GUERRA AVISADA …………………………
Tenemos una “guerra anunciada” por algunos líderes y anarquistas de profesión que empañan el ejercicio constitucional del jueves 21. Comencemos sin embargo por reconocer que hay motivos para la protesta social en Colombia; los habrá siempre y gracias a la combinación de avaricia, inmoralidad y estupidez de la mayoría de nuestros dirigentes políticos y económicos. Propongo un breve listado para revelarlos en el hoy que alimenta el Paro Nacional:
1. 13 meses consecutivos con el desempleo en aumento y con un salario mínimo que, pese al esfuerzo notable de este gobierno, es en dólares de los EEUU el 13º de la región y cubre solo el 60% de la canasta familiar; por contraste, en ocho (8) países de América Latina cubre en exceso esta necesidad básica y esencial: Costa Rica, Panamá y Brasil (más del doble); también en Chile, Bolivia, El Salvador, Honduras y Uruguay.
2. La pobreza supera en más de un 50% la tasa nacional en las zonas donde se concentra la población indígena: en el caribe (33,5%) y la zona del pacífico (33,3% - sin incluir al Valle del Cauca). En Bogotá ese índice es de solo el 4,3%, evidencia adicional de la precaria presencia del Estado fuera del mundo urbano.
3. El contraste entre “cobertura” y “calidad”. Saca pecho la dirigencia nacional por la mejora en cobertura en salud y educación y hace oídos sordos frente a la bajísima calidad, revelada por millones de tutelas contra aseguradores, la corrupción de las universidades (con honrosas excepciones por supuesto) y los negociados infames de los mercaderes de la salud.
4. 262 líderes sociales asesinados en 2018 (155 a septiembre/19), 62 reinsertados de las Farc asesinados en 2018 (van 62 en 2019); se destaca el cobarde asesinato de más de 3.000 indígenas desde 1980 por las disputas de tierras entre colonos, terratenientes y los grupos indígenas, luego “condimentado” con la presencia de grupos criminales después que coparon estos territorios cuando se retiran las FARC y el Estado no hizo la presencia efectiva que se requería. Es el gran lunar del proceso de paz y una infamia consciente del pasado gobierno.
5. El impacto de la migración venezolana, precariamente atendida por la comunidad internacional y el sufrimiento consecuente que la acompaña, además de muchas manifestaciones de xenofobia que se comienzan a expresar.
6. Los rumores, el “radio pasillo” que informa que el gobierno planea deteriorar aún más el salario, las pensiones y la educación para responder a las presiones de los grandes cacaos y grupos económicos. Son rumores y mentiras descaradas aprovechadas políticamente, pero, la historia ha demostrado que siempre ha signado la historia social, política y económica del país.
Bien decía Ghandi: “la pobreza es la peor forma de violencia” y remata con una frase formidable, “hay suficiente en la tierra para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia”; también “vive sencillamente para que otros puedan sencillamente vivir” y por último “ninguna cultura puede vivir si intenta ser excluyente”.
Simplificar la anarquía que infortunadamente acompañará el paro afirmando que surgió solo por la injerencia extranjera es negar que de fondo es la explosión rabiosa de millones que "salieron" de la pobreza con base en medidas asistencialistas (subsidios, vivienda gratis, VIS, acceso a transporte masivo, educación y salud gratuita), sin que se toque la cúpula de los que extraen rentas privilegiadas del país (cacaos intocables) o quienes se roban descaradamente sus recursos (políticos y contratistas inescrupulosos).
Ahora nuestro pueblo ve su vulnerabilidad, lo precario de su ilusión de progreso y observan que están cayendo de nuevo en la pobreza o en el mejor de los casos le han puesto un freno a su progreso, por la pobrísima calidad del asistencialismo que frena sus aspiraciones. El oportunismo de la izquierda hace parte de su ADN y ellos, cuyos dirigentes provienen justamente de esas clases marginadas ahora se atornillan tiránica y criminalmente al abuso de su poder en el vecindario latinoamericano, promueven y lanzan anarquía contra un diseño de Estado que no interpreta a la mayoría.
El vandalismo que acompaña la protesta social es solo la "punta del iceberg"; abajo están las causas socio políticas que motiva a millones a actuar de esta manera y, como se ha observado en protestas en el mundo desarrollado, en Latinoamérica y de manera marcada en Chile, Bolivia y Ecuador, al carecer de cultura y memoria histórica, deciden que cualquier populismo es mejor que lo que tienen ¿que pueden perder?? ¿Acaso podrían estar peor?? Creo que este es el razonamiento que está debajo de lo obvio.
Me atrevo sin embargo a pronosticar que la protesta del jueves no va a ir a mayores; se superará la infiltración y los mezquinos intereses de irresponsables e hipócritas dirigentes y no pocos criminales que creen que pueden aprovechar el desorden para sumir en el caos a la nación.
NO VA A SUCEDER por varias razones; primero se desconoce el efecto de “liberación de presión” que ocurrió con los resultados de las elecciones: avances de movimientos civiles fuera del mando político de la corruptela que los define; segundo porque es claro que se han divulgado mentiras descaradas para justificar la protesta y el vandalismo, y por último, porque han avisado tanto sus execrables pretensiones que las fuerzas militares y de policía se encargarán de neutralizar mucho de la anarquía que pretenden.
En mi caso, trabajaré normalmente el jueves, pero evitando los alrededores de las universidades Nacional, Distrital, Pedagógica y la sede del Sena en la NQS.; tampoco planeo acercarme a la Plaza de Bolívar o las vías que llevan a ella: la carrera 7ª. y la calle 26.
El Estado que tenemos tiene grandes y gravísimas fallas y, muestras de ignorancia y estupidez, sin duda, pero, aún tenemos una cultura y estructura institucional que defiende la nación entera. Tonto sería, sin embargo, desconocer que las señales de cambio o se escuchan y se hace seriamente o habrá un escalamiento de la rabia y la frustración que si puede colocar en riesgo este hermoso “taller de Dios” como lo denominó un naturalista inglés.