Hacer que un proyecto funcione - 3 / ventanas y espejos
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Hacer que un proyecto funcione - 3 / ventanas y espejos

Hay un máxima en cualquier proyecto, que también es de vida, y es que es (casi) imposible llegar (bien y rápido) si no sabes donde estás

Y cuando hablo de no saber donde estas es que andas perdido, en un bosque de noche y sin estrellas , donde tu “intuición” tiene un valor muy bajo.

Porque aunque las casualidades existen (igual que la “suerte”) no son tan frecuentes como parece, de hecho están claramente sobrerrepresentadas (¿Qué probabilidades reales tienes de ganar la lotería?¿Cuantos perdedores de la lotería salen por la televisión?¿Y en un casino?...) , si lo fías a la suerte la banca siempre gana.

En un proyecto, es fundamental, una vez sabido el porqué, saber dónde estamos, y atención digo “saber donde estamos” no “saber donde CREEMOS que estamos”- porque si es así, pensaremos que estamos mucho más cerca y mejor que la realidad  (Sesgo de positividad) . Y como equivocamos la salida, está claro que equivocaremos la llegada.

Aquí es donde entra la idea de las ventajas y los espejos.

Porque saber donde estamos significa, en modo proyecto:

  • Reconocer el entorno: mirar por la ventana
  • Evaluar nuestras propias fuerzas: mirarse al espejo

Y son necesarias las dos componentes para completar la posición en el entorno. Mirar por la ventana , en modo observación, no juzgando – "disfrutando" de la vista y describiéndola en detalle – y mirarse al espejo , sin miedo, uno normal, no el de Blancanieves que te diga que eres la más bella.

Mirando por la ventana

Es fundamental mirar por la ventana, sin valorar, criticar o juzgar, eso, si procede,  ya lo haremos luego. Es un ejercicio que toda compañía debería hacer continua y sistemáticamente, y que debe formar parte de la rutina diaria de cualquier directivo o mando intermedio, porque la supervivencia está basada – con tecnologías diferentes pero con las mismas bases – en adaptarse al entorno.

Sugiero que, al plantearse un proyecto, nos hagamos, al menos tres grupos de preguntas, y que no escatimemos en la longitud de la respuesta, no quedarse con “la competencia está mal” o “·el mercado no está maduro”.

  • ¿Dónde está la competencia y nuestro mercado? ¿Qué hecho bien? ¿Qué ha hecho mal? ¿Qué no ha hecho?
  • ¿hacia dónde está yendo la tecnología? ¿y el talento?
  • ¿Qué cosas pueden ayudarnos de otros mercados para llegar a lo que estamos buscando? Un ejemplo sencillo, ¿Por qué no entender en profundidad el modelo time-to-market da Zara y como aplicarlo en nuestra empresa?

 

El reflejo en el espejo

Usualmente gana la guerra el que dispara la última bala, lo que significa que dispone de los recursos y las personas adecuadas para hacerlo.

Es siempre más cómodo y agradecido mirarse el ombligo (“somos los mejores”) que al espejo (“estamos algo viejos”), pero, es como pincharse con la rueca del cuento de La Cenicienta, acabarás dormido.

Y los príncipes azules solo existen en los cuentos.

Mirarse al espejo significa:

  • Ser objetivos y ver donde estamos, no donde creemos estar o donde nos gustaría estar – es posible que la encuestas de usuario o las sectoriales estén dándote una visión que no te guste – y entonces las niegas – o te gusten sobremanera – entonces te hacen dormirte en los laureles .
  • Este análisis debe incluir tantos aspectos como sean necesarios para el proyecto en cuestión, incluido el talento y las personas – no solo capital y tecnología  - ¿tenemos las personas adecuadas? ¿podemos tenerlas o debemos avanzar con lo que tenemos hasta donde lleguemos?, la llorera “no tengo gente” es, en un número no menor de casos, el paraíso de los directivos mediocres para evitar enfrentarse.
  • Evitar el excesivo optimismo, a los directivos les pagan para hacer que las cosas pasen no para decir que las cosas pueden pasar.

Algunas reflexiones finales

  • Si estas demasiado lejos, por mucho que tengas voluntad o ganas, o incluso más gasolina – inversión - … el tiro quedará corto, y por tanto frustración segura.
  • “sesgo de supervivencia” no te deslumbres con los éxitos de los otros – no puedes deducir que Roma era una maravilla de la arquitectura viendo los edificios que han quedado, que son de piedra, porque son los únicos que podían aguantar tanto tiempo
  • Porque ser disruptivo es la pera, y se puede ser de vez en cuando, pero mientras, conviene hacer como la esposa del escultor Chillida le decía "tu pinta el bosque, pero si acaso haz unas esculturas más pequeñas que se venden mejor" es decir, en ningún momento conviene olvidar que hay que "hacer que la olla hierva " (traducción libre de una frase muy típica de Catalunya)

Saber dónde estamos nos permite conocer la posición, el motor con que contamos y el combustible que nos hará falta.

Y eso no asegura que ganes la carrera pero sí que puedes tener mejores probabilidades de hacerlo,


Antonio Muñoz-Olaya

Socio-Fundador y Presidente en Grupo TAT

1 año

Felicidades y muchas gracias, Jordi, por estas reflexiones tan importantes para conseguir o, en su caso, mejorar la sostenibilidad de nuestras empresas.

Análisis muy contundente. 100% de acuerdo !! Eres un crack, Jordi

A sus pies… cuanto conocimiento concentrado en una lectura de 4’. Eso sí, la lectura serán 4 minutos… la reflexión más larga, seguro. Gracias Jordi, como siempre. Abrazo.

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