Garantizar vivienda segura y accesible para la población adulta mayor LGBTTIQ tiene que ser un asunto de prioridad
La aprobación del Proyecto del Senado 427, que busca establecer la “Ley para Promover la Vivienda Libre del Discrimen Contra Adultos Mayores de la comunidad LGBTTIQ”, es un acontecimiento que celebramos con mucho orgullo, satisfacción y compromiso. No obstante, solo queda que el gobernador firme la medida para convertir el proyecto en ley.
Se ha visto cómo a nivel mundial las poblaciones están envejeciendo rápidamente y Puerto Rico no es una excepción. Aproximadamente 30% de nuestra población puertorriqueña se compone de personas mayores de 60 años; entre 7% a 11% son personas identificadas como parte de la población LGBTTIQ. Por lo tanto, garantizar un espacio de vivienda seguro, funcional y accesible para la población adulta mayor tiene que ser una prioridad.
Envejecer en Puerto Rico conlleva retos particulares para la población adulta mayor en general. ¡Imaginen lo que conlleva envejecer siendo parte de la población LGBTTIQ! Un estudio realizado por Waves Ahead Puerto Rico, durante el pasado año 2021, evidenció que son muchos los adultos mayores LGBTTIQ quienes no tienen un techo seguro, certeza de poder alimentarse a diario, ni acceso a servicios como agua potable o electricidad por no poder efectuar el pago. Constantemente escuchamos cómo nuestros participantes, en los Centros Comunitarios para Adultos Mayores LGBTTIQ, narran sus experiencias de discrimen por parte de administradores, profesionales de distintas disciplinas y demás residentes de égidas, hogares u otros espacios residenciales, por ser parte de la población LGBTTIQ.
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Vivir en espacios de residencias compartidas puede ser una alternativa viable y puede tener grandes beneficios a la salud de la población adulta mayor LGBTTIQ. La aprobación de esta ley puede reducir el miedo, aislamiento social, ansiedad, muertes por suicidio e incluso las muertes por accidentes, que es una de las principales causas de muerte entre los adultos mayores. La aprobación de esta ley permitirá que adultos mayores LGBTTIQ sientan comodidad de compartir un espacio de vivienda con otras personas, sin importar su orientación sexual u otras características, y sin temor a ser discriminado.
Tener un hogar saludable tiene un impacto directo en la salud física y emocional de las personas. Puede dar paso a una vida larga y saludable, así como también podría acelerar el deterioro de una persona, debido a la falta de todo aquello que se necesita para tener una vida digna. Hacemos un llamado al Gobernador Pedro R. Pierluisi Urrutia para que firme esta medida para convertir el Proyecto 427 en Ley y así garantizar espacios de viviendas seguros para la población adulta mayor LGBTTIQ en Puerto Rico.