Hacer girar la pirámide de maslow

Cuando estudié a maslow en el colegio y luego en la universidad, pensé que algo andaba mal con el régimen de prioridades humanas. Las pirámides fueron construidas por civilizaciones como símbolos de conexión con algo altruista, pero la interpretación que se le ha dado después de Maslow puede transformarse.

Por siglos se ha pensado que la humanidad no puede pensar con el estómago vacío, mientras en millones de sociedades se practicaba el ayuno de forma cotidiana. También se ha pensado que no podemos dedicarnos a cosas abstractas si no tenemos lo mínimo materialmente. Debo decir que estas son sólo suposiciones no generalizables.

Los actuales índices de felicidad, se condicen con las necesidades más íntimas, simbólicas y sociales, que tienen que ver con crear un estado de bienestar interno que se aclimata con lo externo. No quiero adherirme a esta política de la felicidad perpetua donde los símbolos nos alimentan, ni una infelicidad horrenda que sin techo u abrigo nos volvemos ciegos; sino encaminarnos a una ecuanimidad. Claramente necesitamos comer, tener abrigo y techo, pero podemos tener la conciencia que eso puede constituir cobijo, pero no felicidad. O experimentar el caso inverso que viven miles de seres, que tienen eso cubierto literalmente, pero no logran ser felices.

Una vía es invertir la pirámide y otra es hacerla girar. Cuando pensamos las cosas circularmente todo tiene más sentido. Los seres humanos como decía Alexander Lowen, somos como troncos, con capas que marcan nuestro crecimiento. Podemos hacer girar la pirámide donde justamente la letra E de autorrealización y autoestima estén al centro y las necesidades sociales, de seguridad y fisiológicas más afuera. Todas las capas en este sentido son fundamentales para la existencia, pero cada una juega un papel para mantenernos vivos y relacionados con los otros seres y el mundo. Si no nos amamos, cómo amamos a los demás, sin comida y agua, cómo tenemos vitalidad. Todo es necesario, todo complementario, todo en desarrollo.