FLUENCY FOR LIFE
Para mi, aprender inglés es como planear un viaje alrededor del mundo. Tengo la gran suerte de haber podido hacer los dos y encontrar las similitudes. A continuación, os dejo con mi metáfora sobre un viaje de aprendizaje.
CHECKLIST (The beginning)
Cuando empiezas a organizar un viaje para darte la vuelta al globo, no sabes por dónde te da el aire y te sientes por un lado, abrumado por la cantidad de cosas que no sabes y tienes que aprender y por otro, un poco frustrado porque al principio cuesta arrancar y organizarse. Tienes esa sensación de estar atascado, como que no avanzas con tu lista de cosas que hacer.
Escuchas con atención los consejos de amigos, familiares, trabajadores en las agencias de viajes que lo han hecho antes. Estos mensajes te llegan por todos lados. Buscas y lees mil cosas relacionadas con lo que necesitas aprender y averiguar. Haces tus deberes, sin embargo hay mucha información que no entiendes porque son conceptos y procedimientos totalmente nuevos para ti, que nunca antes habías usado. Tienes que volver a leer, estudiar y preguntar lo mismo veinte veces hasta que se te queda grabado, para que cuando llegue el momento durante el viaje, lo puedas usar o esté listo.
Sin embargo, todos estos sentimientos no muy agradables al inicio, no parecen molestarte ni tampoco te quitan la motivación de seguir organizando cada dia una cosita, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, hasta tener todo listo.
Con el paso de los días, vas entendiendo el orden de las cosas, entiendes qué es lo que debes hacer primero, después, lo último, con lo que tienes que tener más paciencia, a lo que debes dedicar más tiempo, lo que no hace falta planear porque irá llegando o lo que puedes hacer en el momento porque no tiene mayor relevancia.
Una vez que da comienzo el viaje, solo te queda disfrutar cada momento pero sabes que durante el camino van a pasar cosas que no salen como las habías planeado y tendrás que hacer cambios, ajustes e improvisaciones.
¿No os ha recordado esto a vuestros inicios cuando empezamos a aprender inglés en el cole? Ese esfuerzo inicial, esa cantidad de información nueva, la frustración de no entender nada, la vergüenza de hablar inglés, el miedo a no decirlo completamente perfecto, los múltiples errores y la cantidad de tiempo que debes dedicar para conseguir el objetivo tan deseado de adquirir fluidez hablando el idioma.
El inicio es la parte más difícil porque tenemos que cambiar el chip. Tenemos que dejar de pensar que todo tiene una explicación en español o una traducción literal. Al principio escribimos y memorizamos mucha información pero apenas la usamos. Es el periodo de preparar la maleta y todo lo necesario previo al viaje, para poder empezar la aventura de comunicarte en otro idioma. Tenemos que entrenar nuestro oído y cerebro para que se acostumbren a otros sonidos, otra música. Esto lo hacemos a través del listening diario de cualquier cosa. A veces nos supone dolor de cabeza pero es la única manera que dar el primer salto al segundo nivel.
FROM LISTENING TO SPEAKING - (The longest)
Ya está. Has aterrizado en otro país. Tus pies están en tierras foráneas. Miras a tu alrededor y de repente tienes un cocktail de sensaciones que recorren tu cuerpo. Los primeros días de tu aventura, te sientes como un auténtico turista. Todo te da mucha vergüenza, te sientes inseguro, no sabes muy bien qué dirección tomar, en ocasiones te quedas paralizado y hay momentos de frustración por el choque de culturas.
Por momentos, piensas que esto no es par ti y te quieres volver a casa, a tu zona de confort. Allí estás seguro, nada te da vergüenza, ni miedo, prácticamente lo sabes todo, no hay altibajos sino una fluidez absoluta.
Sin embargo, con el paso del tiempo vas entendiendo de qué van las cosas, no tienes todo pillado del todo y siempre habrá imprevistos, pero empiezas a estar más relajado y a disfrutar más de cada país que visitas; de su gente y su cultura. Ya no cometes tantos errores como al inicio porque has aprendido de ellos. Participas más en las experiencias que se te presentan cada día, sin miedos ni vergüenzas. Te das cuenta de pequeños detalles que antes se te pasaban por alto; aprendes más rápido sobre la cultura de cada país, la integras, entiendes mejor a los hogareños e interactúas más con ellos. En definitiva, te dejas llevar y te sientes más cómodo. Ya no tienes esos dolores de cabeza, ni necesitas estar alerta al 100% cada vez que sale el sol y pones el pie en una calle de un país extranjero. Comienzas a dejarte llevar, sin pensar tanto las cosas antes de hacerlas.
Al cabo de unos meses, que se te han hecho más largos de lo normal, empiezas a ver la recompensa de todo lo que has planeado con tanto trabajo y energía. Cada día estás más cerca del gran paso, que es sentirte totalmente libre y seguro, con confianza absoluta en ti mismo.
FLUENCY FOR LIFE - (Your goal! You got it!)
Pero el viaje tiene que terminar. Todo el esfuerzo y la concentración del inicio ha desaparecido porque con tu mochila en la espalda te sientes como pez en el agua. Esta es la recompensa de haber estado todos y cada uno de los días inmerso en esa aventura. Todo lo que has aprendido, lo has vivido, así que será muy difícil olvidarlo. Tu siguiente viaje será mucho más fácil. Llegados a este punto, la información nueva, que recibes cada día, es menor porque ya has aprendido mucho y la asimilas mucho más rápido. No necesitas concentrarte al 100%, ni mucho menos, porque tu cerebro ya se ha acostumbrado y ha hecho el ‘Click’ del Change.
Siempre hay un día en el que abres los ojos y te das cuenta de una forma muy consciente, de lo lejos que has llegado, de todo lo que este viaje ha aportado a tu vida y de lo que te va a aportar en un futuro. Ha sido una experiencia que no solo te ha enriquecido como persona sino que ha cambiado tu manera de pensar, de razonar las cosas, de ver al mundo y de tratar con la gente.
Reflexión
Pensad en lo que ocurre cuando somos bebés. Nuestros sentidos están en constante y consciente actividad porque no somos capaces de hacer mucho más. Al inicio de nuestros días en la tierra no podemos hablar. Solo observamos y escuchamos. Hablar cuesta más por mil motivos. No es hasta los dos años o más, que el área del cerebro que controla el habla (Área de Broca) empieza a tener más poder y los bebés empiezan a cobrar sentido cuando abren la boca. Esta sería la primera etapa aprendiendo un nuevo idioma, recoger y retener información Checklist.
El oído y la vista captan una inmensa cantidad de información nueva que llega al cerebro del bebé. A través de estos dos sentidos, el tacto, el gusto y el olfato, los bebés empiezan a comprender el lenguaje que todos a su alrededor hablan. Asocian sonidos con cosas visuales. El cerebro de un bebé no se pregunta los porqués de las cosas. Ellos simplemente copian, repiten e imitan lo que los niños y adultos a su alrededor dicen o hacen. Aprenden por asociación y en contexto a través de la escucha, la observación y el juego. Sabemos que los bebés entienden porque responden a nuestras palabras con acciones, gestos etc. Y esta sería la segunda fase, From Listening to Speaking.
Debes exponerte cada día a escuchar inglés para aflojar y acostumbrar tu oído, repetir lo que los nativos dicen, imitar sus sonidos uno y otra vez, lo que dicen y el cómo lo dicen. Si es posible, hacer todo esto en contexto y así consecuentemente empezarás a relajarte, a perder la vergüenza y a hablar con mayor fluidez. Llegar al paso tres, Fluency for life, requiere dedicación diaria.
Por lo tanto, paciencia, agudiza tus sentidos y practica todos los días.