GPT-3: la revolución de la inteligencia artificial y cómo podría impactar en educación superior
El modelo de lenguaje de la firma norteamericana OpenAI es capaz de programar, diseñar y hasta conversar sobre política, ciencias o economía. Su impacto en los entornos de aprendizaje.
¿Qué es GPT-3? Es un modelo de aprendizaje autorregresivo de red neuronal entrenado con datos de Internet para generar cualquier tipo de texto relevante y sofisticado. Se trata de la tercera generación de los modelos de predicción de lenguaje perteneciente a la serie GPT creada por OpenAI, un laboratorio de inteligencia artificial de San Francisco que tiene como co-fundador al programador y empresario Elon Musk.
Esta tecnología realiza una amplia variedad de tareas de lenguaje natural traduciéndolo a código, para producir textos que simulan la redacción humana. El modelo GPT-3 tiene una capacidad de 175 mil millones de parámetros de aprendizaje automatizado, siendo la red neuronal más grande jamás producida.
¿Qué puede hacer esta tecnología?
Entre sus principales componentes, el procesamiento de lenguaje natural de GPT-3 le permite crear contenido comprensible y realista para la interactividad de cualquier persona.
A la fecha, GPT-3 se ha utilizado para crear artículos, historias, informes de noticias y diálogos utilizando como entrada una pequeña cantidad de texto.
El Chat GPT-3 -una de sus posibilidades- permite generar conversaciones naturales y fluidas, respondiendo consultas complejas de todo tipo. Pero no solo eso, a medida que el modelo aprende y se desarrolla, su capacidad para mantener conversaciones naturales y precisas va mejorando, por lo que la herramienta nunca deja de actualizarse.
GPT-3 puede crear cualquier cosa con una estructura de texto, y no solo en lenguaje humano. También puede generar automáticamente resúmenes de texto e incluso códigos de programación.
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El impacto de GPT-3 en educación superior
GPT-3 plantea un cambio de paradigma para el mundo del conocimiento, que invita a las instituciones de educación a seguir evolucionando para convivir con las mayores transformaciones que la revolución digital trae para quedarse.
Según OpenIA, estas son cinco maneras en las que esta tecnología podría impactar en educación superior:
📌 Mejora en la enseñanza personalizada: GPT-3 podría utilizarse para desarrollar programas de enseñanza personalizados que se adapten a las necesidades y habilidades de cada estudiante, brindando una educación más efectiva y eficiente.
📌 Facilita la traducción de textos académicos: podría utilizarse para traducir textos académicos de un idioma a otro, lo que permitiría a estudiantes y profesores acceder a una mayor cantidad de información y conocimiento en su lengua nativa.
📌 Ayuda en la corrección de trabajos académicos: GPT-3 podría utilizarse para generar contenido educativo de alta calidad, lo que le permitiría a profesores y educadores ahorrar tiempo en la creación de materiales didácticos y enfocarse más en la enseñanza en sí.
📌 Mejora en la generación de contenido educativo: GPT-3 podría utilizarse para generar contenido de alta calidad, lo que permitiría a profesores ahorrar tiempo en la creación de materiales didácticos y enfocarse más en la enseñanza en sí.
📌 Potencial para la creación de asistentes virtuales educativos (chatbots): desarrollo de asistentes virtuales que ayuden a los estudiantes a organizar su tiempo, gestionar sus tareas y obtener ayuda cuando lo necesiten. Esto podría mejorar la eficiencia y efectividad del aprendizaje a distancia.
Solo hay una certeza que no deja de reafirmarse: el mundo en el que vivimos está siendo atravesado y remodelado profundamente por la inteligencia artificial. La tecnología sigue cambiando la manera en la que vivimos, aprendemos e interactuamos. En su rol transformador, las instituciones de educación superior no pueden pensarse fuera de este escenario. Se torna cada vez más importante que las universidades caminen a la par de escenarios dinámicos donde ya nada es como antes.