Hablemos de Liderazgo

Hablemos de Liderazgo

Mucho se ha hablado al respecto. Conceptos, teorías, características, habilidades, lo que es y lo que no es un buen líder. Pero, ¿cómo puedes asegurarte de que vas por el camino correcto? ¿ Estás preparado para asumir un rol de liderazgo?

  1. No es solo la teoría, es la práctica. El hecho de que sepas cómo se hace no quiere decir que lo estás haciendo bien, así que practica y déjate guiar por otros con más experiencia que tú.
  2. No le hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti, regla de oro. Es simple, intenta ponerte en su lugar. Pero inténtalo de verdad, con intención genuina, no por salir del paso y hacerle creer a otros que de verdad te interesa. Cuando las cosas no son genuinas, se sienten.
  3. Asume la responsabilidad cuando las cosas salen mal. Somos humanos, no somos perfectos y echarle la culpa a los otros no resuelve el problema, y más si eres tú el responsable de supervisar a esos otros. En parte, ellos reflejan lo que aprenden de ti.
  4. No tengas miedo de hablar. Si por decir la verdad y poner orden pierdes algunos elementos que considerabas valiosos, entonces no eran tan valiosos en realidad. Lo verdaderamente valioso es la transparecia, el poder comunicarte de manera asertiva sin tener que adornar tanto las palabras. Dicen que cuentas claras conservan amistades.
  5. Sé objetivo siempre. Los sentimientos pueden nublar nuestra capacidad de decidir, por lo que para ser objetivos a veces tenemos que recurir al consejo de otros. No tenemos todas las respuestas, acéptalo. Dos cabezas piensan mejor que una.
  6. Si tantas personas te dicen la misma cosa, no pueden estar equivocados. A veces el equivocado puedes ser tú y tienes que aprender a reconocerlo. Cuando aceptas genuinamente que estás equivocado, las personas te valoran más. No todo es blanco o negro, hay colores en el medio.
  7. Escucha y presta atención, este es el comportamiento más importante que debes tener como líder. Escucha a tu equipo, aprende de ellos, valóralos por lo que son, reconoce y aprovecha las habilidades que tiene cada uno. Después de todo, ¿qué es un líder sin un equipo que liderar? uno más.

Pero nada de esto funciona a la fuerza o por obligación. Esto es algo que nace, que es parte de lo que somos, de quienes somos. No es un simple concepto o un título, es mucho más, es una cuestión de actitud.

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