Fianzas 2023. El cierre del tercer trimestre.
Lic. Mario Jesús Carrillo López / Responsable de Instituciones de Garantías / Oficina de Vinculación / mjcl@ovgarantias.com
Al cierre del tercer trimestre de 2023, el sector afianzador mexicano logró un crecimiento nominal de primas directas del 13.86% y un crecimiento real de las mismas del 9%, reportando primas por 11 mil 701 millones de pesos (mdp) y un crecimiento nominal en primas emitidas del 13.25%, equivalentes a 12 mil 457 mdp. Teniendo como contexto el crecimiento nominal en primas directas, en Fidelidad hubo un incremento del 5.7%; en Judiciales y en Crédito tuvimos un ajuste del -0.9% y -7.3% respectivamente, y en la joya de la corona (Administrativas) registramos un aumento del 18%, al pasar de 7656 mdp, al cierre de septiembre de 2022, a 8929 mdp, al cierre de septiembre de 2023.
Prima directa, tomada y emitida
De tiempo en tiempo se presentan inquietudes sobre qué prima usar como referencia (directa o tomada), para determinar con mayor exactitud el crecimiento de las instituciones
o el sector. La prima directa corresponde a la venta y el cobro realizados directamente por la institución, mientras que la prima emitida es el resultado de la suma de prima directa y prima tomada, siendo esta última la derivada de las responsabilidades que las instituciones cedieron entre ellas. Siguiendo este orden de ideas, podemos distinguir el crecimiento de la institución y el mercado.
Para efectos del crecimiento de la institución, atendiendo a los ingresos que esta grosso modo pudiera reportar –al menos en materia de primas–, debemos tomar en cuenta la prima directa, que se cobrará al cliente; restar el monto que de ella se cede, según corresponda a la responsabilidad que se distribuye o dispersa entre otras instituciones que actúan como reafianzadoras, y sumar la prima tomada, derivada de la responsabilidad que se aceptó asumir como reafianzadora de otra institución.
Entonces, quizás el mejor dato para ubicar el crecimiento de una institución es la prima emitida.
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En cuanto al crecimiento del mercado, quizá la mejor cifra sea la correspondiente a la prima directa, a la que no se suman las primas tomadas de las otras instituciones que las ceden, pues esa proporción de prima cedida que alguien más toma a nivel mercado ya está contemplada en la prima directa de la cedente, por lo que, si se sumara, el monto cedido se estaría duplicando en el gran total, lo cual es incorrecto porque no representa en la realidad un monto extra o una nueva responsabilidad, que deba considerarse para efectos de determinar el crecimiento del mercado.
¿Vacas gordas o flacas?
Sin importar qué prima se use como referencia, nuestro sector está experimentando un crecimiento muy interesante versus el mismo periodo del ejercicio anterior, lo que toma mayor relevancia si consideramos que precisamente en el ejercicio anterior se reportó un crecimiento nominal extraordinario o maravilloso del 21.7% (2022 vs. 2021). En otras palabras, veníamos muy altos y volvimos a crecer.
Esto se explica principalmente por la inversión que el gobierno federal realizó para la construcción de los megaproyectos o proyectos emblemáticos del sexenio (la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el AIFA y el Tren Transístmico), la cual se reflejó en los presupuestos de egresos de la federación 2021, 2022 y 2023, particularmente en el rubro de gastos de inversión física que creció 11.63%, 21.96% y 27.57% respectivamente.
Ahora bien, 2024 será un año electoral, pues termina el sexenio y cambian nueve gubernaturas, incluyendo la de la CDMX. Además, los megaproyectos están por concluirse –¿listos para viajar en el Tren Maya?–, se prevé un déficit presupuestario y el gasto de inversión física previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 disminuyó un 19.28%. Sin embargo, la valoración de estos aspectos dependerá de la óptica con que se miren. Por ejemplo, aunque el gasto de inversión física disminuirá respecto al realizado en 2023, el monto que se destinará será muy parecido al de 2022.
Además, para tener una visión un poco más completa de 2024, debemos tomar en cuenta otros factores, como el nearshoring –que podría ser materia de otra nota–, la inversión necesaria para reconstruir Acapulco, el equipamiento de los megaproyectos, la posible derrama económica que generará la terminación de estos y tanto la evidente como ya indispensable inversión privada.
En todo caso, considero que nuestro sector cerrará de manera muy positiva 2023 ya que contamos con las herramientas necesarias.