Green flags de gente que pasea perros
Hoy, publico otra entrada en el blog. Un post algo más atípico que los anteriores, porque queda entre dos aguas: el sector animal y mi «yo-educador canino». En cualquier caso, os dejo el resumen para la newsletter.
El otro día, me topé con un tuit que me alegró la tarde. Era un fotomontaje con green flags de gente que pasea perros. Una imagen básica, pero con requisitos mínimos para ofrecer un buen paseo a tus perros.
Empezaba con el arnés, una herramienta más cómoda, segura y adaptable. El cuello, en cambio, es una zona sensible, y el uso de collares puede causar lesiones de diferente gravedad.
Siempre hay buenas conductas que premiar durante el paseo, pero seguimos con la idea de que los perros «tienen que hacernos caso» porque son de la familia y, poco a poco, nos olvidamos de cuidar el vínculo entre exigencias.
Seguía con la eterna disputa entre correa corta y correa larga. La correa es un elemento antinatural, pero necesario en las ciudades. Con una correa larga, limitamos la frustración: una buena opción para enseñar a la mayoría de los perros a pasear. La correa corta es necesaria en entornos urbanos y ciudades, pero en el bosque o la montaña, las largas son mejor opción para oler, correr e interactuar.
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Por último, creemos que salir a la calle se traduce en pasear y que el perro nos acompañe. No es así: pasear al perro es acompañar al perro a realizar su paseo o, por lo menos, crear un paseo cooperativo. Los perros pasean en zigzag, olisquean como forma principal de conocer el entorno y necesitan espacio para interactuar con el mundo que los rodea.
Un perro que puede olfatear durante el paseo será un perro mucho más equilibrado. Pero ¿cuántos perros pueden olfatear tranquilamente y cuántos reciben tirones y «noes» cada vez que se paran y plantan el hocico contra el suelo?
En resumen, el tuit recogía cuatro buenas ideas que, poco a poco, se están generalizando.Por desgracia, este tipo de contenido todavía siguen siendo menos visible que las búsquedas efectivistas del «qué hacer si mi perro...» o «cómo corregir...».
¡Por cierto!, una de las respuestas del tuit, me gustó mucho. Decía: «No pillo la cuarta imagen: ¿llevar un perro al paseo de perro?», pero es justo eso: dejar al perro ser perro.