EXHIBE A TU PUERCO 
La verguenza es una emoción poderosa (hasta para los machos).

EXHIBE A TU PUERCO La verguenza es una emoción poderosa (hasta para los machos).

Las conductas agresivas medran en el secreto. Si un hombre golpea a su esposa, la humilla, le impide su desarrollo económico y social, pero nadie lo sabe, “por qué los asuntos familiares los resolvemos (a golpes) en casa”; entonces la persona casi seguramente continuara con su conducta agresiva.

No serán la ética, ni los valores ni la religión las que detendrán a los hombres violentos.

Pero si se rompe el secreto, si es de conocimiento público que tal persona es un golpeador, un violentado, un agresor, entonces es más probable que la conducta agresiva se inhiba, no por un cambio real en su ética o en sus valores, sino por pura vergüenza.

También facilita la actuación y la ampliación de las redes de apoyo social de las víctimas, que frecuentemente se ven socialmente aisladas por su agresor.

El que sea un hecho conocido que tal persona es un habitual golpeador, maltratador de mujeres, también hace más probable que nuestro lamentable, incompetente, corrupto y machista sistema penal, actúe de forma algo más eficiente (también motivado por la vergüenza).

Recordemos que poner límites asertivamente no constituye una agresión. Implica llamar por su nombre a las cosas. Y, asertivamente un golpeador de mujeres, se llama golpeador de mujeres.

No hay ofensa y no hay vergüenza o culpa justificada en llamar puerco a un puerco.

Si conoces a un puerco exponlo, dalo a conocer. 

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