Conmemorar, comprometerse, construir y celebrar; Día Internacional de la mujer

Hasta que tuve 14 años en la prepa, me enteré claramente que en marzo se celebra el “Día Internacional de la mujer”. Pasaron los años y desde que emprendí mi proyecto “KALNEMI”, recibí invitaciones en diferentes eventos conmemorativos para participar como representante mujer de organizaciones de la sociedad civil, recuerdo en el 2003 uno con la Fundación Azteca en donde como en todos me acompañó mi mamá y la pasamos súper bien con el encanto de Germán Dehesa, reuniones con la entonces Secretaria de Desarrollo Social en donde con tan solo 22 años conocí a importantes y reconocidas activistas como Martha Lamas, Cecilia Loria, otro año con ellas mismas y varias mas otro día de deleite con Germán Dehesa en su “Planta de luz” para impulsar la “Red Nacional de Refugios”. 

Pero eso que a cualquiera le podría parecer un Glamour obviamente no me hizo entender lo qué hay detrás del Día Internacional de la mujer, ello me dio la oportunidad de entender la lucha, llorar de impotencia y sentir una vergüenza inmensa porque las mujeres mexicanas no se merecen vivir privadas de sus derechos, de su dignidad y libertad, y entonces a mi forma y con mis armas (lo aprendido en la carrera de trabajo social, la juventud, el valor que me forjó mi madre y mi talento natural como RP), así le entré al activismo, y en el 2004 después de un exhaustivo trabajo de investigación fundamos la Red por la Equidad de Género en México, y un importante número de organizaciones y movimientos, incluidos los del bra, y con los años y ya con mi Maribel creando “Transformando”, fuimos elegidas mujer mexicana a la vanguardia, impulsoras de la Red de mentoraje de mujeres, pero el cargo tampoco fue lo más importante. Lo importante siempre fue crear fórmulas para construir acciones que permitan generar avances, y así logramos incidir en políticas públicas, promover prácticas, con la fuerza de nosotras y muchos hombres también, y por que no decirlo; retando a varios estupidos idiotas, cuyos complejos de inferioridad son los que los mueven a estar jodiendo al género. 

Esto no significa que las mujeres estemos arriba de los hombres, si no que tengan el derecho a tomar decisiones y aportas ideas y que sean valoradas por ello no por estereotipos, y o que la iglesia, el estado o la sociedad elija por ti, es una delgada línea.

Espero que cuando mis hijas crezcan, no me crean que hubo épocas en donde conocer tu cuerpo era un prejuicio, hablar de sexualidad, diversidad ni era tema, las chicas no podían jugar con hombres o juegos de hombres, de elegir beber ni hablemos, menos de disfrutar de la sexualidad”, sin importar preferencias, y ni que decir de los métodos anticonceptivos o de decidir tener hijos o no, si te decides casar o no, o que las mujeres sean valoradas por el tamaño de las boobs, o que las palabras orgasmo y masturbacion probablemente no estaban en el diccionario y tal vez en la p y en la v les abrían arrancado las hojas para no encontrarse con pene y vagina. No es que todas tengan que decir estas palabras hacer para ejercer sus “derechos”, pero si que tengamos la libertad de elegir según nuestras culturas, costumbres, experiencias.

Que no tengan que creerme que en algunas épocas, un grupo de mujeres tuvo que crear refugios para mujeres victimas de violencia, violaciones, o que hubo momentos en donde eras juzgada por tu forma de vestir, en que hubo feminicidios, que se tuvieron que crear movimientos rosas, que uno o varios te juzgan por tu forma de vestir, o que patéticamente las mujeres son unas chingonas pero siguen ocupando cargos y sueldos inferiores al de los hombres, que no tengan que creerme que mujeres de nuestro país han vivido la bajeza de sufrir de violencia o acoso y tenerlo que soportar e incluso callar y miserablemente cuando el maldito actor se trata de un tipo enfermo cercano a la familia, incluso familiar, o que uno o varios hijos de la ch...da te acosaran en el trabajo, y que no tengan que creerme qué hay mujeres que destrozan a otras mujeres, yo al menos hoy las estoy formando para que sepan la diferencia y no lastimen a otros y que con verdad tampoco permitan que alguien las ofenda.

No quisiera que ellas y todas las niñas en un futuro tuvieran que creer esto. Mientras tanto tenemos que guiarlas a amarse y aceptarse como son, a respetar a los hombres y mujeres, a que ellas tengan la libertad de elegir que estudiar, que profesión seguir, tener o no una pareja, enamorarse, casarse o no, entregarse por convencimiento propio y muchas cosas más. Para que tengan la capacidad de elegir, habrá que apoyar su formación con honestidad, con información y comunicación apropiada a su momento y nada mejor que el respaldo de una familia y amistades.

Este es un día conmemorativo para reconocer las desigualdades en las esferas políticas, sociales, económicas y culturales, pero también es una fecha para reconocer los aportes de las mujeres en la economía, política, sociedad y cultura. 

Una mariposa no hace verano pero poco a poco se va tejiendo y se va inspirando a otras mujeres. Yo todos los días aporto un granito de arena contra la inequidad y también me he confrontado a gente trepanada del cerebro que trata de ponerte el pie. Falta mucho por hacer, pero he ganado el derecho de piso de celebrar a quien me de la gana, porque no estoy sola, yo apoyo a otras mujeres y muchas mujeres me apoyan a mí, y es el mejor tejido. Por eso yo celebro a las mujeres que todos los días con acciones de la vida cotidiana hacen la diferencia para que los derechos y la equidad se consideren naturalmente. 

Celebro a mi madre, mi tía, mi hermana, mi prima hermana, porque ellas al ejercer sus infinitas cualidades y nuestro legado familiar, fueron ganando espacio y así las siguientes generaciones hemos podido disfrutar de derechos en la vida cotidiana. 

Celebro a todas las mujeres que he podido conocer y han abierto cancha para que disfrutemos de nuestros derechos; mis tías, primas, cuñadas, mis amigas mamás que forman mejores hombres y mujeres incluyentes y con valor, mis amigas de sociedad civil que son unas guerreras, mis simonas, amigas de todas las épocas, primas y sobrinas que son unas triunfadoras y que están disfrutando lo ganado y siguen luchando por ellas, el mundo y las generaciones que vienen.

A todas ellas las celebro en este día, pero también a los hombres que se suman para transformar y evolucionar a nuestro México, especialmente a mi marido del que elegí enamorarme con sus exquisitas costumbres ortodoxas y que trato de que no las pierda, a mi papá que al menos conmigo ha evolucionado y no deja de ser un caballero, mis hermanos y primos que lo que más me gusta es como todos pierden la cabeza por sus hijas, a mis amigos de todas las épocas y también mencionaré a los funcionarios públicos con los que he interactuado y de quienes siempre he recibido buenas noticias en mejoras sociales y a todos los hombres que me han apoyado para que yo no deje de ser mamá, esposa y profesionista.