GUASON 2 FOLIE A DEUX -LA FANTASIA DESDE EL TORMENTO: NOTAS DE CINE Y SALUD MENTAL
La crítica ha sido demoledora, Guasón 2 fue un desastre taquillero. Pese haber tenido un costo mucho más alto que la primera, no logró el éxito esperado. Tal vez la apuesta por este musical era insistir desde la cinematografía en un momento complejo de la vida de un personaje como Arthur Fleck (Joaquín Phoenix) y no la del propio Joker. Aquí aventuro mi comentario y una invitación a darle un chance al filme para quienes aún no lo han visto.
Para muchos críticos de la secuela de Todd Phillips, el argumento no desarrolla, como tal vez el público esperaba, la trayectoria del Guasón en la prisión de Arkham, más ahora que encontraría una cómplice y enamorada: la psiquiatra Harleen “Lee” Frances Quinzel / Harley Quinn (Lady Gaga) y con quien seguramente protagonizarían una espectacular y sangrienta fuga. No, eso no fue así. Contrario a eso, el grueso del filme y musical, cvsawqw.recurre a buena parte del argumento de la primera versión; la trama de los cinco homicidios (o seis según el Guasón) y nos adentra en un largo juicio donde la defensa integrada por su abogada Maryanne Stewart (Katherine Keener) y la psiquiatra Sazie Beetz (Sophie Dumont) reclaman que los crímenes fueron hechos por un paciente con un trastorno de identidad disociativo y por tanto no deber ir a la silla eléctrica sino ser tratado como un paciente psiquiátrico.
De nuevo la apuesta de Todd es por hacer guiños a la narración del comic y las sagas de DC Comics con el fin de alejarse, creo de la esencia del Guasón y hablarnos en ambos filmes del atormentado Arthur Fleck, quien en una ciudad como Nueva York / Ciudad Gótica, reconstruye el drama atingente de que la salud mental es un problema y que muchas personas que han cometido delitos, no se sabe con certeza si eso obedece a un simple problema de anomia, sociopatía, o que estamos ante una sociedad cuyo aparato judicial primero no tiene herramientas para el trato, desde la salud pública, de esas afectaciones mentales que adolecen hoy las sociedades postindustriales y segundo, no logra visibilizar aun problemáticas como los trastornos y condiciones psiquiátricas complejas entre quienes cometen uno y otro delitos.
En ambos filmes de Phillips el Guasón es más bien una fantasía; el anhelo de un atormentado Arthur y no la consolidación de un villano.
Una de las grandes críticas que se le hicieron al director Tim Burton en sus dos Batman ( Batman 1989 y Batman retorna 1992) era precisamente que si bien sus dos filmes eran literalmente oscuros, en ambas películas rondaba cierta idea de oscuridad al ámbito de sus Batman donde al propio Batman (Michael Keaton) lo redimía como un ser que canalizaba su locura hacia la justicia y el bien y dejaba a los villanos envueltos en historias de desgracia jamás superadas, tal como lo propone con esa versión del Joker (Jack Nicholson) y la del pingüino (Danny de Vito). Personajes más parecidos a seres propiamente atormentados de su propia narrativa como Eduardo Manos de Tijera o Chico Ostra.
Un Guasón imaginado, es quizás el que perfila en su fantasía el atormentado Arthur y nos lo muestra Phillips y que en buena hora, -cinematográficamente hablando-, cae muerto acuchillado en la secuela y opta mejor por mostrarnos que en ese bombazo de Harley Quinn nos acerca a un Joker más claro, más retorcido y racionalmente villano. Uno que no canta pero que ama profundamente la gasolina como aquel Joker interpretado por Heath Ledger para la trilogía de C. Nolan (“Batman begins”; 2005, “The dark knight”; 2008, “The dark knight rises” 2010). La maestría de ledger es presentarnos un villano a secas y dejar que el tormento y la locura le pertenezca al propio Batman como bien lo logra Nolan en su trilogía y más aún Matt Reeves en el último Batman (2022). Tanto en Nolan como en Reeves los villanos son bandidos, y si son del calado del Joker, del Pingüino o la misma Quinn, ellos se corresponden, más con el crimen altamente organizado cuyos liderazgos permiten la eficacia de una red criminal o detonar un coche bomba frente a un tribunal, y no propiamente con un paciente trastornado, desolado y confinado en un hospital psiquiátrico.
Recomendado por LinkedIn
Por eso Arthur prefiere cantar “If you go away” (Rod MacKuen) y no “Ne me quitte pas” (Jacques Brel) quien según el propio autor dijera que sencillamente era un himno a la cobardía. O algo que no tenía por qué cantar ese hombre; tal como señalara cierta vez Edith Piaff.
-Y si tú te vas- no es una súplica, eso suena más bien amenazante. Una vez que la entona Arthur en modo lamento, se convierte en la sentencia que la propia Harley Quinn dedica en su acto final con el bombazo que vuela todo en pedazos y destruye el juicio del Guasón. Allí ha muerto un deslavado Arthur y Quinn rescata al Joker al mejor estilo DC; con dos payasos al servicio del Guasón se lo llevan para redimir su figura, su esencia, la de ser un bandido cuyo alibi es fingir en su interior anida un incontrolable loco producto de una infancia desgarradora.
Esa es la estrategia que usa Todd Phillips para devolverle al espectador un Guasón que el nunca contempló, que no siguió a pie y letra de la trama DC Comics. De allí que en el juicio aparece Harvey Dent /Dos Caras (Harry Lawtey) a quien Todd ha instalado cuidadosamente en el filme para que sea el quien permanentemente lo desenmascare y seguramente lo persiga después junto a Batman, en un Guasón 3 que seguramente no habrá, o no lo dirigirá él o al menos no con esta línea argumentativa.
#guason
#ToddPhillips
@toddphillips
#SaludMental