Gravity: El Síndrome de Kessler
“- ¿Qué es lo que más te gusta del espacio?
- El silencio, podría acostumbrarme a él.”
La película Gravity nos cuenta la historia de la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), una ingeniera en su primera misión espacial y el veterano astronauta Matt Kovalski (George Clooney). Ryan y Matt se embarcan en una misión espacial cuyo objetivo es reparar el telescopio espacial Hubble. Durante el paseo espacial, los restos de un satélite provocan un terrible accidente que causa una reacción en cadena formando una nube de “basura espacial” que conlleva a la destrucción del transbordador Explorer en el que viajaban los astronautas, quedando ambos perdidos en el espacio con oxígeno limitado.
La idea de las consecuencias catastróficas producidas por desechos espaciales se basa en un escenario real conocido como Síndrome de Kessler.
En 1978, el astrofísico de la NASA Donald J. Kessler teorizó sobre un escenario terriblemente peligroso en el que el volumen de desperdicios espaciales situados en la órbita terrestre podrían multiplicarse a medida que colisionasen entre sí generando un efecto cascada de colisiones que multiplicaría la basura espacial volando a 28.000 km/h.
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A medida que el número de satélites en órbita aumenta y los viejos satélites se acumulan, la probabilidad de que se genere el Síndrome de Kessler es mayor.
La basura espacial es un problema que podría poner en riesgo el funcionamiento de satélites y otros vehículos en órbita como la Estación Espacial Internacional, así como afectar a la predicción de desastres naturales o a las telecomunicaciones. Sin ir más lejos, el 28 de febrero de 2024 un satélite ruso a la deriva rozó otro satélite norteamericano. Pam Melroy, astronauta de la NASA afirmó que debido al Sindrome de Kessler, la basura espacial “podría haber destruido infraestructura vital para la humanidad”.
En la actualidad, la Agencia Espacial Europea estima que la cantidad de basura espacial existente es de unos 900.000 objetos entre 1 y 10 cm y unos 34.000 más grandes de 10 cm. Desgraciadamente no estamos tan lejos del terrible escenario que nos presentan en la película de Pixar Wall-E.
Especialista técnico en Independiente / Freelance
6 mesesNada más cierto y crítico, este mundo está dominado por racionales con actitudes irracionales que destruyen su hábitat afectando a los seres vivos de su entorno...ni el espacio está libre de esta desgracia...