Gestiónate a ti mismo.
Para ti, eres la persona más difícil

Gestiónate a ti mismo. Para ti, eres la persona más difícil

1  ¿Quién es para ti la persona más importante y difícil de dirigir?

La respuesta no tiene duda y es clara y contundente  ¡¡ tú mismo!!

Es un problema mucho más de actitud que de conocimientos. La respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? requiere valentía, ya que todo individuo es para sí mismo un problema no del todo resuelto y percibido con cierta oscuridad.

Todos tenemos una expectativa idealizada con respecto a nosotros mismos. Suele ser demasiado alta. Querer mantenerla, cuando las limitaciones son evidentes, es quizá, el más grave obstáculo que puede tener un profesional en la vida para todo. Porque así no se asume la propia situación. El creerse un genio y esforzarse en mostrar que uno es alguien superior, acaba siendo descorazonador, supone un desperdicio gigantesco de energía psicológica y simplemente convierte a un individuo capaz en un cínico. Al final acabas pensando que eres un "don nadie".

Cuando te aceptas a ti mismo, lo que exige humildad y sencillez, verás lo que son las fronteras, miserias y limitaciones de la vida; y ante un desafío, no abandonarás, sino que te disciplinarás y lucharás.

Esa aceptación, es el camino para el liderazgo y la consolidación interior de la persona. El darse cuenta cómo es uno, admitirse de corazón y pactar brutalmente con la propia realidad, es la más poderosa forma de expresión de libertad.


2    ¿Qué cosas más importantes debes conocer de ti mismo?

Hoy día tu oportunidad como profesional se deriva de la profunda comprensión de ti mismo. Tienes que saber desarrollarte para hacer la mejor contribución posible allí donde tengas que trabajar. Te pregunto:

1 - ¿Cuales son tus Fortalezas? Bastante poca gente las suele conocer. El mejor ejercicio para conocerlas comienza con la definición de un objetivo concreto, real y desafiante a lograr para dentro de 6,9 ó 12 meses por ejemplo. Comprométete seria y formalmente a realizar todo lo necesario para alcanzarlo. Cuando llegue el vencimiento analiza lo que has realizado y las desviaciones tenidas. Repite el proceso varias veces, y al cabo de dos ó tres años, no antes, empezarás a conocerte bastante bien y las conclusiones te sorprenderán. 

Cuando tengas claras cuales son algunas de tus principales fortalezas trabaja para desarrollarlas más, más y más, porque esa es tu mina de oro.

Todos tenemos una gran cantidad de áreas esenciales en las que no tenemos ningún talento, y es difícil que lleguemos a tenerlo. Esas áreas olvídalas y en ellas, no aceptes ningún trabajo por atractivo que sea.

2 – Identifica tus Debilidades y Hábitos Tóxicos y supera el que más te complique la vida, pero no te empantanes aquí.

3 – ¿Cómo aprendes?  Cada uno de nosotros aprende de forma distinta. Por ejemplo, cuando: ¿lees, estudias, escuchas a otro o a tí mismo, hablas con otro o contigo mismo o cuando escribes? Alguno de estos caminos, para ti, será mucho más fácil que los demás.

4 – ¿Cómo trabajas mejor? En equipo, solo, como jefe, como colaborador, como asesor, bajo un entorno estable, bajo presión, en organización grande o pequeña, por la noche, de madrugada …Aunque no es lo normal, algunos profesionales tienen definido desde muy jóvenes cuál es su mejor lugar para trabajar.

5 - ¿Cuáles son tus valores? O mejor ¿Qué es lo que más te gustaría? (me refiero a valores opinables, no a valores éticos como la mentira, el acoso o la corrupción cosas que consideramos superadas). Por ejemplo, me gusta o prefiero: ¿lograr resultados a corto o a largo plazo?; ¿trabajar como generalista o especialista? ¿en equipo o independientemente? ¿en negociaciones o sin ellas? ¿arriesgando mucho o poco? ¿en oficina o entre los empleados? ¿en investigación o en desarrollo?

6 – Cuida mucho tu forma de hablar y de expresarte. Alguien importante dijo que de lo que se tiene en el corazón habla la boca. Tu forma de comunicarte influirá en tu vida decisivamente. Y digas lo que digas, tendrá una repercusión muy directa en tu futuro. Ten la precaución de no decir una cosa y hacer otra; o de decir algo distinto al día siguiente. El lenguaje es algo determinante en un líder; quizá lo más importante de todo.


Todos estos puntos tienen muchas anécdotas. Por lo menos contaré una: Cuando Harry Truman fue impulsado a la presidencia, tras la muerte de Franklin Roosvelt, su amigo y asesor Sam Rayburn le dio un consejo paternal: ”De aquí en adelante vas a tener mucha gente a tu alrededor. Intentarán levantar una pared a tu alrededor para alejarte de todas las ideas excepto de las suyas.  Te dirán que eres un gran hombre y un tipo genial. Pero Harry, tú y yo sabemos que no lo eres”. La historia no acaba aquí: actualmente se considera Harry Truman como uno de los mejores presidentes que ha tenido Estados Unidos. 

 

3  ¿Qué debes hacer para dirigirte bien a ti mismo?

Los grandes líderes reales que puedas imaginar, no fueron superiores a ti en capacidad, pero si fueron capaces de dirigirse a sí mismos con pasión y autodisciplina. No se dejaron arrastrar por no saber a donde ir o por falta de enfoque. No se preocuparon por sus competidores sino por ellos mismos. Lo que hicieron fue autoexaminarse utilizando la reflexión para verse de modo claro y realista y comprender donde estaban sus dificultades personales para corregirlas. Aprendieron a quitarse ellos mismos de enmedio. Siguieron, al parecer, estos cinco puntos que te aconsejo:

1.- Aprende a seguir a quien admiras, sin ser orgulloso ni creerte que has aparecido tú en el centro del universo. Observa y escucha a las personas que son superiores a ti en algún sentido, porque hay muchas. No importa lo mucho que hayas podido ascender ni lo poderoso que seas. Ten una idea clara de lo que eres y no te despistes.

2.- Rinde cuentas a esas personas. Recuerda que el poder es muy seductor, y como humano que eres, también flaquearás. Haz una revisión semanal sobre tus éxitos y fracasos.

3.- Desarrolla una fuerte autodisciplina para tomar decisiones coherentes entre lo que piensas, dices y haces.

4.- Aumenta la paciencia sin desconectarte emocionalmente de tu gente y estar siempre con ellos. Normalmente el líder busca rápidamente el éxito. En nuestra cultura estamos acostumbrados a todo lo instantáneo. Las cosas que merecen la pena en la vida no suelen llegar con rapidez. Recuerda este olvidado y acertadísimo refrán: “Lo que de prisa se hace, despacio se llora” Y también el proverbio chino que dice: “Cuando veas un buen hombre, intenta imitarle; cuando veas uno malo, examina tu corazón”.

Comportamiento genera comportamiento. Diriges a los demás como te diriges a ti mismo. 


4  En tu vida, ¿te comprometes seriamente a hacer lo que entiendes que deberías? ¿o das prioridad a otra cosa?

¿Es grande la brecha entre las cosas que valoras y las cosas a las que dedicas tu tiempo, tu energía y tu dinero? ¿Te atreves o no te atreves a enfrentar esta brecha y eliminarla?

¿Estás desperdiciando tu vida trabajando en un negocio que no te apasiona?

¿Hay una razón poderosa para esa desconexión; o es por casualidad o porque todo el mundo lo hace?

Hace años, una Consejera Delegada de gran éxito de 50 años de una empresa líder mundial en determinados equipos para hospitales, me hizo la siguiente declaración que transcribo como la recuerdo:

“Tengo inacabada mi carrera familiar. Tengo la impresión de haber sacrificado mi vida, mi amor y mi familia a un ideal sin sentido. Me liberé gracias a la píldora anticonceptiva, y por falta de coraje, he pagado el precio de los dos hijos que ya nunca tendré, y que son más importantes que diseñar los mejores equipos de electromedicina”.

El tener la eficacia y la rentabilidad como valores extremos te puede crear contradicciones profundas que te esclavizan y deshumanizan. La familia es más importante que la empresa. Las ideas esenciales sobre las que pivota tu vida, tienes que tenerlas claras para dirigirte bien a ti mismo.


5 - Para gestionarte bien a ti mimo, ¿a qué preguntas debes saber dar respuesta?

Las primeras preguntas claves son: ¿me gusta lo que hago?, ¿qué me gustaría hacer?, ¿puedo hacer lo que me gustaría hacer?, ¿por qué me gustaría hacerlo?, ¿qué quiero conseguir?, ¿conozco personas que ya han hecho lo que me gustaría hacer?, ¿qué precio estoy dispuesto a pagar?, ¿cuándo puedo empezar?, ¿cómo será mi vida entonces?

Si te conoces bien a ti mismo, tendrás claras las respuestas a las siguientes preguntas:

¿Trabajo a gusto con la gente o soy un solitario?

¿Qué tipo de relación es la que mejor me va?

¿Trabajo mejor como jefe, como colaborador o como colega?

¿Soy mejor tomando decisiones o asesorando?

¿Me desempeño mejor cuando estoy bajo presión o en un entorno estable?

¿Trabajo mejor en una organización grande o pequeña?

¿Entiendo mejor cuando leo o cuando escucho?

¿Aprendo más cuando escucho a otro o cuando me escucho a mí mismo?

¿Soy mejor tomando decisiones o asesorando?

¿Me muevo mejor en el mundo práctico o en el mundo de la idea?

¿Trabajo mejor sobre conjuntos o sobre detalles?

(Existen cientos más de preguntas interesantes).

Sobre todo, no trates de modificarte a ti mismo porque fracasarás. No aceptes un trabajo en el que no te puedas desempeñar de modo excelente. Acabarás sufriendo y mal.


6 - ¿Por qué tú eres tu mayor enemigo?

Porque no nos vemos a nosotros mismos como nos ven los demás. Tú enjuicias mejor como es otra persona que como eres tú mismo. ¿Por qué? Porque al otro lo juzgas por sus acciones; como debe ser. Pero a ti te juzgas por tus intenciones. Aunque hagas algo indebido, si crees que tus motivos fueron buenos, te eximes de responsabilidad. Todo el mundo es noble y altruista a su propio juicio.

La naturaleza humana parece dotarnos de la capacidad de evaluar a todo el mundo, menos a nuestra persona. Y si no te ves de modo realista, nunca comprenderás donde yacen tus dificultades personales.

Por eso los directivos, en un porcentaje alto, son incapaces de practicar con el ejemplo. Porque no pueden obedecer las órdenes con la misma actitud que esperan que las obedezcan sus colaboradores.

Dirigirse a uno mismo es el camino que conduce hacia el desarrollo de una personalidad apta para el liderazgo, la credibilidad y la aceptación.

Nuestros modelos de conducta, nuestras costumbres (incluyendo los hábitos de pensamiento), sentimientos y valores tenemos que trabajarlos bastante..

La fijación de objetivos, el orden y la disciplina, conducen a la satisfacción. El trabajo diario, la autosuperación y el esfuerzo pueden convertirse en una alegre actividad. El ejercicio disciplinado conduce al incremento de la autoestima, de la seguridad en sí mismo y de su liderazgo.


7  ¿Qué cosas, por ejemplo, es capaz de hacer un profesional que se gestiona bien a sí mismo?

- Entrar en el despacho de su jefe y saber decirle: “Esto lo estamos haciendo mal por esto y por esto, y debemos hacerlo de esta otra forma”.

- Saber hablar convincentemente de un retraso de la entrega de un producto a un cliente agresivo frente a las malas noticias.

- Corregir sin miedo y de forma motivante a un empleado cuyos resultados son insuficientes.

- Elevar la moral de un colaborador cansado y que duda de su capacidad.

- Saber tomar la iniciativa para poner en su sitio a un acosador.

- Recordar que es más fácil convertir un problema en una oportunidad que hacerlo desaparecer.

- Y recordar también que “dando gracias por agravios, negocian los hombres sabios”.

(Es positivamente imposible incluir aquí todas las reflexiones interesantes. Me fuerzo a incluir sólo las siete que me parecen más oportunas de cada tema. Gracias por tu paciencia. Continuaré)


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