandez Pombo

Ing.Héctor Fernández Pombo

1 semana

Muy bueno Luis , lo relacione con un Post que circula por las Redes donde prcentualmente las Personas , Juzgan en un 50% , critican en un 40% y verdaderamente ÁYUDAN en un 10%. Tambien prebalece el conocido dicho Polular .....La culpa la tuvo el GRAN BONETE !!!. A mi me dio muy buen resultado en mi vida Profesional , asumir la Responsabilidad de lo Actuado , Pedir Disculpas por las molestias ocasionadas y Proceder a remediar inmediatamente el eventual daño ocasionado.

Mariano Leguizamón

Ideas Buenas | Negocios con propósito | Conciencia ambiental y social | Triple Impacto | Coach de Agilidad | CEO Salommon 1ra. agencia de publicidad certificada Empresa B | RISTRETTER | Speaker | TEDxSanIsidro

1 semana

Buena mirada LUIS BERDIÑAS RICHARD como dice en el Kybalion, COMO ES ADENTRO ES AFUERA. COMO ES ARRIBA ES ABAJO.

Andrea Consolini

MBA-Electronic Engineer-Consultative Sales & Operations Expert- Technology & Business Advocate

1 semana

Muy buen artículo. Gracias por compartir 😊

Nohelia Sánchez

Fundadora de @Kuntur Ventures y Co-fundadora de @KunturLab | Mentora y Asesora en Desarrollo de Negocio, Marketing Estratégico, Internacionalización y Softlanding en LATAM | Ristretter

1 semana

La culpa para mi es un concepto muy cristiano. Si cambiamos la palabra culpa por responsabilidad te cambia la perspectiva de las cosas. Gran artículo saludos!

Muy bueno Luis.Un abrazo

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