¿Existe la inteligencia sin el hacer?
¿Te preguntaste cuáles son aquellas cosas que definen la inteligencia de las personas?
Históricamente, el desarrollo de la inteligencia se asocia a la necesidad del ser humano de sobrevivir. Implica al menos tres capacidades combinadas:
- Comprender los desafíos del entorno.
- Identificar opciones de respuesta o solución a esos desafíos.
- Elegir la que consideramos la mejor respuesta para resolver el problema o aprovechar una oportunidad.
En gran parte del siglo pasado, la inteligencia se asoció a la capacidad lógico-matemática que se perpetuó en la famosa escala de coeficiente intelectual (IQ).
También en el siglo pasado e inicios del presente fuimos testigos de pensadores que abrieron el juego y comenzaron a hablar acerca de la existencia de diferentes tipos de inteligencias.
Habrás escuchado hablar de las corrientes más populares, como la de Gardner y las inteligencias múltiples, Sternberg con su teoría triárquica, Goleman y la inteligencia emocional, Gladwell con inteligencia intuitiva, Albrecht con inteligencia práctica y Matveikova con la inteligencia digestiva.
"Inteligencia no es lo que uno sabe, sino lo que uno hace cuando no sabe" Piaget
Es interesante notar cómo la evolución del concepto de inteligencia fue mutando:
- Desde una teoría única, uniforme y estandarizada a múltiples enfoques.
- Del énfasis en la capacidad de análisis racional previo a la acción a un énfasis en vincular lo racional con lo emocional.
Quizá lo más llamativo sea que se comenzó a vincular la inteligencia a la capacidad de resolver problemas de forma práctica e innovadora; en otros términos, menos “pensada” y más intuitiva e inmediata. Lo paradójico es que en este punto el análisis racional no juega un papel clave o hasta puede ser contraproducente.
¿Qué agrega lo lúdico al concepto de Inteligencia?
Una diferencia importante entre una actividad lúdica y cualquier otra actividad humana es que uno “elige” jugar: no lo hace por obligación. Otra es que lo lúdico integra lo racional, lo emocional y el hacer, tres aspectos que en general se alinean cuando uno juega.
Desde este punto de vista, el concepto de inteligencia lúdica incluye, requiere e integra varias de las inteligencias concebidas por otros pensadores (entre ellas la racional, la emocional y aquellas vinculadas a la intuición y a la acción).
No hay duda que para ciertos desafíos específicos hay inteligencias que nos serán más útiles que otras.
Sin embargo, en la mayoría de los desafíos complejos en nuestros trabajos y vidas, lo más potente es escuchar lo que dice nuestra razón y también nuestras emociones, probando soluciones en la práctica y posteriormente escuchando lo que esa experiencia nos da como feedback.
Y, sobre todo, no quedar pegado a verdades absolutas.
Así como jugar es una elección, también lo es adoptar una actitud lúdica ante la vida y poner tu inteligencia lúdica en acción.
Se trata de poner lo lúdico a trabajar, de trasladar lo que sucede en nuestra imaginación en acciones y hechos concretos.
Te invito a preguntarte…
- ¿Coincides conmigo en que la inteligencia no es algo abstracto, sino aplicado, vinculado al hacer, a poner en juego una actitud y una elección propia nuestra?
- ¿Cuántas veces el hacer te permitió cuestionar y modificar lo que pensabas acerca de un tema?
- ¿Pudiste corroborar que tus respuestas más inteligentes se dieron cuando alineaste lo que pensabas, lo que sentías y lo que hacías?
Para mí, la clave está en la integración de la inteligencia con el hacer, a través del desarrollo y el empleo de nuestras actitudes.
Desarrollar una inteligencia lúdica implica desplegar actitudes prácticas tales como:
- Explorar ideas.
- Expandir la creatividad.
- Adueñarse de proyectos.
- Trabajar en equipo.
- Aprender permanentemente.
- Usar la tecnología.
- Dar un sentido de trascendencia a la tarea de cada uno más allá de nosotros .
Además de ayudarnos a vivir de una forma más plena y creativa, estas actitudes, en el ámbito de las organizaciones, contribuyen a desarrollar personas y estructuras más ágiles, flexibles y promotoras del cambio.
¿Cuáles de todas estas te resultan más sencillas de implementar y experimentar y cuáles te despiertan mayor resistencia?
Dejo abierto este canal para que compartas tus opiniones y cuentes acerca de tu experiencia.
Coordinadora Desarrollo Social y Cultural en Municipalidad de San Miguel de Tucumán
4 añosHola Marcos para mi expandir la creatividad es esencial ,eso me ayuda a trabajar en equipo y dar trascendencia lo que uno hace.Por eje. en el lugar donde vivo es un complejo de 8 edificios,al no estar acostumbrada a vivir en departamentos y al estar en Pb pensé como seria mi vida si no me proyectaba y como conocería a mis vecino, es así que puse un pequeño mueble con mis libros y lo compartí como una biblioteca para todos.Se podían llevarlos para leer y la condición que lo devuelvan,se anotaban en un cuaderno.al principio pasaban miraban,no se animaban;les propuse a mis nietas y otras niñas del complejo que vayan promocionando y si alguien quería compartir sus libros lo podían hacer. Así surgió la bibliotecas para niños hoy el palier es un espacio de lectura ,luego un vecino colaboro con otro mueble y así hoy tenemos mas de 100 libros.Es mágico,vienen de los otros edificios los niños se llevan libros.De esta manera se conformo un WP de todos del edificio y en esta crisis de cuarentena ahora estamos mas unidos .gracias cariños Lo que mas dificultoso y la aprendo ida a día es la tecnología.Luego mando fotos
VOLVIENDO AL RUEDO. ASESORANDO PYMES
4 añosMe parece que la definición se queda corta. Por supuesto que no existe la inteligencia sin el hacer.(acomodación) Pero cuando uno no sabe, puede hacer muchas boludeces. Diría que la inteligencia utiliza lo que sabe adaptándolo para resolver lo que no sabe.