Feminismo en 2019

Feminismo en 2019

Si según el diccionario de la RAE feminismo es “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”, ¿Quién entiende que alguien no lo sea?

Salvo hombres con complejo y que no valoren a su mujer y a sus hijas, no cabe pensar que nadie más sea capaz de definirse como no feminista, salvo que con ello esté tratando de justificar su oposición a un término que algunos quieren hacerse dueños.

Pues aunque parezca ridículo hay incluso mujeres que reniegan de esta condición, no solo por falta de formación sino porque parecen dispuestas a aceptar un rol secundario en la vida.

La igualdad de derechos entre las personas, hombres y mujeres, está ya recogida en las leyes de cualquier democracia sana, pero dista mucho de ser una realidad de hecho. Y por ello, cuando a pesar de que las leyes establezcan objetivos, estos no se consiguen, es cuando hay que tomar medidas para conseguirlo, hace falta discriminación positiva.

Utilizar el lenguaje para corregir la cultura milenaria de una sociedad machista es necesario, pero a veces hay casos en los que se llega al ridículo y estos errores ayudan a que quienes tratan de restar valor al problema y se basan para ello en el ejemplo de una excepción o anécdota risible.

En el siglo veintiuno y en una sociedad educada en valores de tolerancia y respeto deberíamos ser capaces de pensar un poco por nuestra cuenta, si de verdad alguien piensa que una persona no tiene los mismos derechos que otra con independencia de su género o condición es que estamos enfermos.

Debemos cambiar nuestra manera de pensar y actuar, no tenemos derecho a hacer sentir a otra persona molesta, no valen los piropos, ni los chistes, ni las gracias infantiles que hacen a una persona sentirse mal o acosada, dejemos de utilizar aquello que molesta a nuestras mujeres y dejemos a un lado los complejos machistas.

Definamos que queremos ser, cuales son nuestros valores y tomemos medidas para defenderlos activamente. No entiendo una sociedad en la que unos se creen superiores a otros.

Y hagamos todo ello cuanto antes, las conquistas sociales toman demasiado tiempo y ahora vivimos en la sociedad de la inmediatez, que esto sirva al menos para conseguir algo bueno, que nuestras mujeres sean dichosas y estén orgullosas de los que compartimos sus vidas.

Javier González, marido y padre de dos hijas.