¿Habilidades Blandas o solo Decencia y Buen Convivir?

¿Habilidades Blandas o solo Decencia y Buen Convivir?

Es mi impresión (la mía) que utilizar la idea de “habilidades blandas” las pone al final de la agenda de los ejecutivos. Priman los Estados Financieros (naturalmente); las operaciones; lo legal; etc. dejando la principal función del área de RR.HH. (la transformación y las relaciones), en un cierto segundo plano tanto en recursos como en la distribución de poder interno.

No disputo la frase de habilidades blandas, tampoco la razón v/s las emociones, que por ahora no lo creo conducente, solo intento aportar antecedentes para darle mayor valor y quizás una mirada más simple, corriente, manejable, inexcusable, humana y desde otra perspectiva: a la decencia y el buen convivir.

A lo largo de mi vida profesional y después de haber desempeñado variados roles-funciones como empleado, jefe, gerente, gerente general y también director y presidente de directorios y también como consultor, como coach, speaker, partner, o solo como colaborador, he observado a muchos ejecutivos (me incluyo) estrellarse con barreras impensadas, con escenarios y contextos que no han sabido comprender y por tanto ni remotamente hacerse cargo.

A los que ejercemos de Coach (de la vertiente buena), muy habitualmente se nos convoca (agradecidos) cuando alguien observa que el ejecutivo a nombrar o recién nombrado no está dando el ancho. No sabe armar equipos, no sabe escuchar, es conflictivo, entre otros. Despejemos, el ejecutivo en cuestión es habitualmente sólido y muy competente en sus habilidades técnicas o “duras” y que, es desde allí, lo van a nombrar o ya lo nombraron.

Con el primer párrafo busco exponer algo de mi experiencia que, de alguna forma, me ha llevado a sistematizar maletines con herramientas en el ámbito de las denominadas “habilidades blandas”. Esto de los maletines me gusta primero porque lo asocio a un buen gasfíter, que busca soluciones allí y ahora, en el devenir, en el contexto, y por otra, que en el maletín hay destornilladores, alicates (de punta también), alambre, llave inglesa, en suma, una variada gama de posibilidades para intentar resolver lo que se presenta. Todo, en la búsqueda de integrarlo con la persona, sus estilos, su cultura y su historia.

En relación a las “habilidades blandas” o simplemente la inclusión habilidades relacionadas con la personalidad o naturaleza de la persona, se cuenta (no he encontrado registro alguno) que D. Goleman a su gran libro “Inteligencia Emocional” decidió poner la palabra “inteligencia”, porque si dejaba solo emociones o algo parecido, nadie lo compraría y casi lo considerarían un libro de auto-ayuda. El mundo se mueve principalmente por el engañoso concepto de racionalidad y de alguna forma evita o no considera lo suficiente el campo emocional. Para los racionales, sugiero la lectura del libro: “La objetividad: Un Argumento para Obligar” (H. Maturana).

Definiendo habilidad como la capacidad de una persona para hacer una determinada cosa o actividad “correctamente” y con facilidad y “blanda” definida como algo que no tiene rigidez, que es flexible y tiene poca resistencia, las denominadas habilidades blandas podría traducirse como la capacidad de reconocer y gestionar nuestros propios rasgos, características y competencias personales, en relación a nosotros mismo y en la interrelación con los demás, todos aspectos muy difíciles de cuantificar.

La compulsión por los resultados, por aquellos aún mas de corto plazo, por la eficiencia, por lo transaccional, ha llevado a una sobrevaloración de las habilidades duras en relación con la decencia y el buen convivir, o “relaciones blandas”. Sin embargo, se aprecian signos ya muy presentes (y Consultoras que ganan mucho dinero midiendo habilidades blandas) que para alcanzar y lo más relevante, permanecer y lograr éxitos sostenibles en un cargo ejecutivo se requiere, muy fundamentalmente, cierta decencia y generar un buen convivir.

Solo para cerrar y de alguna forma acordar con el lector de esta nota los significados descritos, aceptemos que “decencia” corresponde a compostura de cada persona, recato, honestidad, modestia y dignidad en los actos y palabras.

Evoluciones recientes: Desde el consumidor racional, al consumidor emocional.

Solo para ilustrar la evolución hacia las personas y su naturaleza, la afirmación del duro mundo de la economía y finanzas que dice que “somos seres racionales en nuestra toma de decisiones” ya ha sido fuertemente afectada.

-       Se asume que todos los individuos son egoístas, y todo individuo tiene la capacidad racional, el tiempo y la independencia emocional necesarias para elegir la mejor línea de conducta desde su punto de vista. Por tanto, todo individuo se guía racionalmente por su interés personal, independientemente de la complejidad de la elección que deba tomar. Esta es la vieja definición economicista que, reduciéndola: “las personas somos y tomamos decisiones racionales” (Teoría de la Acción Racional: Gary S. Becker o Milton Friedman -Max Weber.).

-       No siempre existe un comportamiento racional y, a veces, incluso influye el sentido de la equidad. Habría tres rasgos que sistemáticamente influyen en las decisiones económicas: la racionalidad limitada, la percepción de justicia, y la falta de autocontrol" (R. Thaler – Premio Nobel de Economía 2017 – Economía del Comportamiento). Sus investigaciones demuestran que las decisiones no siempre obedecen a criterios racionales, sino que también entran en juego variables psicológicas que las desvían de un comportamiento económico racional.

Herramientas para la Decencia y un Buen Convivir (¿Blandas?)

A continuación, citare algunas herramientas que están en el campo de las denominadas habilidades blandas (y en mis maletines…) y que consideran lo racional y principalmente a las personas y su naturaleza.

Equipo de Alto Rendimiento: En una reducción de complejidad hay 2 factores más que razonables que muestran los equipos que tienen altos rendimientos: diseño y compromiso con las metas del equipo y co-responsabilidad en los resultados. (¿Razón o emoción? ¿Decencia?).

Disposiciones Emocionales: Andar por la vida con resentimiento, con resignación, ¿con aceptación o con entusiasmo y ganas? No es menor para un líder dado que “genera contexto”. Hablamos aquí del buen convivir.

Necesidades v/s Deseos: Entre el “tengo” y el “deseo”, existe una enorme distancia. En el primero vivo desde la obligación y en el segundo en la libertad del quiero/deseo. Los seres humanos siempre hacemos lo que queremos, aun cuando decimos que no queremos hacer lo que hacemos” En la medida que nos vivimos nuestras acciones humanas desde los deseos, logramos instancias de autonomía que nos permite vivir lo que vivimos en bienestar”.

El Observador que somos: “No existen hechos, solo percepciones (F. Nietzsche). La aceptación y el respeto por otro pasa por reconocer que existen otras miradas igual de válidas. Pasa por bajar del pedestal de la objetividad o razón única, a abrirse a otras opciones y miradas. Respeto y valor por los otros (¿decencia?; ¿razón?).

Escucha Activa: Indispensable para la vida, integra, es el saber escuchar. Se trata de escuchar de verdad, sin teléfonos, computadores o artefactos de por medio, se trata de entender, desde el otro, lo que me dice. “Escuchar, sin deseos y sin historia”, a un otro valido. (¿decencia? ¿razón?)

Uso del Lenguaje: ¿Tenemos conciencia de como usamos el lenguaje? En muchas ocasiones lo utilizamos solo como vía, como medio, olvidando que el propio lenguaje genera nuevos contextos y realidades. Tener la conciencia de como hablamos, sobre cuando comprometemos declaraciones, cuando hacemos juicios, en definitiva, cuando somos realmente conscientes de lo que estamos diciendo, comprometiendo, creando, a través del lenguaje (¿razón? ¿Buen convivir?).

Manejo de Conflictos: Los conflictos son inherentes a la vida, la armonía se construye enfrentado los conflictos, las personas que enfrentan los conflictos no son “conflictivos” y el conflicto no es malo, solo es inherente a la vida misma. La escalada de un conflicto, en ocasiones, pasa a la fase del ataque personal. Es aquí donde la madurez nos permite detenerlo y re-plantearlo. Centrarse en el presente, escuchar atentamente (escucha activa), mostrar interés en resolverlo, son conductas básicas para abordar y resolver fricciones propias de la vida (¿Razón? ¿Convivir?)

Confianza: ¿La confianza es una emoción o es posible crearla? Pareciera que a lo menos concurren dimensiones como la sinceridad, la credibilidad, la competencia (respecto de lo que hago) y todo esto en un espacio donde sienta pertenencia y seguridad. Definitivamente estamos hablando de un buen convivir.

Negociación: El modelo de negociación de Harvard, contiene a lo menos 2 dimensiones atingentes a las personas: “duro con el problema y blando con las personas” y “win – win”. En el primero, debemos separar las personas y centrarnos muy fuertemente en problema, teniendo presente el manejo de conflictos y la escucha. En el ganar-ganar, es cuidar la relación, el convivir en este, devenir de la vida. (¿Razón? ¿emoción?)   

Tener conocimientos y conocer

Un lúcido Erich Fromm nos plantea en su libro ¿Tener o Ser?:

- El modo de tener y el modo de ser en la esfera del conocimiento se expresa con dos fórmulas: “tengo conocimiento” y “conozco”. Tener conocimiento es tomar y conservar la posesión del conocimiento disponible; conocer es funcional y solo sirve como medio en el proceso de pensar productivamente.

- Conocer es penetrar a través de la superficie, llegar a las raíces, y por consiguiente a las causas, ver la realidad desnuda. En el modo de ser, el conocimiento óptimo es conocer más profundamente. En el modo de tener consiste en poseer más conocimientos.

Con esta cita intento diferenciar, muy premeditamente, que la definición de habilidades blandas se acerca más bien al modo de tener, en poseer más conocimientos, más tips, más aspirinas para sobrellevar. Esto resulta entonces en una competencia transaccional.

No puedo esquivar que, para adquirir una nueva conducta, al comienzo, es impostada, instrumental y sin embargo hay un momento en que “conozco” e integro estas conductas en mis características… “soy”.

En suma, propongo adicionar a la frase “habilidades blandas”, la idea de decencia y buen convivir con el afán de integrarla con nosotros. Que no sea una competencia desde el tener y que, además, valore muy principalmente lo que nos mueve, las emociones.

Jorge Inostroza Sánchez – Ejecutivo - Consultor – Coach.

Gestión y Desarrollo Empresarial Ltda.

Octubre 2918 

Leonardo Inostroza Corvalan

Jefe Comercial en Sermecoop | Máster of Business Administration - MBA | Líder de equipos comerciales | Estrategia de marketing digital | Planificación comercial estratégica | Community manager | Social media

5 años

Hegel entendia que el proceso de "elucubración" básica del ser devenía en una constante retroalimentación entre sensibilidad, reflejo de aquello, la sensación de ser algo, proyectarlo en el otro luego, al darte cuenta de eso, entiendes que algo "elucubras", al darte cuenta que hay un otro en el mismo proceso organizas/complementas y comienza el proceso de creación del ser en sí, lo básico, lo puro.....(a raíz de aquello que el lenguaje crea realidades...). Una vez lo puro en sí, viene la salida hacia el otro entendiendo que es la mismidad pero a la vez otreidad....eso debiera ser la inmanencia del uno y del otro, incluso antes del lenguaje.... La próxima relación matemática/ontológica básica sería la dialéctica amo-esclavo, tema avalado por Nietszche claramente en Zaratustra con la voluntad de poder.... El hombre siempre se relacionará como amo-esclavo...Chile es el mejor ejemplo de aquello: El esclavo siempre pensará que trabaja y hace la pega del amo, el amo siempre pensará que gracias a el el esclavo puede vivir y comer...siendo esta la base,

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas