Generales antes de la guerra
La gestión de riesgos empresariales (ERM por sus siglas en inglés) es una metodología que tiene ya varios años de desarrollada y que tuvo su apogeo a inicios del milenio actual, impulsada por las denominadas “Big 4”.
El solo hecho de "mapear" la probabilidad y el impacto de ciertas tendencias o posibilidades, le abrió los ojos a muchos ejecutivos y empresarios, y les dio la estructura necesaria para enfrentar el futuro con éxito, en un entorno cada vez más complejo/dinámico.
Muchas empresas han implementado ERM en diferentes versiones, algunas como un ejercicio a conciencia, otras más para obtener alguna certificación o porque a algún gerente le pareció algo “cool” para presentar al Directorio.
Pero lo que vemos es que, en general, son pocas las empresas que estaban preparadas para la situación que vivimos en el 2020, incluso muchas con programas en ERM.
De hecho, son varias las instituciones que tenían dentro de su lista de riesgos la palabra “pandemia”, pues algunos especialistas advirtieron sobre esta posibilidad[1].
¿Qué pasó entonces?
Para responder debemos primero entender que toda empresa se maneja en 4 cuadrantes (como se ve en la figura de arriba):
1. Efectividad a corto plazo
2. Eficiencia a corto plazo
3. Eficiencia a largo plazo
4. Efectividad a largo plazo
Ya sea que la empresa esté en etapa de crecimiento o de madurez, es usual que las organizaciones enfoquen sus recursos en los cuadrantes de la izquierda (corto plazo). Es en el “cuadrante 1” donde se vive la adrenalina de las ventas y el enfoque en los resultados.
El “cuadrante 2” es el de la optimización de costos y del orden en los procesos y sistemas. En ambos cuadrantes se resuelven 1001 problemas operativos todos los días.
El corto plazo consume mucho tiempo, es nuestro día a día, el “torbellino”, como lo llama Sean Covey en sus diferentes libros sobre ejecución estratégica.
¿Qué pasa en los otros dos cuadrantes?
El “cuadrante 3” implica atraer al mejor talento y mantenerlo motivado, lograr sistemas de colaboración realmente efectivos, flexibles y con valores comunes. Todo ello te permite resistir cualquier crisis, de la mano de un equipo comprometido.
El “cuadrante 4” requiere habilidades de emprendimiento de los líderes y mucha visión. Demanda dar pasos hacia una verdadera diferenciación. Exige “ver venir las cosas” y diseñar tu oferta comercial para sacar una ventaja de ello. Es el cuadrante de la innovación.
Los cuadrantes 3 y 4 están compuestos de iniciativas estratégicas, que muchas veces se retrasan por la presión del “torbellino”.
Enfocarse en los cuadrantes 3 y 4 requiere liderazgo real y por supuesto asignar recursos con seguimiento continuo. Es como comprar un “seguro” para estar preparados para el futuro. La mayoría de ejecutivos y dueños no están dispuestos a pagar por este “seguro”, y aunque reconocen que es importante, nunca hay suficiente tiempo.
Dicen que es fácil ser general después de la guerra, y es cierto. Lo realmente difícil es prepararse para la próxima guerra. No para sobrevivir, sino para ganarla.
[1] Quizás la advertencia más conocida sea la que hizo Bill Gates hace 5 años en un TedTalk.
Director Independiente | Controller Financiero | Desarrollar valor vía la Gestión de Riesgos
4 añosAdicional a ello es que muchas empresas no tienen un Plan Estratégico debidamente aterrizado y de tenerlo a veces son muy rígidos. Eso los lleva a solo moverse en el 1er cuadrante donde se trabaja para el día a día y no revisando el horizonte.