No hace falta ser astronauta para vivir tu vida con pasión

¿Eres consciente de cuál es tu pasión en la vida? ¿Sabes lo que realmente te gusta y te hace feliz? ¿Has identificado tus talentos e intereses y los estás aplicando en tu vida? ¿Está alineado lo que haces con tus valores? Hay personas que viven una vida insignificante. No me refiero al hecho de que no consigan grandes logros, escalen montañas, batan marcas olímpicas o lleguen a la luna, no, no es eso, me estoy refiriendo a que lo que hacen no tiene ningún significado para ellos. Puedes tener una vida con sentido y significado dedicándote a cuidar a tu familia o a un trabajo normal que ames.

“Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros, coge los vientos alisios. Explora. Sueña. Descubre” Mark Twain

Imagina hacer algo en tu vida con lo que disfrutes cada mañana, que realmente sientas ganas de dedicarle tiempo, que no lo veas como una obligación. Hay dos grandes motivadores a la hora de encontrar tu pasión en la vida, el primero es hacer algo con lo que disfrutes, con lo que crezcas, con lo que el tiempo pase casi sin darte cuenta. Lo segundo es que hagas algo que marque la diferencia.

En algunos seminarios suelo preguntar a los asistentes si disfrutan con el trabajo que realizan. Algunos me miran inquisitivos. Entonces suelo hacer unos cálculos. Imaginad que comenzáis a trabajar con 24 años. Teniendo en cuenta que la jubilación no os llegará antes de los 67 años, eso significa una vida laboral de 43 años. Considerando una jornada laboral de 1.700 horas anuales, eso nos da un total de 73.100 horas de trabajo en nuestra vida y un total de 4.386.000 minutos. Ahora, os invito a todos, a ti que estás leyendo este post también, a tomar conciencia de un minuto, experimenta lo que tardan esos 60 segundos en discurrir, 1, 2, 3, así hasta 60. Poned un cronómetro y observad el paso del tiempo. ¿Puedes ni tan siquiera imaginar lo que sería vivir esos casi 4,5 millones de minutos haciendo algo que detestas?

Créditos Foto: Pixabay

Vivir la vida con pleno sentido (meaningfulness) es la conexión de lo que hacemos con los valores y el significado que tiene para nosotros. Tal Ben-Shahar en su libro “Ser feliz es decisión tuya”, basándose en los trabajos de William Damon, nos propone una matriz para categorizar el compromiso que cada individuo tiene con su propósito. Distingue entre si nuestras actividades las estamos llevando a cabo de una forma con sentido o sin sentido y por otra parte si estamos o no comprometidos en ellas. Así, la matriz nos muestra cuatro situaciones:

•  Los soñadores: Ponen sentido, pero carecen de compromiso. Se sienten identificados con determinada forma de actuar, pero no muestran compromiso para llevarlo a cabo.
• Estancado: Muestran compromiso en las actividades que llevan a cabo, pero estas no tienen sentido y significado para ellos.
• A la deriva: Ni sentido ni compromiso. Hay un vacío total de propósito en la vida de estas personas.
• Alineado con su propósito: Muestran un sentido y un claro significado en las actividades que están llevando a cabo y además se sienten altamente comprometidos con ellas.

¿En qué cuadrante te encuentras? ¿Ya sabes qué es lo que te llena en tu vida? ¿Qué es lo que realmente quieres hacer? ¿qué es lo que te gusta y por aquello que sientes pasión? ¿cómo puedes marcar la diferencia en ello e impactar en la vida de otras personas? ¿Cómo va impactar esto en tu bienestar y felicidad?

En nuestros seminarios de “Diseña tu vida con el Canvas de la Felicidad®” trabajamos el propósito como una manera de mejorar tu bienestar y felicidad. Investigadores como Martin Seligman con su modelo P.E.R.M.A o Tal Ben-Shahar con el modelo S.H.A.R.P han marcado el propósito y el significado como uno de los elementos más relevantes a la hora de diseñar una vida feliz.